El barrio más pobre de España

Los Pajaritos es la zona con menor renta del país según el INE, por delante de las Tres Mil Viviendas Siete de los trece barrios con menos ingresos por hogar son de Sevilla

1. Una partida de dominó en mitad de la calle, ayer por la tarde en Los Pajaritos. 2. Ropa tendida en los patios interiores de los edificios. Se aprecia el mal estado de las fachadas. 3. Un anciano pasa la mañana sentado al sol en un banco, la pasada semana. 4. Un hombre pasa con su hijo por delante de una pescadería.
1. Una partida de dominó en mitad de la calle, ayer por la tarde en Los Pajaritos. 2. Ropa tendida en los patios interiores de los edificios. Se aprecia el mal estado de las fachadas. 3. Un anciano pasa la mañana sentado al sol en un banco, la pasada semana. 4. Un hombre pasa con su hijo por delante de una pescadería.
Fernando Pérez Ávila

08 de marzo 2016 - 05:03

Las calles del barrio más pobre de España llevan más de quince años llenas de hombres sin hacer nada. Cualquiera que se dé un paseo en una mañana de un día laborable los verá, charlando en una esquina, sentados en un banco, fumando un cigarrillo o simplemente contemplando la nada. Algunos de ellos, los de la mirada más dura y los brazos llenos de tatuajes borrosos, mantienen el equilibrio en una postura muy peculiar, con un pie adelantado y el otro recogido, como si estuvieran sentados sobre él. Dicen quienes han estado dentro que es un gesto clásico del talego, que es la postura más cómoda para pasar las horas muertas en el patio de la cárcel.

El barrio más pobre de España es Los Pajaritos. Tres Barrios-Amate, si se prefiere la denominación oficial y más amplia, puesto que ésta, además de Los Pajaritos, engloba a Madre de Dios, la Candelaria y las casas bajas de Amate, al otro lado de la avenida Federico Mayo Gayarre. En toda esta zona la renta media por familia es de 12.614 euros al año, la más baja de toda España según un informe recién publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este departamento ha estudiado los barrios de las quince ciudades más pobladas del país y ha hecho una clasificación según su nivel de renta. Tres de los cuatro más pobres son sevillanos. También lo son siete de los trece de menor renta. En cambio, entre los quince con más ingresos no hay ninguno de la capital andaluza.

Tras Los Pajaritos figura, en segundo puesto, las Tres Mil Viviendas, con 12.777 euros por hogar. Es decir, apenas 150 euros más que Los Pajaritos. El cuarto puesto es para Torreblanca, que roza los 15.000 euros; el octavo para Las Letanías, que el INE diferencia deel resto del Polígono Sur; el décimo para el Polígono Norte, el undécimo para el Cerro del Águila y Su Eminencia y el decimotercero para el Polígono de San Pablo. El barrio con mayor renta de Sevilla es Santa Clara, con 50.000 euros de ingresos por familia al año, lejos de los quince barrios más ricos de España, todos repartidos entre Madrid y Barcelona.

La pobreza y el deterioro de Los Pajaritos se explica básicamente por un factor principal: el paro endémico que azota a toda esta zona de la ciudad. La mitad de la población activa del barrio está sin trabajo, en muchos casos desde hace más de quince años. Éstos son los datos oficiales, pero hay muchos vecinos que ya no acuden al Servicio de Andaluz de Empleo (SAE) y no figuran en las estadísticas. La plataforma Tres Barrios-Amate, que lucha por la mejora del barrio, estima que los datos reales de paro oscilan entre el 75% y el 80%.

La plataforma elaboró el año pasado un informe sobre el paro en Tres Barrios y Amate, en el que calificaba la situación como crónica. "Las difíciles condiciones de dependencia, las altas tasas de drogadicción, de alcoholismo y comercio de estupefacientes, los elevados niveles de delincuencia, el escaso respeto a los espacios públicos, el deterioro de viviendas y calles por abandono, las carencias educativas y culturales, la inseguridad y la conflictividad, la débil sociabilidad y el alejamiento de las actividades vecinales, sociales y culturales han creado un círculo vicioso que, a su vez, genera falta de recursos e incapacidad para cualquier tipo de promoción laboral", decía este informe, que también aportaba una serie de datos "alarmantes" recogidos en el diagnóstico del plan integral del barrio.

El tramo de edad de los 25 a los 55 años registraba un paro del 70% de la población activa, con mayor porcentaje entre las mujeres que entre los hombres. El 43% de los núcleos familiares tenían en paro, hace ya quince años, a todos sus miembros. Los servicios y la construcción suponían los sectores económicos con tasas más elevadas tanto de ocupación como de desempleo (80% y 70%, respectivamente). La escasa formación es el principal factor responsable de la evolución negativa de la actividad laboral. Los vecinos con estudios medios y superiores no llegan al 5%, menos del 20% cuentan con el título adecuado de educación primaria y casi el 70% no tiene formación académica alguna. El resto vive en el analfabatismo virtual, agravado por los "niveles altísimos" de absentismo y abandono escolar. Además, los planes de estudio vigentes se caracterizan, a juicio de la plataforma, por su "desconexión" de la realidad social y profesional de la zona, ya que la mayoría de los recursos formativos para jóvenes se ubican "fuera del barrio y son de escasísima duración y eficacia".

La mayoría de la población vive, por tanto, en una situación extremedamente difícil, con trabajos precarios y eventuales o subsidios sociales, pensiones y ayudas muy bajas. Además, el 40% de la población del barrio es dependiente. La precariedad y debilidad del tejido empresarial también influye. Los autónomos sólo representan el 10% de la población activa y sólo hay seis empresas por cada mil habitantes. El desmantelamiento de los recursos de empleo, que han quedado prácticamente reducidos a la nada con los continuos recortes de las administraciones en los últimos años, ha caído como una losa más. Actualmente, sólo el Programa Extraordinario de Ayuda a la Contratación del Ayuntamiento de Sevilla (Pacas) se mantiene como único salvavidas para las familias con mayores problemas.

En el capítulo de los recortes, por ejemplo, destaca la Unidad de Trabajo Social (UTS), a la que se dotó de una nueva ubicación en el mercado, pero que sólo atiende a cinco familias al día. Esto hace que haya gente esperando para ser atendida haciendo cola desde las cuatro de la mañana. Las asociaciones vecinales, parroquiales y deportivas del barrio están asumiendo esa función social. Cáritas de la parroquia de la Candelaria tiene 400 expedientes abiertos y ha incrementado su presupuesto de 24.000 a 100.000 euros en unos años. Algunos de los vecinos temen que una chispa vuelva a explosionar el barrio. Ya ocurrió en 2002 tras la muerte de un atracador.

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