Luis Rull: "Un cateto con su iPad seguirá siendo un cateto"
EBE
Los fenómenos de la comunicación masiva en red son el ámbito de análisis y desarrollo empresarial de este sevillano tan atento a lo nuevo que en 2007 presentó a nivel nacional en Sevilla a Biz Stone, uno de los fundadores de Twitter, cuando aún no se barruntaba la enorme pujanza que iba a adquirir esa red social a nivel mundial.
HOY concluye la sexta edición del Evento Blog España, que ha insuflado vida al desaprovechado Pabellón del Futuro, convertido en el del Presente por dos mil blogueros y avezados internautas durante este fin de semana. Luis Rull Muñoz es uno de los padres de la criatura, junto a Benito Castro y José Luis Antúnez. Sevillano de 38 años, hijo de un catedrático de Física y de una bióloga, estudió en el colegio de los Padres Blancos y en el Instituto Bécquer. Su hermana es ingeniero agrícola y se dedica al mantenimiento de campos de golf. La actividad profesional de Luis Rull pivota sobre su consultora Mecus, con sede en Sevilla, y también impulsa programas de formación, sobre cómo hacer negocios en internet, o sobre cómo sacar partido a herramientas como WordPress. Vive en la Ronda de Capuchinos, está casado con una profesional de la enseñanza on line y tienen un hijo de dos años. Y para él pronostica "un mundo en el que ya no habrá teclados, y no recordará haberlos usado de pequeño".
-¿Qué le llevó a especializarse en la comunicación digital?
-Estudié tres años Física para ser como mi padre, comprendí que no era lo mío y decidí irme a Granada a estudiar Sociología, me interesaba y me apasionaba la interrelación y la comunicación entre las personas. Cambiar de ciudad y de ambiente me vino muy bien, aprendí a relacionarme con gente distinta a mí y no sólo a la que se asemeja, lo que evitaba reafirmarme en lo propio. Es uno de los temas que más se debate en este Evento Blog, cómo zafarnos del dogmatismo conociendo a gente con ideas distintas a las nuestras. En Granada descubrí que me gustaba organizar y poner al servicio de las personas con talento las herramientas adecuadas para la comunicación. De ahí, gracias a una beca de investigación concedida por la Olavide, me trasladé a la Universidad de Essex (Inglaterra) para recibir cursos de metodología avanzada, con la fortuna de que me contrataron como profesor asistente y fui allí durante cuatro años.
-¿En Essex descubrió las llamadas redes sociales?
-Sí, vi la potencia que iban a adquirir y empecé a trabajar ayudando a empresas que requerían análisis de comunicación interna, proponiéndoles esa herramienta que empezaba a estar de moda, los blogs. Mi primer bloguero de referencia fue Joserra Zifra Portillo.
-¿La primera generación de internautas será capaz de regenerar la democracia española?
-Puede ser, pero el futuro no tiene por qué ser mejor que el pasado. Es un dogma que también se atribuye a la renovación tecnológica, conviene ponerlo en cuestión. España ha mejorado mucho en 30 años, pero eso no garantiza que ese proceso sea para siempre. Es un grave pecado pensar que, teniendo mejores herramientas, seguro que se van a hacer cosas buenas y mejores. Un cateto con su iPad sigue siendo tan cateto, o un bruto con iPod. Tiene en sus manos una herramienta potentísima pero si no tiene la necesidad o la intención de aprender cosas nuevas... Con el 15-M se ha conformado un grupo de ciudadanos que proclama su disgusto ante el sistema político actual. Me quedo con esa primera chispa de indignación y de necesidad de cambios en la articulación de la política. Con el marco jurídico que tenemos en España, es posible mejorar muchas cosas sin necesidad de hacer una revolución. Ahora bien, ese movimiento que tanto me gustó inicialmente, no sé si acabará en un populismo que imponga criterios desacertados. Debe ponerse en marcha y asumir que ha de englobar variedad de posturas.
-¿Es posible que la inteligencia social a través de las redes digitales no sólo conforme quejas sino que también sea capaz de articular propuestas constructivas?
-Claro que sí. Hay ejemplos en Córdoba y en Amsterdam de ciudadanos que trabajan en red para mejorar la organización del tráfico, gracias a los datos e indicadores que aportan y/o analizan sin dedicarse profesionalmente a eso. Utilizan tecnología hoy al alcance de todos, no hacen falta superestructuras burocráticas. Es otro modo de implicarse como sociedad civil.
-¿Puede citar otros ejemplos?
-En educación, conozco iniciativas de padres, y otras de profesores, para crear elementos y recursos educativos que consideran deben ser aprendidos por sus hijos (o alumnos) y no se facilitan en los colegios. Descubren que la educación también se construye de abajo arriba. Y la implicación es baja en tiempo y en coste de los recursos tecnológicos. Es un gran cambio desarrollar la imaginación y probar a hacer realidad tus ideas, sin miedo a que no funcionen.
