El coche 'ponemultas' denuncia 30 vehículos de la Policía Nacional
Los agentes municipales sufrieron presiones de sus jefes para que borraran las fotos tomadas a los coches mal aparcados junto a la Jefatura de Blas Infante
El coche ponemultas de la Policía Local denunció el pasado martes más de treinta vehículos de la Policía Nacional que se encontraban estacionados de manera indebida en las inmediaciones de la Jefatura Superior de la avenida de Blas Infante. El episodio no debería haber tenido una mayor trascendencia si no fuera porque, al término de la jornada, los dos policías que manejaban el coche ponemultas fueron presionados por sus superiores para que anularan las multas que habían puesto esa misma tarde en la avenida de Blas Infante.
La mayoría de los coches denunciados corresponden a policías nacionales y entre ellos hay vehículos tanto oficiales como particulares de los agentes. En el caso de los coches oficiales, los policías tendrían que justificar que se encuentran mal aparcados por algún motivo relacionado con el servicio para que esas multas no sean tramitadas. En el caso de los vehículos particulares, las denuncias se tramitan de manera ordinaria como en el resto de los ciudadanos.
Al observar que el coche ponemultas estaba circulando de manera lenta y lanzando fotografías a los coches aparcados, los policías nacionales que estaban en la puerta de la Jefatura alertaron a sus superiores de que la Policía Local estaba denunciando a los vehículos de la Nacional. Desde la Jefatura un mando de este cuerpo llamó al jefe de la Policía Local, José Aulet, que es comisario de la Policía Nacional en comisión de servicio.
Éste, a su vez, pidió explicaciones a sus subordinados. Cuando los dos agentes que habían salido con el coche ponemultas estaban descargando las fotografías para pasarlas al ordenador desde el que se tramitan todas las multas puestas por este vehículo, ambos policías recibieron una llamada de un superior ordenándole que borraran todas las fotos de la avenida de Blas Infante.
Los dos policías locales se negaron a obedecer este mandato asegurando a su superior que se trataba de una irregularidad, según explicaron ayer a este periódico fuentes policiales. Los agentes tramitaron las multas como si se trataran de cualquier otra denuncia e incluso aseguraron que ellos desconocían qué vehículos eran de policías y cuáles de ciudadanos, que había coches estacionados de manera indebida y por tanto debían ser denunciados.
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