Los promotores de 'Tablada Marisma' no aclaran si quieren que se construya

La plataforma que postula la idea critica la viabilidad del proyecto de parque metropolitano que defiende el Ayuntamiento · Eluden pronunciarse sobre si la financiación de su propuesta implicará cambiar el PGOU

Fotomontaje realizado por la plataforma de profesionales que defiende la conversión de la antigua dehesa en una marisma fluvial.
Fotomontaje realizado por la plataforma de profesionales que defiende la conversión de la antigua dehesa en una marisma fluvial.
Carlos Mármol

26 de septiembre 2009 - 05:03

La plataforma Tablada Marisma, un grupo de profesionales que defiende la transformación de los suelos de la antigua dehesa en un parque de marisma en lugar de destinarlos a un recinto verde de carácter metropolitano, hizo ayer su presentación oficial. El acto, celebrado en el hotel NH Plaza de Armas después de que el CSIC decidiera no cederles la Casa de la Ciencia -el plan inicial era que esta institución científica apadrinase el acto, pero acabó descolgándose a última hora-, estuvo presidido José María Cárdenas, responsable del estudio de arquitectura Eddea, por Francisco Casero, experto en agricultura ecológica, el economista Rafael Salgueiro y el abogado Francisco Mesonero.

El grupo, que aseguró no representar a nadie más que a ellos mismos, explicó en público por primera vez las líneas maestras de su propuesta, que persigue convencer a las administraciones de que el proyecto de parque periurbano que defiende el Consistorio es equivocado y que la creación de un gran parque de marisma -basado en la presencia masiva de agua- sería una opción más barata y beneficiosa para Sevilla tanto en términos medioambientales como económicos.

La plataforma quiso resaltar las supuestas bondades de su idea y trató, en todo momento, de no enfocar la discusión sobre su aspecto más polémico: las posibles vías para financiar la iniciativa, que, según sus propios planteamientos iniciales, aunque ayer se cuidaron mucho de resaltarlo, obligaría a reservar una parte del suelo de la dehesa para construir edificios privados que permitan financiar toda la operación. Dicho de otra forma: construir edificios de nueva planta creando un frente urbano junto a la SE-30 para compensar al consorcio inmobiliario que es titular de los suelos, algo que en ningún caso permite el actual PGOU, que considera a Tablada zona no urbanizable.

De hecho, los miembros de la plataforma evitaron ayer hablar justo de esta cuestión. Preguntados durante la rueda de prensa abiertamente sobre su opinión al respecto a la posibilidad de que se construya en Tablada -siquiera en una parte, y como fórmula para financiar su propia iniciativa-, los miembros de Tablada Marisma eludieron categóricamente aclararlo, insistiendo una y otra vez en que lo que ellos defienden es un parque de marisma. "No nos compete a la sociedad civil resolver esto. Lo que planteamos es que Tablada sea lo que realmente necesitan los ciudadanos", agregaron, al tiempo que centraron su exposición en censurar el modelo de parque del Consistorio. Según dijeron, su idea tiene encaje en el Plan General. Algo que sólo es posible si la posibilidad de construir se descarta por completo, aunque en ese caso había que buscar otras vías de financiación o compensación para las inmobiliarias.

La propuesta de la plataforma, de hecho, incluía en su génesis una reserva expresa de una banda edificada en el borde más urbano de Tablada. Ayer esa banda desapareció de las dos únicas imágenes con las que este colectivo quería mostrar su idea a los sevillanos, aunque en una de ellas todavía pueden percibirse alguno de los edificios, aunque desdibujados. Este cambio de posición no es asunto baladí: el grave problema político que representaría para el Consistorio el hecho de plantear ahora una modificación del PGOU -que se aprobó hace sólo tres años, y del que PSOE e IU han hecho bandera política desde 2003- acaso aconseje que esta cuestión se obvie en primera instancia -con vistas a intentar reabrir el debate sobre los usos de la antigua dehesa- para resolverlo en una fase posterior. "Nosotros no aspiramos a gestionar la idea", dijeron ayer los representantes de la plataforma, que anunciaron una campaña en favor de la iniciativa mediante visitas a las instituciones y la puesta en marcha de una web para canalizar el posible respaldo ciudadanos a su idea. La web debe comenzar a funcionar hoy con el nombre de marismasdetablada.es. Ayer, sin embargo, todavía no estaba en activo.

En cualquier caso, la tesis de los miembros de Tablada Marisma es que la creación de esta laguna fluvial supondría un importante factor diferencial para la ciudad y tendría positivas repercusiones en materia económica. Esencialmente, en el campo del turismo. A su juicio, esta laguna permitiría disminuir la temperatura ambiental de Sevilla y aumentar el número de pernoctaciones en los hoteles. "También sería un arma para luchar frente a otras ciudades, como Madrid, que quiere acoger unas olimpiadas". Según dijeron Cárdenas y Casero, "de lo que se trata ahora es de presentar un proyecto abierto" que permita "hacer otro tipo de proyecto, gestionarlo de abajo arriba, no de arriba abajo". La intención esencial de Tablada Marisma es, según Paco Casero, "que se produzca un debate". Aunque esta cuestión, en teoría, la dejó resuelta el Plan General, que tardó seis años en elaborarse y, durante el proceso de participación ciudadana, la opinión mayoritaria de los ciudadanos fue construir un parque metropolitano en la antigua dehesa. Fruto de esa discusión hubo dos votaciones en el Pleno municipal en las que, por unanimidad, todos los grupos políticos -desde el PSOE a PP, pasando por IU y, en un caso, el PA- acordaron blindar la dehesa frente a los intereses inmobiliarios de sus propietarios. La primera de estas votaciones fue en 2000. La segunda tuvo lugar en 2006, cuando el Plan General fue aprobado por el Pleno del Ayuntamiento.

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