Rakitic en el epicentro
Emery esperará hasta última hora al suizo-croata y reconoce que de su estado depende el once Sin su presencia, el Sevilla perdió los cuatro partidos que jugó
"El once irá en función de si está o no Rakitic. El engranaje con Rakitic o sin él cambia". Con esta sola frase, Unai Emery ilustró sobre la importancia del estado del suizo-croata para embocar de una manera u otra un partido, otro más, que es un nuevo match-ball para un Sevilla siempre a contra corriente. Rakitic se ejercitó ayer con uno de los recuperadores y dio un pasito más para intentar llegar a la cita de mañana. Tocó el balón con suavidad y el guipuzcoano tiene ciertas esperanzas de que llegue y por eso lo esperará hasta última hora. Por eso y porque está en el epicentro de todo el juego del equipo.
Hoy será un día clave. El equipo tiene el último entrenamiento antes del partido a puerta cerrada y dependiendo de la evolución del jugador, Emery irá configurando el once titular, aunque es probable que hasta última hora no pueda saber si está al cien por cien tras el fortuito esguince en el tobillo izquierdo que sufrió el miércoles. Si no juega, el guipuzcoano tendrá que buscar una solución de emergencia sobre una estadística negativa: el Sevilla perdió los cuatro partidos de Liga que jugó con él, en Vigo, ante el Valladolid en casa, en San Sebastián y en el Bernabéu.
Hasta ahora, Emery sólo se encontró con la tesitura de tener que buscarle un relevo en esta última ocasión. Entonces optó por reforzar el medio introduciendo en el eje a Maduro junto a Medel y Kondogbia, con Jesús Navas, Reyes y Negredo por delante. Pero ahora tampoco tiene al utrerano por su esguince sufrido en Valladolid.
La influencia en el juego del Sevilla de Rakitic es patente y ya se puso de manifiesto cuando ante el Atlético de Madrid hubo de retrasarlo por la baja de Medel. Ni Reyes ni Jesús Navas supieron realizar su papel actuando como interiores y ante el Espanyol se presenta otro partido ante un rival que llegará a Nervión con la ilusión de dar un golpe que lo impulse a luchar por Europa tras amarrar la permanencia.
"El Espanyol está encontrando un equilibrio a la inversa de nosotros -advertía ayer Emery-. En casa le cuesta ganar y fuera es un equipo muy serio y duro y con victorias. Le tenemos un respeto máximo al Espanyol, que, tras una recuperación desde abajo importante, ahora lucha por nuestro mismo objetivo y es un rival directo. Tiene buenos jugadores, lleva varios años bien. Por circunstancias, el proyecto que tenía se quedó en el camino y ahora con Javier Aguirre ha cogido un impulso que ha hecho que reaccionen, desde lo colectivo a lo individual".
La preocupación por la incertidumbre en torno al estado de Rakitic no sólo se fundamenta en su influencia en el juego, sino también en su aportación como segundo goleador del Sevilla en la Liga gracias a sus 7 tantos. Otra razón más para que Emery lo espere como agua de mayo. En contrapartida, recupera a Medel y ya puede contar con Perotti, quizá el único que rompió líneas por dentro en Valladolid. El argentino podría ser una solución si no está Rakitic, ya que Alberto Moreno o Manu del Moral pueden relevar a Reyes.
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