La Policía investiga también el ordenador del abuelo de Marta

La Policía Nacional investiga desde ayer el ordenador personal de José Antonio Casanueva, el abuelo de Marta del Castillo, desde el que la joven desaparecida se conectaba a internet con cierta frecuencia. Los agentes encargados del caso trasladaron ayer la computadora de este hombre a la Jefatura Superior de Policía para seguir rastreando los chats y las redes sociales utilizados por Marta e intentar así averiguar su paradero y qué pasó realmente la noche del sábado 24 de enero.

Éste es el segundo ordenador de la familia que la Policía investiga, ya que desde horas después de la desaparición los agentes analizan exhaustivamente el portátil de la adolescente. La información obtenida del ordenador es una de las piezas clave de la investigación y ha permitido a la Policía trabajar con la certeza de que la joven subió a su casa y se conectó a internet minutos antes de su desaparición y justo después de que fuera dejada cerca de su casa por un amigo.

"Ella no era buena estudiante y solíamos castigarla cuando traía malas notas. El castigo siempre consistía en quitarle el móvil y el ordenador. Entonces ella bajaba a casa de los abuelos -situada tres plantas más abajo, en el mismo edificio- y se conectaba desde allí", explicaba ayer Antonio del Castillo, el padre de Marta, en una rueda de prensa ofrecida a las puertas de su casa, en el bloque número 3 de la calle Argantonio.

La Policía también ha tomado muestras de ADN a los padres de la joven desaparecida. Esta medida responde al protocolo que sigue la Policía Científica en todos los casos de desaparición y permite a los investigadores disponer del perfil genético de Marta del Castillo. Esa información quedará almacenada en los archivos de la Jefatura Superior de Policía y podría ser muy valiosa a medida que avance la investigación.

La familia insiste en que Marta no se fue de manera voluntaria y cree que quedó con alguna persona conocida entre las nueve y media y las diez de la noche del sábado. Un amigo la dejó a 25 metros de su casa, donde en ese momento no había nadie. La joven subió y se conectó a internet, tal y como probaría el hecho de que el módem estuviera encendido, cuando su padre siempre lo apaga y sostiene que el sábado también lo hizo antes de salir de casa. "Luego pudo recibir una llamada al porterillo o al móvil, alguien que le dijera que estaba por aquí cerca y ella bajó. Me da la impresión de que ni siquiera entró en internet y sólo puso la conexión en marcha", explicó el padre.

Luego la chica bajó y se cruzó con una vecina en el portal. Ahí se le pierde el rastro. "Bajó, pero no se fue voluntariamente, pongo mis dos brazos". La teoría de la familia la avala la aparición del monedero de la joven en su cuarto, con los diez euros con los que había salido por la tarde en su interior. También estaba allí su bolso. "Sólo cogió el DNI, pero era una chica que siempre iba a todas partes con el DNI y con el móvil, hasta para comprar el pan. Nunca llevaba el carné en el monedero para no perderlo si le robaban".

El padre y el tío de la menor desaparecida fueron recibidos ayer de nuevo por el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés, y el jefe superior de Policía en Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra. "Nos han transmitido tranquilidad, que ellos están investigando, que no escatiman en medios, pero que es un proceso que requiere su tiempo. Queremos que haya contactos periódicos para quedarnos tranquilos". Hoy se cumple la primera semana de ausencia de Marta.