"Soy tu papá, no el hombre malo que te hizo daño"
Padres, víctimas de denuncias falsas, critican la actuación de la Justicia que les deja desamparados y cuentan la "indignación" de ver pasar los días sin saber de sus hijos
La esperanza es lo último que se pierde. A Miguel Ángel Torres, absuelto hace pocos meses de una denuncia de abusos sexuales a su hija, no le falta, a pesar de que no ve desde hace más de siete años a su pequeña. En el año 2008, tras una larga batalla judicial, ganó el juicio y fue declarado inocente de los presuntos abusos a su hija. Unos hechos que fueron denunciados por su ex mujer y madre de la menor. Torres fue detenido y, hasta hace poco, tenía una orden de alejamiento de su niña tras haberse demostrado falsa la denuncia de haber abusado de ella, que padecía lombrices. Han pasado dos años y aún no ha podido ver a su hija, ya que la madre se encuentra en paradero desconocido con la pequeña de 9 años.
La desesperación de Miguel Ángel, sevillano de 37 años, que arrastra varias enfermedades crónicas a raíz de esta vida indigna, obliga a la Federación Andaluza para la Defensa de la Igualdad Efectiva (Fadie) y a la familia de este hombre a exigir a las fuerzas del orden público la inmediata localización de la madre de su hija para que comparezca ante la Justicia, que no puede comunicarle la resolución por encontrarse en paradero desconocido. Torres cada día se acuesta con la ilusión de levantarse y recibir alguna buena y nueva noticia sobre su hija de 9 años. Pese a que se siente desgastado, al igual que su familia, no tira la toalla.
La pequeña, en una de las comparecencias que tuvo que realizar en el juzgado, dijo que su padre era el hombre malo que le hacía daño. "Soy tu papá, no el hombre malo que te hizo daño". Esto es lo que Torres quiere decirle a su hija, "manipulada" y "engañada" por su madre, que desde que comenzó el proceso de separación ha puesto en contra de su padre a la menor, que hoy es víctima del conocido Síndrome de Alienación Parental (SAP), muy discutido por jueces, políticos y profesionales. Esto es al menos lo que explicó Torres tras una rueda de prensa en la que la Fadie, con motivo del Día de la Familia -que se celebra hoy- exigió la desaparición del Ministerio de Igualdad, la transformación de la Ley de Violencia de Género en una de violencia intrafamiliar, modificaciones de la Ley del Divorcio y que se actúe contra las denuncias falsas, entre otras medidas.
Miguel Ángel Torres se siente como una "simple semilla", ya que "no he podido ver lo que sembré", contó. "Me han acusado de maltratador y abusador. Con estos calificativos que la sociedad me puso es difícil rehacer mi vida", relató. "Lo indignante es que sigo sin ver a mi hija. Debe haber una Justicia firme para ambas partes y que los juicios se celebren de forma rápida", exigió.
No es el único que sufre la ausencia de la pequeña. Ni la única menor que de un día para otro se queda huérfana de uno de sus progenitores. El entorno familiar también lo padece. La abuela de la menor -madre de Miguel Ángel- está enferma y cada día se pregunta si podrá ver a su nieta antes de morirse, relató su hijo, que se cuestiona que si él no hubiera tenido la casa de su madre, tras el divorcio se hubiera visto en "la calle como un perro". "La ley ampara a la mujer pero no al hombre. Esto debe cambiar y lo único que se tiene que tener en cuenta es a los niños, que son los que más sufren y son los que menos se tienen en cuenta", denunció.
No es el único caso de denuncia falsa. José Antonio Santos, pasó once meses en prisión por ello. Y hoy día continúa enfrentándose cada día con la ignominia de no poder ver a su hijo, sin que la Justicia pueda evitar las continuas trabas que interpone la madre para que se restituya el contacto entre ambos. Santos ha tenido un poco más de suerte, ya que después de siete años sin ver a su hijo, de 12 años, el pasado 10 de abril se reunió con el. "Fue un impacto precioso para ambos", declaró emocionado. Por ahora, ya que ha solicitado poder pasar más tiempo con el menor, sólo puede ver a su hijo una hora y media todos los sábados en un punto de encuentro. Aunque no ha podido verlo todos porque su mujer en dos ocasiones ha incumplido el régimen de visita y no lo ha llevado. Hecho por el que le han puesto dos faltas. La batalla judicial continúa.
Un caso parecido es el de Rafael Lozano, boxeador cordobés y bimedallista olímpico, recientemente absuelto de maltratar a su ex mujer, tras un largo calvario en el que "las instituciones me dieron la espalda sin preguntar". Actualmente es él el que tiene la custodia de sus hijos.
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