El 'milagro' de volver a escuchar

Un dispositivo colocado en el oído a través de cirugía logra que personas con sordera profunda y severa puedan recuperar la audición o bien oír por primera vez en el caso de los niños que nacen sin este sentido

El doctor Serafín Sánchez muestra el dispositivo del implante coclear.
El doctor Serafín Sánchez muestra el dispositivo del implante coclear.
Noelia Márquez

01 de mayo 2011 - 05:03

Volver a escuchar después de sufrir sordera profunda puede parecer un milagro, pero ya forma parte de una realidad cotidiana en la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital Virgen Macarena. Una técnica quirúrgica compleja ha permitido devolver capacidad auditiva al 90% de los pacientes que sufren sordera severa y profunda, gracias al implante coclear, un dispositivo que realiza las funciones de estructuras del oído interno que nunca se llegaron a activar o que dejaron de funcionar por un problema de salud.

Los especialistas del Hospital San Cecilio de Granada fueron pioneros en el ámbito estatal en aplicar esta técnica en 1985 y se convirtieron en los maestros del equipo sevillano que desde hace dos años realiza este tratamiento en el Hospital Macarena, que se ha convertido, de este modo, en centro de referencia para Andalucía Occidental (Sevilla, Huelva, Cádiz y Córdoba) en esta técnica quirúrgica.

Desde 2008 "hemos realizado 55 implantes y cada año solemos recibir a 35 pacientes candidatos para este tratamiento en el Macarena", explica Serafín Sánchez, responsable de Otorrinolaringología en el centro hospitalario. La complejidad de este tratamiento reside, entre otras cuestiones, en la necesidad de coordinar a distintos equipos de especialistas: cirujanos, otorrinolaringólogos, pediatras, logopedas y foniatras. "Una vez que el paciente se somete a la cirugía tiene que acudir a seguimiento de logopedia, que suele perdurar años", añade el especialista.

El implante coclear es la única alternativa para un tipo de sordera que está motivada por un problema en el oído interno, concretamente en la estructura conocida como caracol o la cóclea. "Dentro del caracol se encuentran las células ciliadas, que no se regeneran una vez que mueren. La desaparición de estas células conlleva una sordera que es irreversible, de modo que el implante coclear es la única solución para estos pacientes", añade el doctor Sánchez. La técnica consiste "en realizar una incisión detrás de la oreja donde se labra un pequeño hueco en el que se aloja el receptor", precisa. Este dispositivo está conectado a un cable que el cirujano tiene que conducir hasta la cóclea del oído. "A través de este cable se transmiten señales eléctricas desde el receptor implantado y realiza las funciones de las células ciliadas. Las señales eléctricas llegan al cerebro, que las descodifica en sonidos". Este tratamiento hace posible que el oído sea el primer sentido humano que se puede sustituir a través de sistemas eléctricos.

El implante coclear "es una intervención quirúrgica complicada entre otros motivos porque en la zona donde trabaja el cirujano se encuentra un nervio facial. Si este nervio queda dañado durante la operación el paciente termina sufriendo parálisis facial", agrega el responsable de Otorrinolaringología.

Son dos los perfiles de pacientes que pueden acabar con el silencio permanente mediante esta operación: los niños que nacen con problemas auditivos y los adultos que pierden la capacidad de oír tras sufrir una enfermedad. Las infecciones del oído y la meningitis son dos de las enfermedades que pueden provocar pérdida de audición total. Una vez que el paciente se somete a la cirugía y cicatriza la herida, se coloca otro dispositivo sobre la cabeza, el transmisor, que conecta a través de un imán con el implante. Este transmisor envía los sonidos al implante en forma de señales de radio. Cuando el paciente se quita este transmisor esta comunicación se interrumpe y deja de escuchar.

"Una vez que se activan los dispositivos, los pacientes tienen que aprender a interpretar los sonidos que reciben, que son diferente a los que se escuchan de manera natural y ahí entra el trabajo de logopedas", agrega el doctor Sánchez. Las personas que se recuperan con más rapidez son aquéllas que algún día escucharon y que perdieron el sentido del oído por algún problema, pero manteniendo sonidos en el recuerdo.

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