El gobierno plantea bonificar al usuario del Sevici para compensar la subida
Consistorio y empresa prorrogan la negociación del contrato del servicio de alquiler de bicis, cuyo blindaje de tarifas expiró en abril pasado · La ampliación de la red dependerá de la subida de ingresos de JCDecaux
La caída del mercado de la publicidad en Sevilla por mor de la crisis está detrás de las dificultades que la concesionaria del servicio de alquiler de bicicleta pública de la capital, la francesa JCDecaux, y el Ayuntamiento hispalense están teniendo para renovar la letra pequeña del contrato de adjudicación del servicio que expiró el pasado mes de abril. Hasta esa fecha se debían mantener sin cambios las tarifas y condiciones del servicio público de alquiler de bicicletas, estipulaciones que se mantienen todavía hoy en función de una prórroga entre empresa y administración a la espera de firmar un acuerdo que contente a ambas partes.
La necesidad de subir las tarifas del Sevici fue el primer requisito esgrimido por la empresa de acuerdo con dos argumentos: los ingresos de explotación deben compensar la caída del negocio de la publicidad en mupis y mobiliario urbano -cedido a JCDecaux como suplemento del contrato del Sevici- y, en segundo lugar, las tarifas en Sevilla son las más baratas, con diferencia, de todas las ciudades españolas y europeas que ofertan el alquiler de bicicletas públicas.
En el marco de la negociación, el gobierno local de Sevilla baraja la opción de subvencionar al usuario del Sevici con bonificaciones que rebajen el coste del servicio en función de su uso -a más trayectos diarios y duración, mayor bonificación- que se traduciría en un mayor crédito en la tarjeta de abonado de larga duración. Esta ayuda municipal sería para poseedores de tarjetas anuales, aunque se estudia restringir más el ámbito de actuación y premiar sólo a los empadronados en Sevilla.
Fuentes municipales informaron a este periódico de que el contrato suscrito con JCDecaux no permite subvencionar directamente el coste de las tarjetas de abonados, como sí ocurre, en cambio, en otros sistemas de transportes urbanos, como por ejemplo Tussam. De hecho, el Consistorio transfiere anualmente a la empresa municipal de autobuses 10,7 millones de euros en concepto de subvención de títulos de viajes especiales, como los abonos gratuitos para la Tercera Edad, el bonobús joven y el bono solidario para desempleados.
Aun así, el establecimiento de cualquier tipo de ayuda municipal que pudiera repercutir en una rebaja del coste del servicio para el usuario sería "al margen" de la ampliación de la red de estaciones de Sevici y de la puesta en uso de un mayor número de bicicletas, cuestiones que sólo pueden estar basadas en el incremento de las tarifas y en una mayor recaudación del servicio.
Con la sola excepción de Lyon, con tarifas inferiores a Sevilla, el servicio hispalense es el más barato del arco de ciudades nacionales y europeas. En Barcelona, por ejemplo, las tarifas doblan a las de Sevilla (24 euros el pase anual), en París llegan hasta los 30 euros y en Rennes el pase anual cuesta 23 euros.
En Sevilla, las tarifas permanecerán invariables mientras no se renegocie el contrato -5 euros el abono semanal y 10 euros el anual, más una precarga de 3 euros como crédito-, pero tampoco habrá más vehículos disponibles pese al espectacular aumento de abonados, que sólo en larga duración supera los 55.000. De momento, el Sevici oferta 250 estaciones y 2.500 bicis cubriendo la mayor parte de la ciudad, pero no llega a barrios alejados del centro, como Torreblanca y Bellavista, ni a la Pablo de Olavide, zonas a las que sí llega el carril bici. La ratio actual es de una bicicleta por cada 47 abonados del servicio público de alquiler, incluidos los usuarios con pase de corta duración.
Ampliación del servicio, revisión al alza de tarifas y un mejor mantenimiento de los vehículos son las tres patas de una negociación que no tiene caducidad, según informa la Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad que dirige Antonio Rodrigo Torrijos (IU). La concesionaria, además, alega que necesita afrontar los costes derivados del alto índice de vandalismo que sufre el parque de bicicletas, por lo que la subida de tarifas puede ser una opción viable para compensar los gastos de las reparaciones.
Según los últimos datos aportados por el Consistorio, una de cada diez bicicletas ha sido robada y se encuentra desaparecida (220 de las 2.500 ofertadas por el Sevici), mientras que la cifra de bicicletas objeto de actos vandálicos que han de ser reparadas en los talleres suman 250 a la semana.
Las conversaciones entre empresa y Ayuntamiento para garantizar una mayor calidad del servicio han comenzado a dar sus frutos. El servicio técnico de Sevici cuenta ya con 38 personas en activo, se ha incrementado el flujo de retirada de vehículos de las estaciones más demandadas en hora punta para garantizar bornetas libres y, recientemente, se ha activado un cambio del software en las terminales de las estaciones para eliminar el paso de pulsar los botones de las bornetas para desanclar las bicibletas, uno de los elementos más vandalizados y, por ende, con mayor tasa de fallo a la hora de tomar una bici.
Por lo pronto, Rodrigo Torrijos ha avanzado tres mensajes: que no habrá numerus clausus en los abonos anuales pese a continuar la saturación del servicio; que el precio de las tarifas tras la revisión "en ningún caso" será de 30 euros, como trasladó inicialmente la empresa; y que el servicio no dejará de funcionar de madrugada para tratar de detener la espiral de ataques vandálicos.
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