Algunas dudas en torno a la solvencia del proyecto
La empresa que aportó la idea se fue al no verla rentable. La adjudicataria debió probar su potencial y buscó socios.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, aseguró el pasado sábado a este periódico que el proyecto cuenta con todas las garantías necesarias técnicas y financieras. No obstante, durante la tramitación surgieron algunas dudas que la empresa ha tenido que ir resolviendo.
Zoido rescató la idea de rehabilitar esta estación para darle un nuevo uso cuando llegó a la Alcaldía y, tras barajar destinarla a usos judiciales, finalmente se optó por recuperar el proyecto que ya había puesto en marcha el gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín, que llegó incluso a adjudicarse a Sando, un contrato que finalmente se rescindió por incumplimiento de los plazos. En junio de 2013 el Ayuntamiento anunció un proyecto promovido por la empresa Ingesport, principal gestora de gimnasios en España, que estaba dispuesta a invertir 5 millones de euros para hacer un proyecto muy similar al que ahora se iniciará. Pero Ingesport no se presentó finalmente al concurso público al considerar que el pliego de condiciones no se ajustaba a lo que inicialmente habían propuesto a Urbanismo, lo que no daba garantías para que su inversión fuera rentable. Por ejemplo, uno de las condiciones claves para este inversor era que el Ayuntamiento de Sevilla garantizara que en un radio de acción considerable -en los alrededores hay varios inmuebles con un uso por definir- no se autorizarían instalaciones similares que fueran competencia directa en un largo periodo de tiempo. Se trata de una concesión por 40 años, con un canon anual que el primer año sería de más de 300.000 euros.
El concurso no quedó desierto porque, a última hora, Nuovit presentó una oferta que fue estudiada. Finalmente el proyecto se le adjudicó en abril de 2014. Aunque el contrato para la concesión no se firmó hasta octubre de 2014, seis meses después.
Antes de llegar a estos trámites, surgieron dudas. Según ha podido saber este periódico, la mesa de contratación, a primeros de 2014, solicitó a Nuovit que acreditara su solvencia para poder aportar los fondos propios comprometidos, que ascendían a 4 millones de euros, además de otras certificaciones bancarias específicas y garantías. La empresa presentó como aval otros proyectos en marcha en los que está participando, algunos en el extranjero.
Unos meses antes de firmarse el contrato, y después de hacerse oficial la adjudicación, la empesa inició un proceso de búsqueda de socios, según ha podido comprobar este periódico. En concreto, la operación que proponía Nouvit para la entrada en el proyecto se estructuraba a través de la compra de una participación de la sociedad gestora del centro deportivo y del parking y de una posterior ampliación de capital en la misma. El total de ampliación entre el inversor y Nuovit debía suponer una entrada conjunta de recursos de 3,4 millones de euros.
Según la información facilitada por Urbanismo, el coste material del proyecto se sitúa en 7,2 millones de euros. La empresa eleva la inversión, según el dato publicado en su página web, a 10,2 millones de euros, pues ahí se engloban el pago de honorarios y la compra de equipamientos, entre otros aspectos. Esta empresa granadina tiene en estos momentos proyectos en marcha en Ecuador y Perú, complejos de oficinas, aunque su mayor experiencia la acumula en viviendas y complejos residenciales proyectados en Andalucía, sobre todo, además de Madrid, Barcelona y Murcia. También cuenta entre sus proyectos con un complejo comercial y deportivo menor y algunos parkings.
Las previsiones de la empresa pasan por ingresar en el primer año por la explotación del complejo San Bernardo más de 3,2 millones de euros para que la inversión sea rentable.
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