Aprendizaje cooperativo: La educación del siglo XXI
El Colegio Santa Joaquina de Vedruna se ha convertido en referente de innovación educativa por aplicar un modelo de aprendizaje basado en equipos.
Los pupitres del Colegio Santa Joaquina de Vedruna, en Nervión, están colocados de cuatro en cuatro, formando un perfecto cuadrado. Esta organización, que se aleja de la clase magistral, obedece al aprendizaje cooperativo basado en la metodología de Spencer Kagan. Desde hace cinco años, este centro concertado (perteneciente a la orden de las Carmelitas de la Caridad) puso en marcha dicha metodología para dar respuesta a la demanda de la sociedad del siglo XXI.
El cambio -nada fácil de llevar a cabo- supone una inversión de los roles que protagonizan el docente y el alumno en el modelo tradicional. El estudiante, que trabaja en grupo, se sitúa "en la primera línea de aprendizaje" -como señala la directora del colegio, Teresa Alonso-, mientras que el docente se convierte en "mediador y facilitador del proceso de aprendizaje".
"Somos una escuela inclusiva y, por tal motivo, decidimos implantar este modelo basado en las Estructuras Kagan", recuerda Rocío Guerrero, vicedirectora del Vedruna. El americano Spencer Kagan aporta al aprendizaje cooperativo un conjunto de estructuras que pueden aplicarse a cualquier materia. Este "revolucionario" de la educación define las estructuras como "las reglas de un juego". Se trata, en definitiva, de fórmulas de trabajo en grupo que garantizan que los alumnos que lo conforman -casi siempre cuatro- participen por igual y ninguno se quede "rezagado".
Spencer se basa para ello en la idea de que resulta "imposible" impartir a través del sistema denominado "lección tradicional" las enseñanzas de lengua, matemáticas, ciencias o historia y al mismo tiempo trabajar las inteligencias múltiples, el desarrollo de las destrezas sociales o potenciar la inteligencia emocional de cada alumno. Para ello, este especialista en técnicas educativas propuso hace más de tres décadas que en las aulas se creara un ambiente "rico" en estímulos e interacciones sociales y respetuoso con las diferentes inteligencias y estilos de aprendizaje. Una filosofía de trabajo "inclusiva" muy acorde con el espíritu de este colegio de Nervión.
Para que la dinámica de grupo funcione son imprescindibles las estructuras de trabajo, de las que existen más de 200 tipos, muchas de las cuales se organizan por parejas y otras según los números asignados a los alumnos en el grupo. Así, por ejemplo, en una clase de inglés, trabajan la gramática mediante la interacción del alumnado con estructuras cooperativas, con lo que se sustituye la forma tradicional de corregir los deberes.
De igual forma, en una clase de historia de segundo de Bachillerato, para repasar los contenidos utilizan una estructura que consiste en la colocación de fotos o recortes de periódicos por orden cronológico. Los equipos cuentan con imágenes de Arias Navarro, el rey Juan Carlos, Adolfo Suárez, Tejero y Felipe González para organizar la Transición española por años. Posteriormente se genera un debate. Se trata, pues de un método rápido y entretenido de aprender que genera, incluso, un debate para compreder este periodo histórico.
El aprendizaje cooperativo se aplica a todos los niveles, desde Educación Infantil hasta Ciclos Formativos de grado superior. La directora del Vedruna aclara que con esta metología se enriquece la evaluación, ya que el trabajo en equipos permite al profesorado valorar aspectos claves como habilidades sociales y comunicativas, tan importantes para nuestra sociedad actual.
El proceso para implantar el aprendizaje cooperativo no es fácil ni rápido. Se requiere de cursos de formación, trabajos en coach y reuniones periódicas hasta alcanzar el título de Centro Kagan, la fase última hacia la que se dirige el Santa Joaquina de Vedruna.
En su línea de innovación pedagógica, este colegio paralelamente se ha formado con la doctora Joyce Swarzchaman en el modelo educativo MORE (que por sus siglas en inglés significa Opciones Múltiples para Resultados en Educación), un modelo que centra la visión del aprendizaje en el alumno, filosofía que defiende el Vedruna en su ideario.
Esta apuesta por desarrollar nuevas fórmulas educativas no se detiene en el sistema ideado por Kagan, sino que también abarca otros cambios realizados en dicho centro, como el efectuado en las aulas, que no están organizadas por cursos, sino por temáticas, por lo que el docente siempre pemanece en ella con sus materiales y son los que alumnos los que se desplazan de una a otra. Un gran trabajo logístico que está dando resultados positivos. Todo en la línea de "aprender a cooperar y cooperar para aprender".
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