-¿Dónde es visible en Sevilla esa innovación social?
-Por ejemplo, en el Huerto del Rey Moro, en Enladrillada. Veamos la diferencia con la recuperación de los Jardines del Valle, muy cercanos, que son meramente un pequeño parque municipal. En la Huerta del Rey Moro, el planteamiento es: Queremos que sea jardín, pero queremos usarlo y nos implicamos en ello, con muchas actividades. Son los ciudadanos quienes definen los mejores usos, no lo hace un político, un jefe o un técnico.
-¿En Sevilla hay inversores cazatalentos de jóvenes brillantes pegados a un ordenador?
-Si los hay, están muy escondidos. No hay inversion de capital semilla relevante en Sevilla y en Andalucía. Soy muy crítico con la idea de que eso es cometido del Estado, debe ser la iniciativa privada, que no ve cómo desde aquí se pueden crear grandes proyectos. Y no hace falta disponer de mucho dinero para invertir, esos jóvenes sevillanos brillantes necesitan simplemente tiempo para desarrollar lo que tienen en la cabeza. Les basta un poco de respiro financiero y un año de trabajo intensivo, ya sea en una incubadora de empresas o en su casa. Y lo que se consigue que tenga éxito para diez clientes, es el mismo coste para que funcione con diez millones de clientes, es la gran ventaja de la innovación digital.
-Si es más fácil que nunca para cualquier persona el acceso a la información, ¿por qué tiene tanto éxito el pensamiento único emitido desde los laboratorios de ideas de los poderes fácticos?
-Porque los ciudadanos no quieren pensar por sí mismos ni cuestionar las grandes verdades que nos imponen, creen que es una actitud más cómoda. De ahí que el futuro, con más tecnología, no tenga por qué ser mejor que el pasado. Antes era difícil salirse de la doctrina oficial y acceder a datos e ideas era exclusivo de ciertas élites. Hoy sólo hace falta la actitud, un poco de tiempo y de ganas de intentar ver las cosas de una forma distinta. La teoría de la comunicación de masas que tanto éxito tuvo en los años 70 y 80, era desde mi punto de vista, una disculpa a por qué los ciudadanos eran borregos. Son manipulados porque no hay otra posibilidad, se decía. Hoy esa disculpa ya no existe. Por lo tanto, no toda la responsabilidad de la manipulación es achacable al poder, asumamos cada uno la responsabilidad individual de dejarnos manipular por nuestro partido o nuestro opinador de cabecera.
-¿Sigue siendo una quimera la democracia participativa a través de medios electrónicos?
-Si los políticos cambian de actitud y ven que pueden ganar más votos abriendo el acceso a la información y a la toma de decisiones, asumirán nuevos procedimientos. Pero si siguen viendo a los ciudadanos como rehenes de cada partido y no como una pluralidad de personas que tiene ideas distintas sobre distintas cosas, no va a cambiar nada. También ha de renovarse la actitud de los ciudadanos y no tener miedo a estar de acuerdo, para un tema, con un partido al que no ha votado o con el que en principio no simpatiza. O tratar de influir en ese partido y quitarnos el complejo de que es el enemigo. Es crucial resolver una de las grandes mentiras de los políticos: la Administración transparente. Ninguno de los nuevos estatutos autonómicos favorece la liberación de todos los datos públicos, con la lógica salvedad de los datos personales. ¿Por qué no tenemos derecho a conocer las facturas de cada administración pública? Y los ciudadanos podrían hacer contribuciones motu proprio a la política, sin costarle un euro al Estado, teniendo libre y sistemático acceso a los datos de la gestión pública.
-Uno de los blogueros habituales en el Evento Blog, Pablo Herreros, ha desencadenado la retirada de grandes empresas como anunciantes del programa 'La Noria'.
-Imaginemos qué no pasaría si tuviéramos fácil acceso a saber qué empresas son subvencionadas y en qué se gasta de modo concreto el dinero público.
-¿Qué propone para Sevilla?
-Nos falta mucha autocrítica. Creemos que es una ciudad terminada y que simplemente hay que arreglar cosas que no funcionan bien. Eso es un error grave, pensar que está todo hecho, cuando hay muchos temas que no se cuestionan. En vez de pensar cómo debe ser Sevilla en términos absolutos, es mejor centrarnos individualmente en mejorar lo que cada uno conoce más. Por ejemplo, invirtiendo en los jóvenes innovadores. Sí creo haber contribuido a mejorar la ciudad fomentando el encuentro entre personas distintas entre sí, creando espacios de relación entre los blogueros. Al principio nos veíamos una vez al mes en un bar, ahora cada vez hay más foros de encuentro entre los interesados por la web social.
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