Un joven se quema a lo bonzo en los juzgados por estar "amargado"

El chico, que presenta quemaduras en el 85% de su cuerpo, dijo a quienes intentaron socorrerlo que tenía problemas personales y que "quería morirse"

La puerta del juzgado de guardia donde cayó Jonathan Ortiz tras prenderse fuego.
La puerta del juzgado de guardia donde cayó Jonathan Ortiz tras prenderse fuego.
Carmen Gavira

12 de septiembre 2010 - 05:03

Un joven de entre 25 y 30 años se prendió fuego ayer por la mañana junto a los juzgados de guardia, después de rociarse con gasolina y prenderse con un mechero, según precisaron agentes de la Guardia Civil, que confirmaron que el joven se llama Jonathan Ortiz González y que es de nacionalidad española. El chico tuvo que ser trasladado al Hospital Virgen del Rocío con quemaduras que afectan al 85% de su cuerpo.

Los hechos ocurrieron sobre las 10:45 cuando Jonathan Ortiz González llegó andando hasta la esquina de la puerta principal del juzgado con una maleta y una bolsa. El joven soltó la maleta y se retiró unos metros de ella, hecho que llevó a los agentes de seguridad del juzgado a pensar mal, al ser el día del aniversario del 11-S. Posteriormente, sin mediar palabra, Jonathan sacó de la bolsa que portaba una botella con gasolina que se echó por encima y, en seguida, sacó un mechero y se prendió fuego, según contaron a este periódico testigos presenciales y los agentes de seguridad que, en un primer momento, pensaron que lo que el joven se estaba echando por encima era agua para sofocar el calor. "Cuando fuimos a socorrerlo era una auténtica bola de fuego, que venía corriendo", manifestaron los agentes que estaban a las puertas del juzgado.

El joven recorrió aproximadamente 70 metros hasta ser interceptado en la puerta del juzgado de guardia donde cayó al suelo y fue socorrido por los agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional que allí se encontraban.

La médico forense de guardia fue la que atendió a Jonathan echándole unas mantas por encima para sofocar las llamas hasta que llegaron los servicios de emergencias que lo trasladaron al Hospital Virgen del Rocío, donde al cierre de esta edición se encontraba ingresado en estado grave con quemaduras en el 85% de su cuerpo.

Jonathan dijo a las personas que lo socorrieron que tenía muchos problemas personales, que estaba "amargado y desesperado", que le habían "destrozado la vida" y que "quería morirse", detallaron los testigos y fuentes próximas a la investigación.

El joven permanecía a última hora de la tarde de ayer en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío con el 85% de su cuerpo quemado. En este sentido, según confirmaron fuentes sanitarias, el joven continúa en estado grave en la UCI y precisa de ventilación mecánica. Al parecer, Jonathan ya había intentado en una anterior ocasión quitarse la vida, detallaron las fuentes a Efe.

Respecto a la maleta, que levantó la sospecha de los agentes de seguridad, en ella el joven llevaba sus objetos personales, que se encuentran en dependencias policiales, ya que la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación para tratar de esclarecer las causas del suceso.

Al parecer, según informaron a este periódico fuentes cercanas a la investigación, Jonathan Ortiz estaba imputado por algún delito, motivo que puede que le haya llevado a quemarse a lo bonzo. Al juzgado no acudió ayer por este asunto, sino que lo hizo premeditadamente para prenderse fuego. "No se lo pensó ni un momento, sabía perfectamente a lo que venía y lo que hacía", declaró un agente de seguridad del juzgado de guardia, que prefirió mantenerse en el anonimato.

En el momento del suceso la calle estaba tranquila y no había muchos viandantes, al tratarse de un sábado, detallaron las fuentes, que precisaron que si hubiera sido un día laborable la situación hubiera sido "terrible", puesto que entre semana son muchas las personas que circulan por los juzgados, "como si de la calle Sierpes se tratara", dijeron.

Un ciudadano que pasaba por la zona en el momento del suceso fue el que llamó al 112 para alertar de que había visto cómo un joven se prendía fuego en la vía pública, justo al lado del juzgado de guardia en el Prado de San Sebastian. El 112 dio aviso a los bomberos, a la Policía Local y Nacional, y al servicio de Emergencias Sanitarias 061, que se desplazaron rápidamente hasta el lugar de los hechos para atender al joven.

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