La vocación por encima de todo

Pese a la crisis, pese a la precariedad laboral, la vocación sigue imponiéndose a la hora de elegir una carrera. Los jóvenes sevillanos no tienen en cuenta la salida profesional de las titulaciones cuando se matriculan en ellas. Así se desprende del informe realizado por la consultora Círculo de Formación, en el que se constata que más de la mitad de los adolescentes sevillanos argumentan la vocación como el criterio a seguir a la hora de optar por una formación superior.

Por extraño que parezca, la salida profesional que garantiza una carrera no es el criterio por el que más se rigen los estudiantes sevillanos a la hora de entrar en una facultad. Círculo de Formación ha elaborado un estudio a partir de las encuestas realizadas a los alumnos que acudieron al salón de orientación universitaria Unitour 2013/14. En total, han sido 748 entrevistados. De ellos, el 52% admitieron que el motivo que les llevó a estudiar una carrera es la vocación que sienten por el trabajo que puedan desempeñar cuando acaben el grado (anterior licenciatura o diplomatura). Este dato llama bastante la atención en la actual coyuntura económica. Con el estallido de la crisis el mercado laboral -especialmente el español- se ha empobrecido de tal manera que muchos adolescentes optan por la Formación Profesional por encima, incluso, del Bachillerato. Los datos revelados por la Consejería de Educación a principios del actual curso confirman dicha tendencia: los matriculados en FP habían aumentado un 40%. El número de alumnos de estos cursos posobligatorios superan ya a los de etapa preuniversitaria.

El informe de Círculo de Formación evidencia la brecha entre aquellos jóvenes que han de guiarse por unos criterios que buscan una salida laboral inmediata y los que optan por una vocación, por lo que en apariencia no les urge encontrar trabajo de forma tan rápida. Frente a este 52% se encuentra un 35% de encuestados que sí se guían por las posibilidades profesionales (17 puntos de diferencia). Esta distinción es similar, no obstante, a la de otras ciudades españolas. En el caso de Andalucía, en Málaga la vocación representa el criterio elegido por el 50% de los encuestados frente al 36% que lo hace por la salida laboral. Porcentajes muy parecidos a los de Cádiz: 50% frente al 37%. Esta diferencia es extensible al resto de ciudades españolas analizadas. En Madrid, por ejemplo, el 52% de los jóvenes se guían por la vocación frente al 38% que se decantan por el futuro profesional que alberga dicha formación.

Otro de los aspectos que trata la citada encuesta está relacionado con el tipo de trabajo que a los jóvenes les gustaría desarrollar una vez que concluyan la carrera. Aunque otros estudios han desvelado que el principal deseo de los sevillanos es ocupar un puesto de funcionario en futuro, en dicho informe se constata que esta posibilidad laboral sólo la persigue el 19% de los entrevistados. Por contra, la opción que supone un mayor porcentaje (el 41%) es la de desempeñar una función en una empresa privada. Este porcentaje supera en ocho puntos al grupo de los que en un futuro les gustaría montar un negocio propio.

El número de jóvenes que desean ser autónomos es uno de los más altos que se registran en las ciudades en las que se ha celebrado este salón. Así, la media nacional se sitúa en un 28%, cinco puntos por debajo de la alcanzada en Sevilla. En este sentido, pocas ciudades superan a la capital andaluza. Dentro de Andalucía, sólo Málaga sobresapasa el porcentaje, con un 35% de los encuestados que desean ser emprendedores. Otra cuestión es el tipo de negocio en el que desembarcar. El sector de la hostelería y el comercio son los más frecuentes, con diferencia, en el caso de Sevilla.