Las obras de la Capilla de los Marineros finalizarán en enero

Tras seis largos años y más de un sobresalto, las obras de ampliación y remodelación de la Capilla de los Marineros, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana, llegan a su fin. En la segunda quincena del próximo mes de enero terminarán los trabajos de albañilería y la corporación procederá a vestir y acondicionar el templo para la vuelta de las imágenes, prevista para la semana del 15 al 20 de marzo, una vez concluido el septenario de la Virgen.

Esta reforma posibilitará que se triplique el aforo de la iglesia, pasando de 140 personas a unas 400. Además, se ha dotado a los altares del Cristo de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza de unos modernos e innovadores sistemas de protección, sobre todo el de la dolorosa, que quedará encerrada en un foso bajo el camarín todas las noches, tal y como avanzó este periódico la pasada cuaresma.

Las obras también han hecho posible que se puedan construir unas dependencias para que la hermandad muestre sus tesoros. El principal atractivo de esta zona, que se prevé que esté terminada para mayo o junio, será el paso de misterio, que se expondrá totalmente montado a falta sólo del Cristo, como explica el hermano mayor, Adolfo Vela: "La perspectiva será impresionante porque se podrá ver desde una especie de mirador. Incluso se montará en el paso el esclavo negro que tenía cedido Jesús Despojado". En la segunda sala se podrá contemplar el extenso ajuar de la hermandad. El paso de palio no se exhibirá de momento "por falta de espacio para su correcta contemplación".

El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, acompañado de la delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro, y otras personas, visitó ayer la capilla para comprobar el estado de las obras. El hermano mayor explicó al primer edil que la próxima semana comenzará el montaje del altar de la Virgen, y que el nuevo retablo del Cristo, que está tallando Manuel Guzmán, estará terminado para el verano.

A pesar del espacio ganado los cultos principales seguirán siendo en la parroquia de Santa Ana.