Torrijos dice que el pacto de gobierno recoge una "Tablada verde, no azul"
El primer teniente de alcalde reprueba al portavoz del PSOE por su respaldo a la marisma · IU acota la negociación a noviembre y apoya la actuación del justiprecio
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), se negó ayer a abrir un "debate cromático" sobre los usos de Tablada, pero no se resistió a reprobar al portavoz del grupo municipal socialista, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, al decirle que "el pacto de gobierno firmado por PSOE e IU habla de una Tablada verde, no azul", en alusión a la defensa que el socialista hizo de la propuesta para anegar parte de la dehesa y convertirla en marisma.
Torrijos admitió que IU "será siempre la garante de convertir a Tablada en el pulmón verde del sur de la capital" y reconoció que en ese empeño está dispuesta a iniciar una línea de negociación con los propietarios de los suelos pero con limitaciones.
Entre ellas, la acotación en el tiempo de las negociaciones, por lo que Torrijos fijó a finales de noviembre como un plazo óptimo para explorar las posiciones de las partes y las posibilidades de llevarlas a buen puerto. De otro lado, se refirió también a la contraprestación en caso de alcanzar un acuerdo con los dueños del suelo, contrapartida que no debería basarse única y exclusivamente en la permuta de suelo en otras localizaciones de la capital, algo que rechazaría de plano IU.
"Si se hiciera así, sería un rotundo éxito el origen de toda la operación, esto es, la especulación con los suelos de Tablada, ya que la expectativa de negocio que los promotores habían ideado en esa zona la trasladarían a otro lado", adujo el primer teniente de alcalde. Para no favorecer la estrategia especulativa, Torrijos defendió que la contraprestación se fije exclusivamente en el acuerdo de un justiprecio. "No vemos otra salida que negociar a través del justiprecio", una compensación económica que el Consistorio de Sevilla fijó ya en el año 2007 en 6,7 millones de euros frente a los más de 200 que exigía el holding empresarial propietario de los terrenos.
La enorme diferencia entre ambas cantidades llevó a Torrijos a aceptar la posibilidad de una "revisión o actualización" del justiprecio ofrecido en función de la marcha de la negociación con los propietarios, si bien alertó que esa nueva valoración habría que hacerla tomando como referencia la catalogación y clasificación del terreno como naturaleza rústica, que es lo que contempla el PGOU.
El proceso de negociación con la agrupación de inmobiliarias dueñas de la dehesa, Tablada Híspalis, aún no ha comenzado de modo oficial. El propio Torrijos dijo ayer que, como equipo de gobierno, aún no se ha mantenido ninguna reunión con los representantes de la propiedad, lo que no implica que haya habido acercamiento a nivel de partido.
En cuanto a las declaraciones del alcalde, que se mostró contrario a iniciar un tercer expediente de expropiación por su dilación en el tiempo tras los fracasos de los dos intentos anteriores, Torrijos aseveró que hoy en día hay instrumentos "poderosos y potentes" que avalarían y respaldarían el éxito de un tercer intento para expropiar el suelo. Así, citó la aprobación del PGOU, el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus) y la nueva Ley del Suelo, una norma que tasa el precio de los suelos en función de su valoración original, y no de las expectativas de futuro.
El portavoz municipal de IU quitó importancia a las diferencias entre su partido y el PSOE respecto al uso futuro de la dehesa. "Un gran parque periurbano, que no tiene necesariamente que ser como el del Alamillo, sino concebido como una gran masa arbórea, dará vida a toda la corona metropolitana, y ya existe en muchas grandes ciudades, desde Nueva York a Berlín", apuntó.
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