El Ayuntamiento trabaja ya para hacer de Artillería una gran "factoría cultural"

El objetivo es dar uso al viejo cuartel, pero antes se estudiará la viabilidad del proyecto dado el estado del edificio La idea podría arrancar en unos meses en un enclave como la Nave Singer

Imagen actual de las instalaciones, donde se ha rehabilitado ya una parte.
Imagen actual de las instalaciones, donde se ha rehabilitado ya una parte.
María José Guzmán

20 de agosto 2015 - 05:03

La intención del gobierno de Juan Espadas es dar uso en el menor tiempo posible a la antigua Fábrica de Artillería, un inmueble del siglo XVIII declarado Bien de Interés Cultural (BIC) que el Ejército abandonó definitivamente hace justo cinco años y que espera desde entonces un plan por parte del Ayuntamiento de Sevilla, propietario de estas singulares dependencias. El gobierno del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín se despidió en 2011 sin haber concretado un uso y el del popular Juan Ignacio Zoido, que consideró prioritario el proyecto, inició después de tres años de mandato una rehabilitación por fases, sin definir tampoco el destino final.

El actual equipo del PSOE sí tiene claro que Artillería albergará una "factoría cultural", un gran contenedor donde dará cabida a empresas y artistas de distintas disciplinas, desde promotores culturales a gente del circo, por ejemplo, y donde se dará prioridad a los jóvenes creadores.

El proyecto es novedoso y, sin querer clonar otros como el de Matadero de Madrid o la Alhóndiga de Bilbao, supondrá una aportación nueva en defensa de la cultura de base y para el apoyo a los emprendedores de este sector. Tanto el alcalde como el delegado de Cultura, Antonio Muñoz, han conocido en los últimos meses experiencias en otras ciudades. La última hace sólo un mes en Madrid.

Actualmente, la prioridad para el gobierno es el edificio de Artillería, por su gran capacidad, pues la intención es ir ocupando todas las naves a lo largo del mandato y generar en este patrimonio histórico un "ecosistema cultural" donde no sólo trabajen los creadores, sino que esté abierto también al público. Muñoz mantiene que, una vez que se colonice una nave, la demanda irá creciendo. En Madrid, por ejemplo, Matadero se ha convertido también en una especie de gran coworking cultural donde existen un equilibrio entre la oferta y la demanda. Así, creadores allí instalados contratan a otros compañeros de espacio, por ejemplo sastres para producciones de cine o diseñadores de webs culturales, para completar sus servicios.

Otra posibilidad sería la fábrica de tabacos de Los Remedios, Altadis, que de momento se ha descartado dada su situación, pues el nuevo alcalde ya ha anunciado que renegociará con la empresa el convenio alcanzado con el PP y empezará de cero, un trámite que llevará su tiempo.

Por ello, Cultura está ahora pendiente de que los técnicos municipales visiten las instalaciones de San Bernardo y determinen cuánto dinero y tiempo se requiere para ponerlas en uso. Esto es, la rehabilitación necesaria para dar entrada a los creadores deberá ser barata, rápida y funcional y, tal vez, este inmueble requiera de una mayor intervención para garantizar la seguridad y el acondicionamiento de los espacios.

En este caso y para no perder más tiempo, en palabras del nuevo gobierno, se baraja ya iniciar este proyecto en otro enclave que no requiera apenas de intervención. Y conforme vaya creciendo se podría trasladar a medio plazo a Artillería. La alternativa podría ser la Nave Singer, en la calle Lumbreras, unas instalaciones que ya albergaron a la escuela taller encargada de rehabilitar la cerámica de la Plaza de España. Un entorno donde, además, este tipo de proyecto cultural tendría muy buena acogida y permitirá arrancar, tal y como pretende Muñoz, en cuestión de meses. Aunque también se ha estudiado la posibilidad de las antiguas naves de Renfe en San Jerónimo, un espacio menor que Artillería, que conserva su estructura, a pesar de los continuos expolios, pero que también requiere una intervención.

La Fábrica de Artillería se abrió al público la pasada primavera. En concreto, la calle central se convirtió sólo por unos días y en horario diurno en una vía más de San Bernardo. La intención del entonces alcalde, Juan Ignacio Zoido, era mostrar a los sevillanos las intervenciones que se habían iniciado en el inmueble y las que estaba previsto acometer. El presupuesto previsto para restaurar Artillería era de dos millones de euros, pero al final del mandato sólo se había ejecutado una cuarta parte. Las primeras obras de conservación concluyeron en marzo de 2014 y el mandato acabó con otros trabajos ya licitados para restaurar la conocida como Catedral, las naves de la Fundición Mayor, la Fundición Menor y los Talleres de Herramientas. Y había otros pendientes de redacción y tramitación.

Antes de que acabe el año el Ayuntamiento tendrá definido el proyecto que, al margen del lugar donde arranque, será muy ambicioso y se irá completando en los próximos cuatro años. "Es un lujo asiático que una ciudad como Sevilla tenga edificios vacíos mientras hay gente del mundo de la cultura, y también de otros sectores, demandando espacios para poder desarrollar su actividad", apuntó el concejal. Muñoz insistió en que la prioridad será el apoyo a los jóvenes que realizan actividades culturales alternativas pues, aunque hay sevillanos que hace dos décadas que vienen destacando en este ámbito, se trata de no ayudar siempre a los mismos, en palabras del delegado.

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