Inmersión lingüística total, la clave para aprender el idioma de Cervantes
Los estadounidenses, asiáticos y orientales son los que tienen más dificultades para aprender español.
"En los últimos años ha cambiado el perfil de los estudiantes en cuanto a sus niveles de exigencia debido a que ahora saben lo que quieren académicamente y vienen más preparados", explica Piedad Cuartero, directora de estudios del centro de inmersión lingüística Clic. Las edades y motivaciones de los estudiantes han cambiado porque, como manifiesta Cuartero, muchos alumnos pasan en Sevilla cuatro o cinco meses como parte de su año académico y aprovechan para realizar una inmersión lingüística total, conviviendo con familias y saliendo con gente de la ciudad. Los principales intereses que motivan a estos aprendices del idioma varían, pero destaca la inquietud de viajar alrededor de Europa y la posición estratégica de Sevilla en el mapa para conocer otras zonas del país.
Los norteamericanos David Conroy y Maddy Shirley, ambos de 18 años, saben que el español les abrirá muchas puertas en su país a nivel laboral y, por ello, han decidido pasar unos meses en Sevilla antes de iniciar su etapa universitaria. "Quiero estudiar algo relacionado con los negocios en EEUU y sé que me ayudará el conocimiento de otro idioma para abrirme paso", afirma Conroy, que no cree que el español sea muy difícil, pero es la primera vez que se atreve a estudiar otra lengua que no sea la materna.
La directora de estudios asegura que los alumnos procedentes de los países del norte de Europa vienen a aprender el español como tercer o cuarto idioma y "no encuentran dificultades". Considera que a los estadounidenses les cuesta mucho asimilar el español porque, para la mayoría, ésta es la primera vez que salen de su país para practicar otra lengua. También destaca que los asiáticos y orientales encuentran dificultades en el aprendizaje la lengua de Cervantes porque las raíces lingüísticas son diferentes. Este es el caso de Keigo, un japonés de 69 años que pasó los meses estivales en Salamanca y ahora está en Sevilla dedicado a empaparse de la cultura hispana. "Estoy jubilado y puedo aprovechar el tiempo para viajar y aprender. Siempre me ha gustado España, así que estoy aprovechando para hablar y escuchar el idioma", declara el oriental.
Cuartero apunta que viajar a Sudamérica como alternativa laboral ante la emergencia de sus países miembros es otra de las causas del aumento del turismo idiomático. Marlenee Van der Meer es una holandesa de 34 años que inició sus estudios de español en una escuela de su país. Ahora reside en Sevilla decidida a dominar el español a nivel de usuaria. "Me gustaría viajar por los países de Sudamérica pero es más fácil hacerlo si conoces la lengua de manera que puedas mantener el contacto con los nativos del continente", explica Van der Meer con un fluido español. La holandesa no descarta vivir y trabajar en Sevilla pero le exigen el Diploma de Español como Lengua Extranjera (DELE) para ocupar cualquier puesto.
Los alumnos piensan que los tiempos verbales, como el subjuntivo, son las partes más complicadas de la gramática. Indican, además, que en la capital andaluza aumenta la dificultad por el acento, o por la rapidez con la que los sevillanos mantienen las conversaciones. Aspectos que, consideran, aún no ha conseguido dominar.
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