"A veces escribimos para leernos a nosotros mismos"

Los invisibles

Víctor Muñoz Gómez. Sevilla es la media geográfica entre Valladolid, su cuna, y La Laguna, su destino docente. Este joven historiador ha ganado el premio Ateneo de Historia

Víctor Muñoz, en la calle Álvarez Quintero, donde vivió Ramón Carande. Unidos por los Trastamara.
Víctor Muñoz, en la calle Álvarez Quintero, donde vivió Ramón Carande. Unidos por los Trastamara.
Francisco Correal

29 de octubre 2016 - 05:03

LOS dos son de los ochenta, uno del siglo XIV, Fernando el de Antequera (1380-1416), otro del siglo XX, Víctor Muñoz (Valladolid, 1981). Dos nombres unidos por el libro con el que el segundo ha ganado el décimo premio Ateneo de Historia.

-Si 'su' rey nace en Medina del Campo y muere en Barcelona, ¿por qué el de Antequera?

-Porque se la gana a los musulmanes en 1410, dos años antes de ser coronado rey de Aragón.

-¿Cuál es su relevancia?

-Es nieto de rey (Enrique II), hijo de rey (Juan I), hermano de rey (Enrique III Trastamara). Uno de sus siete hijos, Juan II, es el padre de Fernando el Católico.

-Ramón Carande lamentaba que en la guerra perdió sus documentos de los Trastamara...

-Es un honor seguir su estela.

-Usted es de la corona de Castilla...

-Nací en Valladolid, mis padres son de dos antiguos señoríos del matrimonio de Fernando y Leonor de Alburquerque. Mi padre, de Cuéllar, Segovia, mi madre de Viloria del Henar, en Valladolid.

-¿De dónde viene este libro?

-Esta semana hace nueve meses de la defensa de mi tesis, Corona, Señorío y redes clientelares.

-Parece un título de hoy...

-Las cosas no cambian tanto.

-¿Es una tesis muy castellana?

-Yo estoy en la Universidad de La Laguna. En el medievalismo hay un nexo entre la Castilla del Norte, Sevilla y La Laguna. Por allí pasaron Manuel González Jiménez o Miguel Ángel Ladero.

-El título del libro es matrimonial. ¿Qué pareja formaron?

-Eran primos. El abuelo de Fernando y el padre de Leonor eran hermanos. A diferencia de los reyes de su época, no se les conocen amantes ni hijos bastardos.

-¿Dónde se hace rey?

-El compromiso de Caspe lo convierte en rey de Aragón. A la muerte de Martín I se presentan seis candidatos. El catalanismo interpreta como un expolio y un abuso el descarte del conde de Urgel, uno de los aspirantes. Más allá de que se quiera utilizar la Historia para nuestros fines y para justificar nuestras propias políticas, hay que verlo en la perspectiva de cada momento. Fernando supo manejar muy bien los acuerdos y las habilidades. Por una especie de golpe de Estado el rey de Aragón se convierte en regente de Castilla.

-Castilla y Aragón serían entonces como hoy Estados Unidos y Canadá...

-Tendemos a analizar la Edad Media más como un reflejo de ahora que como lo que fue. Pensamos que el centro de todo estaba en el centro de Francia, el sur de Inglaterra, el oeste de Alemania y el Papado. El Mediterráneo y la Península Ibérica tenían mucho peso. Se produce un cisma en la Iglesia, hay varios papas elegidos a la vez y el emperador hace de Fernando su interlocutor.

-¿Qué emperador?

-Segismundo, rey de Bohemia y de Hungría. Convence a Fernando para que abandone al Papa Luna, un pontífice aragonés que había sido su valedor. Aragón era también Cerdeña y Sicilia. Y faltó poco para que fuera Nápoles.

-Se ha cumplido el sexto centenario de su muerte...

-Y el quinto centenario de la de su nieto, Fernando el Católico. El de Antequera estuvo a punto de morir en Valencia, pero lo llevaron hasta Perpignan para reunirse con el Papa y el emperador.

-¿Qué reyes vienen después?

-De sus siete hijos, Alfonso será rey de Aragón; Juan, primer rey de Navarra; María, reina de Castilla; y Leonor, reina de Portugal al casarse con el rey Duarte.

-Se lleva un premio de Sevilla. ¿Esa historia pasó por aquí?

-Fernando pasó temporadas en Sevilla de joven. Viene en sus campañas. No hablaban de Reconquista, que es ideología pura, sino de recuperación. Llevaba a gala tener el mismo nombre que Fernando III. Hizo uso de sus reliquias para obtener legitimidad y fuerza. A las campañas bélicas se llevaba la espada del rey castellano de Sevilla. Era muy devoto de la Virgen de la Antigua.

-¿Qué consigue en Sevilla?

-Alianzas. El poder no te lo da lo que tienes, sino quienes te apoyan. Ahí están el adelantado Perafán de Ribera y algunos caballeros veinticuatro. Sevilla está entonces muy lejos de la corona de Castilla; el eje del poder se cuece entre Valladolid, Toledo, Segovia, Burgos; pero Sevilla es el eje de la frontera, la ciudad más cosmopolita y abierta al Atlántico y al Mediterráneo.

-¿Antes del Descubrimiento?

-Por eso lo protagonizó, porque era una ciudad con una efervescencia y una capacidad de atracción sin parangón. Preparada para participar en las expediciones atlánticas, un liderazgo que va a compartir con Lisboa.

-¿Cómo surge su vocación?

-Me hacía ilusión ser arqueólogo, pero me sedujeron los papeles y la Edad Media por el periodo y la sociedad. Al principio me centré en los estudios mayas.

-¿Qué investiga ahora?

-Estoy en un proyecto de Historia Marítima, doy clases en un instituto de La Laguna y participo en una monografía sobre la enseñanza de la Historia de la Edad Media en Secundaria.

-¿Hay dentro del libro una novela histórica?

-Los historiadores tenemos razones para quejarnos, pero somos un poco injustos con los novelistas. La realidad, por suerte o por desgracia, siempre supera a la ficción, pero ésta la recrea mejor. Da para una novela y una saga. Hay intrigas, cambios de bando, guerras en las fronteras, destierros, búsqueda de fortunas. Alguna vez lo pensé. A veces nuestros libros son muy pesados y los escribimos para que nos leamos nosotros mismos y no para que los lea todo el mundo.

-¿Pedagogía de la historia?

-Hacen falta buenos libros de ficción, buenos documentales, buenas películas, buenas exposiciones, buenos videojuegos. Los alumnos de Secundaria saben de la Edad Media más por los videojuegos que por los libros o las visitas a exposiciones.

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