Arquitectos achacan la carencia de garantías del Parasol a los fallos del concurso de ideas
El decano del Coas, Ángel Díaz del Río, destaca que dicho concurso se realizó "con la aprobación de todos", y hasta ahora, seis años después, "nadie había puesto objeciones".
El Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla (Coas) se pronunció este viernes sobre la actual situación del proyecto urbanístico Metropol Parasol de la Plaza de la Encarnación de la capital hispalense -cuyas obras seguirán adelante tras aprobación plenaria del último modificado del proyecto-, señalando que, a su juicio, la actual carencia de garantías en la iniciativa viene motivada por los fallos en la gestión del concurso de ideas.
El decano del Coas, Ángel Díaz del Río, señaló que ésta ha sido "inadecuada" por parte de los responsable de la obra, toda vez que el procedimiento del jurado del concurso, "de prestigio internacional", fue para los arquitectos "impecable", con un fallo "inapelable" referido a "un buen proyecto en cuanto a ideas".
El concurso de ideas se realizó "con la aprobación de todos", y hasta ahora, seis años después, "nadie había puesto objeciones", recuerda el COAS respecto a un procedimiento en el que el jurado eligió el proyecto de Jürgen Meyer, encargando el Ayuntamiento al arquitecto ganador el proyecto básico el 10 de marzo de 2004.
En opinión de Díaz del Río, la principal problemática consiste en que el Ayuntamiento convocó el concurso para adjudicar el proyecto en verano de 2005 a la empresa constructora Sacyr, que el 14 de diciembre de ese año suscribió el contrato con el proyecto básico, y no el de ejecución.
Y es que, según el Colegio de Arquitectos, el proyecto básico contiene los elementos generales de la propuesta, pero para aquilatar con precisión los costes y demás circunstancias de la construcción "lo correcto y lo habitual es desarrollarlo mediante un proyecto de ejecución, que en este caso fue terminado tres meses más tarde, en febrero de 2006, siendo ya responsabilidad de la constructora".
Contra el concurso de proyecto y obra
El otro punto de choque con la visión del Coas se encuentra, según su decano, en la modalidad de concurso de proyecto y obra con que se acometió la idea, y en el que el profesional "queda a las órdenes de la constructora y pierde independencia". Recordó, al respecto, que en el procedimiento de Metropol Parasol "sólo hay dos partes, la constructora y la promotora", cuando lo normal es que se incluya también como parte al arquitecto y al aparejador.
"Ahora no tiene sentido que la constructora pueda no asumir fallos", aseguró Díaz del Río, que recordó que esta modalidad de concurso sólo debe darse, como "excepcionalidad", en casos de urgencia importante -"como catástrofes humanitarias, pero no porque se te vayan los plazos"- o en construcciones civiles de complejidad singular.
"En la edificación y construcción todo es posible y todo está inventado, no existe la inviabilidad técnica pero sí la económica", aseveró, añadiendo que "no tiene sentido que con un proyecto de ejecución firmado en febrero de 2006 ahora se diga que empiezan a existir problemas técnicos inviables".
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