"Transformaré entero el Auditorio"
Eleuterio Población se comprometió el miércoles en Madrid a elaborar el proyecto de reconversión del edificio en pabellón multiusos · Anuncia su cubrimiento, la ampliación del aforo y un estudio de acústica
Esta misma semana ha cerrado en Madrid el acuerdo por el que asume la dirección del proyecto de reforma del Auditorio de la Cartuja como pabellón multiusos con vistas al Mundial de Básket de 2014, que tendrá en la capital andaluza una de sus sedes. Se ha puesto ya manos a la obra y anuncia que estará listo en julio. Eleuterio Población (Huelva, 1928) está feliz de que sea el padre de la criatura el que se haga cargo de la tutela de su crecimiento. "Para mí hubiera sido una auténtica desilusión que no hubieran contado conmigo para este proyecto. Por eso estoy feliz y muy orgulloso". Es pronto para abordar las líneas generales de un proyecto ambicioso que incluye una remodelación sustancial de uno de los edificios representativos de la Exposición Universal, pero un objetivo está ya muy claro: "Transformaré el Auditorio al completo. Sólo quedarán del actual edificio la plaza central de acceso, los camerinos y las oficinas. Es el máximo que podremos conservar. Si pudiéramos salvar más partes, lo haríamos. Pero es que lo demás no sirve". La gran reforma pendiente será por fin abordada: "Por supuesto, habrá que cubrir definitivamente el edificio. Todavía es prematuro hablar de cómo se hará, pero seguro que se hará".
El Ayuntamiento de Sevilla y la Federación Española de Baloncesto (FEB) están empeñados en que el Mundial de Básket deje como legado a la ciudad un edificio multiusos que vaya mucho más allá de un pabellón para partidos del Cajasol. Este principio de actuación supone muchos condicionantes para el nuevo proyecto que afronta este reputado arquitecto: "Me han dejado claro que el aforo debe ser muy superior al actual. Habrá que tener muy en cuenta el estudio de acústica, porque el edificio tendrá diversos y muy distintos usos. El de la acústica será un aspecto clave. No es lo mismo un partido de baloncesto que una actuación musical". El arquitecto no oculta la gran envergadura del proyecto: "Será muy complejo, como todas las obras de arquitectura. El Auditorio es, además, la obra más premiada de la Expo, por lo que todo lo que afecta al edificio resulta de interés".
Población no olvida con amargura la evolución que ha seguido el Auditorio desde la clausura de los fastos del 92: "Ha sido una pena, una pena... Ha quedado abandonado, al aire libre, sin protección alguna, con cada vez menos usos". Y vaticina: "Ahora, si Dios quiere, podremos transformarlo entero". No quiere ni oír hablar de la posibilidad de un derribo del edificio como solución traumática a su evolución negativa, como apuntaba ayer en este periódico el empresario que tiene la concesión del recinto.
El gobierno local ha barajado varias opciones antes de apostar por la opción de reformar el Auditorio Rocío Jurado, en la Isla de la Cartuja, un emplazamiento muy bien valorado por la FEB. En primera instancia, la ubicación más cotizada fue el solar de Los Bermejales donde se proyectó durante un tiempo la polémica mezquita. Pero este suelo se utilizará finalmente para edificar la sede de la Escuela Politécnica de la Universidad de Sevilla y un centro cívico muy demandado por los vecinos de la zona. Sevilla Este y San Jerónimo han sido otras opciones, pero que han perdido fuerza finalmente. La FEB ha dejado claro desde el principio que la ciudad no debe consentir que se repita el "mal ejemplo" del estadio olímpico, ubicado en una zona de difícil acceso y muy alejado de los grandes núcleos de población, unos factores que han lastrado durante años sus resultados económicos.
El Ayuntamiento ya ha reconocido que su prioridad es la del Auditorio, para lo cual gestiona la financiación privada necesaria para sufragar el proyecto sin que cueste un euro a las arcas municipales. El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ya ha dejado claro que no hay dinero público, ni justificación política para que se realizara una inversión municipal en un proyecto de estas características en un contexto de crisis económica y financiera.
Los técnicos del Ayuntamiento que negocian actualmente con las empresas privadas calculan que se necesitarán entre 60 y 80 millones de euros para sacar adelante el pabellón. La clave es el porcentaje del edificio que podrán explotar estas empresas con usos terciarios, pues el planeamiento vigente no permite el 30% al que aspiran las entidades. El Ayuntamiento tiene claro que una gran empresa nacional especializada en la construcción y una firma extranjera tendrán que aliarse para que la iniciativa sea un éxito. La obra deberá dar comienzo como muy tarde en 2012, ya que la duración de los trabajos se estima en dos años. El período de la concesión de la explotación irá en función de la calidad de la obra.
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