Un nazareno con túnica del Baratillo roba en un restaurante de madrugada
El ladrón tenía una llave del local y conocía la ubicación de una cámara de seguridad y la combinación de la caja fuerte
El restaurante de la cadena Papasá de la avenida de Menéndez y Pelayo sufrió el pasado Miércoles Santo un robo insólito. Un nazareno irrumpió en la cocina del establecimiento y se llevó la recaudación de la jornada del interior de una caja fuerte. Tal como muestra la grabación de la cámara de seguridad del local, a la que ha tenido acceso este periódico, el ladrón vestía una túnica azul de cola con botonadura roja que coincide con la del Baratillo.
Los hechos ocurrieron a las tres y diez minutos de la madrugada del Miércoles al Jueves Santo. A esa hora saltó la alarma del restaurante. El delincuente debió actuar en connivencia con algún empleado desleal, ya que entró en el local con una llave y tenía información precisa de dónde se encontraba la caja fuerte y la cámara de seguridad. De hecho, en el vídeo se aprecia al nazareno entrando en la cocina con el capirote puesto y un paraguas en la mano izquierda mientras con la derecha se sostiene el antifaz. Da unos pasos, llega hasta la mitad de la estancia, donde se encuentra la caja, y se da la vuelta. En ese instante levanta el paraguas -siempre con la mano izquierda- y con él trata de mover la videocámara que lo está grabando. La golpea hasta tres veces con la punta del paraguas y el aparato se mueve de izquierda a derecha, hasta que al cuarto golpe consigue desviarlo para que enfoque permanentemente al techo. Desde ese momento ya se asegura la intimidad necesaria para abrir la caja fuerte, de la que incluso se sabía la combinación. Los vigilantes de seguridad de la central de alarmas que el restaurante tiene contratada llegaron poco después y no detectaron nada raro, sólo que la puerta estaba abierta, según detalló uno de los propietarios del negocio, Alberto Martínez. En el interior del local no había nada revuelto, salvo la cámara vuelta hacia el techo y el dinero que había desaparecido de la caja fuerte, que no había sido forzada.
El nazareno no lleva guantes y en un momento del vídeo se le aprecia un detalle encarnado en la cintura, que podría ser el cíngulo. Esto significaría que esta persona lucía el hábito del cortejo del paso de la Piedad del Baratillo, que visten de azul con botonadura y cíngulo rojos. Esta hermandad anunció poco después de las cinco de la tarde que no saldría debido a la lluvia. A las diez de la noche se cerraron las puertas de la capilla de la calle Adriano, que se abrieron para que el público viera los pasos. Cinco horas después se cometió el delito. La propiedad del restaurante solicita la colaboración ciudadana para que quien viera a un nazareno entrando en el restaurante o caminando por esa zona de la ciudad de madrugada se ponga en contacto con la Policía Nacional.
Este cuerpo está investigando las imágenes de la cámara de seguridad para tratar de aclarar el robo. El Miércoles Santo suele ser el día de mayor facturación del año para este negocio, ya que la cofradía de San Bernardo pasa muy cerca. En esta ocasión, como no salió esta hermandad, sólo había 1.000 euros en la caja. Este robo se produjo la misma noche que un ladrón reventó la caja fuerte de la confitería La Campana tras ocultarse en las oficinas y al día siguiente de la desaparición de la pistola de un guardia civil que escoltaba a la cofradía del Dulce Nombre en San Lorenzo.
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