La Junta da marcha atrás y cambia al 10 de septiembre el inicio del curso
El calendario escolar tendrá sólo tres días lectivos más, no seis, después de otra modificación con la que Educación intenta contentar a profesores y padres. Secundaria y Bachillerato empezarán el 15.
De lo inamovible al cambio por sorpresa. El próximo curso empezará el jueves 10 de septiembre, en lugar del día 7, fecha que hace un mes la Junta anunció como irrevocable en la última reunión que mantuvo con los sindicatos para abordar el calendario escolar. El nuevo equipo directivo que comanda la Consejería de Educación ha sopesado los pros y contras de dicha modificación y ha decidido comenzar las clases cinco días antes. Un adelanto que en la práctica sólo supone tres jornadas lectivas más (178 en total), lo que deja en entredicho la efectividad del cambio de fechas.
Si no hay otros cambios de última hora, se trata del último capítulo para la aprobación definitiva del decreto que regula el calendario escolar, una normativa que abrió a primeros de año uno de los mayores frentes entre la Junta, los docentes y los padres.
Los alumnos que estudien el próximo curso Infantil y Primaria en los colegios andaluces entrarán en las aulas el 10 de septiembre y los que lo hagan en Secundaria y Bachillerato comenzarán el día 15, fecha que se mantiene igual a como estaba prevista en el borrador original del decreto. La modificación llama la atención por dos cuestiones: primero, por publicarse de forma inesperada, a menos de una semana de que concluya el presente curso; y segundo, porque supone un cambio de talante en el seno de Educación, que ha pasado de cerrar de forma tajante el debate sobre el inicio de curso a buscar un consenso en la comunidad educativa.
La nueva consejera, Mar Moreno, intenta de esta manera contentar a maestros y padres sin alejarse del objetivo que marcó su antecesora en el cargo: dotar de más jornadas lectivas al curso para ayudar a la conciliación de la vida familiar y laboral así como mejorar los resultados escolares.
No es laprimera vez que la fecha del 10 de septiembre sale a la palestra desde que se hizo público el contenido del nuevo decreto. Desde entonces se han propuesto varios días para el inicio del curso 2009-10. El primero fue el 7 de septiembre, tal como recogía el borrador original y sobre el que ha girado toda la polémica. Luego, ante la oposición unánime de los sindicatos de enseñanza a adelantar el curso, la anterior consejera, Teresa Jiménez, ofreció el 10 de septiembre como segunda opción. Una propuesta que no llegó a materializarse, ya que expiró el plazo dado por Educación sin que las centrales sindicales se pronunciaran al respecto, lo que motivó que el comienzo de las clases se fijara de nuevo el 7 de septiembre. En esta diatriba, algunas federaciones de padres de alumnos, como la sevillana FAPA Nueva Escuela, llegó a pedir que el curso se iniciara el 1 de septiembre, para conciliar vida familiar y laboral.
Una vez que se estableció el 7 de septiembre no se barajó ninguna otra fecha. Pero el debate siguió abierto, hasta tal punto que el Consejo Escolar, un órgano consultivo de la Junta donde se encuentran representados todos los sectores de la enseñanza andaluza, llegó a cuestionar la conveniencia del adelanto en un primer informe, por lo que hubo que elaborarse otro en el que ya se daba el visto bueno, lo que no disipaba las dudas sobre la falta de consenso en este asunto.
El cambio de consejera abrió una nueva ventana a la esperanza para los sindicatos, que pareció cerrarse el pasado 15 de mayo, cuando el viceconsejero, Sebastián Cano, daba por concluido el debate y fijaba el 7 de septiembre como fecha inamovible. De ahí la sorpresa por este cambio, con el que se persigue agradar a toda la comunidad.
La satisfacción, no obstante, es moderada. Los sindicatos valoran el cambio de talante, pero siguen mostrándose reacios al adelanto, porque consideran que no mejorará el rendimiento escolar y que se deben adoptar otras medidas. Por su parte, en las asociaciones de padres de alumnos hay división de opiniones. Discrepancias aparte, lo cierto es que el próximo curso tendrá 178 días lectivos, una cifra que, según Educación, sitúa a Andalucía en la media española, lo que para la Junta supone “todo un logro”.
El decreto provoca un cisma en las ampas andaluzas
El decreto del nuevo calendario escolar ha sido el detonante para que el movimiento de las federaciones de asociaciones de padres de alumnos de la escuela pública en Andalucía (ampas)termine dividiéndose. Fuentes del sector han confirmado a este periódico que en pocas semanas se constituirá una nueva confederación distinta a la actual, Codapa, en cuyo seno han surgido diversas discrepancias. La más reciente se suscitó tras la polémica desatada por el adelanto de curso, ya que algunos representantes de las ampas consideran que la actual presidenta de Codapa, Pilar Triguero, tendría que haber rechazado el último cambio realizado por la Junta, que fija el 10 de septiembre como fecha definitiva para el inicio de las clases de Infantil y Primaria. Los integrantes de esta confederación critican también el “excesivo conformismo y la actitud servicial” que la dirección actual ha mostrado con todos los proyectos educativos puestos en marcha por la Junta los últimos años.La nueva asociación ha empezado a constituirse con cinco federaciones, entre las que se encuentra la sevillana FAPA Nueva Escuela.
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