A Japón en un gran salto

Un salto. El gran salto. Para Joan Mira, alicantino y diseñador de profesión, el viaje que inicia mañana en moto desde Coria del Río a Japón será el gran salto de su vida. "El recorrido más largo que había hecho hasta ahora fue un Alicante-Pamplona". Pero el salto de Joan, que irá acompañado del motrileño y funcionario Vicente Malpica -un dos para dos- no se queda en lo físico. Aquí hay sustancia. "El futuro del mundo", sostiene Joan, "está muy relacionado con un entendimiento de las diferencias culturales entre occidente y oriente. Tenemos mucho que aprender los unos de los otros".

Coria del Río, provincia de Japón. Sendai, ciudad de los árboles, principio y final de una ruta que busca el entendimiento entre culturas, ideal de nuestros moteros. "Cruzaremos Europa, desde el sur hasta el norte, luego entraremos a Rusia por el noroeste, pasando por Moscú y San Petersburgo. Seguiremos por Siberia y, cuando lleguemos a Mongolia, entraremos por una ruta que atraviesa el desierto del Gobi y las montañas del Altai. Finalmente llegaremos hasta el extremo más oriental de Rusia, donde tomaremos un barco hasta Corea del Sur y luego a Japón".

Todo un gran salto, en el que la preparación mental será más importante que la física. "Lo comprobaremos por las carreteras rusas. A los policías rusos les temo más que al Gobi. Son muy estrictos con el tema de los papeles. Hoy mismo he recibido por correo urgente el visado para circular por el país ruso. Hay que ser un poco samurái para superar eso".

Pero, antes, varias semanas antes, sucederán las etapas por España. "El lugar de salida será la escultura del samurái Hasekura Tsunenaga, en el parque de Carlos de Mesa de Coria. A las 9:00. De ahí el nombre de la Ruta del Samurái, del vínculo del primer embajador de Japón en Europa. Nosotros haremos de embajadores particulares de Coria: el Ayuntamiento coriano nos ha confiado una carta que entregaremos a las autoridades niponas".

Joan y Vicente admiten que no tienen un guión del viaje previsto. Un género a la vanguardia. "Llevamos cámaras digitales HD (de alta definición), con las que iremos recogiendo declaraciones de gente de todos los países que atravesemos. A la vuelta editaremos un documental, en el que mostraremos cómo viven en estos países, que sueños tienen, qué les gustaría cambiar de sus mundos... Será una recopilación de información que pueda ser de utilidad para futuros viajeros que quieran realizar la misma ruta. Pero sólo tenemos el 10% del guión de nuestro viaje. El resto será improvisado".

Lo no improvisado son los primeros renglones, los que transcurren por España. "De Coria a Dos Hermanas, luego Alcalá, Carmona, Lora, Peñaflor, Córdoba y de ahí en autovía hasta Madrid, donde dormiremos la primera noche del sábado al domingo. La jornada siguiente, la del domingo, haremos un Madrid-Barcelona, el puente aéreo por el asfalto, en donde nos tienen preparada una fiesta en un club motero ".

El resto de los 25.000 kilómetros, que durará unos tres meses, será incierto. Todo un gran salto. "Como diseñador, paso mucho tiempo en casa delante del ordenador. Necesito desconectar del del cibermundo y volver a la hostilidad de la naturaleza, a lo poco cotidiano de lo ancestral".

A Joan le sorprende la tendencia a la comodidad de nuestra sociedad. Al portal web de la Ruta del Samurái lo corona una frase que alude al hombre y los retos como necesidad de prosperidad. "En España, la gente se ha acomodado, no le gusta salir de su confort diario. Pero hay más en el mundo, que además puede cambiar tu visión de la realidad. Creo que a veces es necesario una dosis de romanticismo. Porque, si hoy existieran, los samuráis irían en moto en vez de en caballo".