El Rastro de la Historia
Una ruta por la Sevilla de Cayetano de Acosta, "el último gran barroco"
Más que un cabildo de hermanos, lo que ocurrió el viernes por la noche en la calle Pureza parecía una cuestión de confianza hacia la junta de gobierno. El hermano mayor de la Esperanza de Triana, Adolfo Vela, y sus oficiales salieron seriamente dañados después de que más del 77 % de los hermanos que asistieron a la reunión votaran no a la propuesta de que el Cristo de las Tres Caídas viajara a Madrid para presidir una de las estaciones del vía crucis que presidirá el Papa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, en agosto de 2011 .
El resultado no deja lugar a dudas: 418 votos negativos, 121 afirmativos y 5 abstenciones. Unas cifras apabullantes e incontestables. El cabildo extraordinario desbordó todas las previsiones de la hermandad, que se vio obligada a habilitar una segunda puerta de acceso a la iglesia. A pesar de ello, la reunión comenzó a las 23:00, una hora más tarde de lo previsto en segunda convocatoria, y terminó pasadas las 2:30.
En la calle, se mascaba la tensión y se podía intuir que el no tenía visos de salir adelante. En la puerta de la capilla se podían escuchar comentarios referidos directamente al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo. "Si tan empeñado está en que el Cristo vaya a Madrid y tiene que ser sí o sí, lo que tiene que hacer es presentarse aquí y dar un baculazo. No poner en esta tesitura a la hermandad", decía una de las personas que hacía cola.
El cabildo comenzó con la lectura de la carta enviada por el arzobispo Asenjo a la hermandad solicitándole que el Cristo estuviera presente en Madrid representando a la Iglesia y las cofradías sevillanas en un acontecimiento tan importante. Adolfo Vela también hizo referencia a una segunda misiva que habría enviado el cardenal Rouco Varela a Asenjo pidiendo la comparecencia del Nazareno y su misterio.
El hermano mayor expuso que la hermandad había planteado tres exigencias para que la imagen viajara la capital de España: que la talla estuviera en un lugar adecuado, que obtuvieran la financiación necesaria y que la logística hiciera posible todo lo concerniente al traslado.
En este punto, Adolfo Vela hizo un detallado resumen de lo que costaría cada partida. Cifró el montante total en unos 55.000 euros, y aseguró que el Consejo de Cofradías y otra entidad privada, cuyo nombre no reveló, podrían sobre la mesa la cantidad de 64.000 euros. Además, indicó que la empresa Helvetia se haría cargo de todos los seguros.
Prácticamente, todas las intervenciones que se produjeron se mostraron contrarias a la propuesta de la junta de gobierno; sólo hubo dos a favor. Algunas personas preguntaron al hermano mayor si todo lo que había dicho estaba por escrito y firmado. Hubo momentos de mucha tensión e intervenciones muy duras que provocaron que tuviera que tomar la palabra, en más de una ocasión, el párroco de Santa Ana y director espiritual de la hermandad, Manuel Azcárate, quien presidió el cabildo. Los hermanos mostraron su total disconformidad a la manera en que la junta de gobierno había gestionado todo el asunto.
La negativa de los hermanos a la propuesta se interpretó tras el cabildo como un duro castigo a la junta de gobierno. Hay oficiales que podrían dimitir en los próximos días.
Adolfo Vela explicó ayer en la salida de la Estrella que la decisión adoptada "no era la que la Iglesia esperaba, pero esa es la opinión de los hermanos y ha sido concluyente. No hay más que hablar", y añadió que "habría que aumir las consecuencias si las hubiera. Hemos perdido una buena oportunidad, el hecho de ser elegidos ya era un gran honor, pero hay personas que no lo han entendido así".
Por su parte, el arzobispo dijo que no era el día para hacer declaraciones: "Acabo de llegar de Roma y estoy confuso".
Tras la negativa de la Esperanza de Triana no habrá un nuevo intento para que algún paso sevillano esté presente en Madrid.
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