La crisis acaba con los atascos
Tráfico
La congestión en Sevilla se ha reducido un 72% en tres años, el segundo mayor descenso logrado en España. El paro, principal causa de esta bajada.
Adiós a aquellos años de embotellamientos en las entradas de la ciudad a horas punta y en distintos viales urbanos. La crisis, que tantas cosas se ha llevado por delante, también ha acabado con los atascos (o, al menos, los ha aliviado sustancialmente). Así se desprende del informe presentado esta semana por el RACC (la mayor asociación automovilística de España) en el que se evidencia la clara influencia del desempleo en el tráfico de las ciudades. Esta situación, sin embargo, puede cambiar durante el presente ejercicio, ya que el repunte del Producto Interior Bruto (PIB) en la segunda mitad de 2013 se ha evidenciado en un cierto aumento de la congestión de vehículos en algunas urbes los últimos meses.
La situación económica que sufre España desde finales de 2007 ha provocado auténticos dramas en el tejido empresarial, laboral y social del país, pero también ha contribuido a limpiar el aire de las ciudades. Aunque a priori esta afirmación pudiera considerarse disparatada, lo cierto es que la alta tasa de paro que se ha registrado estos años ha conllevado a que no sea necesario usar el coche en desplazamientos diarios. El último estudio del RACC -relativo a 2013- confirma esta teoría de la que la urbe hispalense es un claro ejemplo.
Sevilla se posiciona como la segunda ciudad española (de las seis que se han analizado) en la que más ha descendido la congestión de vehículos desde 2010. Para calcular dicha bajada se toma como base la media de horas perdidas por los conductores cuando utilizan el coche para ir y volver de trabajar. En 2010 dicha cifra alcanzaba las 57,5 horas anuales, cantidad de tiempo que se perdía en los citados trayectos. Tres años después la tardanza se ha reducido a 15,9 horas al año, es decir, mucho menos de la mitad, lo que supone una bajada del 72,3%.
Por delante de esta reducción sólo se encuentra -y a poca distancia- Barcelona, con una merma del 75,9%. Detrás de Sevilla se sitúan Madrid (-61,4%), Valencia (-57,6%), Zaragoza (-51,4%) y Bilbao (-48%).
Pese a este descenso, el tráfico en la capital andaluza sigue siendo bastante denso. No en vano, es la tercera ciudad de España en número de horas perdidas en los citados desplazamientos. La primera posición en este ranking lo ocupa la capital vasca, precisamente donde menos se han reducido los atascos en el último trienio. El tiempo empleado en ir y volver al trabajo para quien resida en Bilbao supone al año 23,7 horas, cantidad con la que arrebata el puesto a Barcelona, que en 2010 requería 61,7 horas anuales para estos trayectos. Ahora, la capital catalana se sitúa la penúltima en este listado, con menos de 15 horas perdidas al año. El segundo puesto es para Madrid, con casi 23 horas, menos de la mitad de las que se empleaban en 2010, cuando eran 59,4. Detrás de Sevilla se encuentra Zaragoza, con un promedio de horas anuales para ir y volver del trabajo de 15,7, muy similar a la media de la capital andaluza. Hace tres años los habitantes de la ciudad maña necesitaban el doble: 32,3. El último puesto (tras Barcelona) es para Valencia, en la que sólo se pierden 11,4 horas al año, mientras que hace un trienio se rozaban las 27.
La crisis está, como se ha dicho antes, detrás de estos cambios. El propio informe alude a esta influencia en todo el territorio nacional. El estudio concreta que el comportamiento del tráfico no ha sido homogéneo desde 2010. Así, en el otoño de 2011 se registró cierto repunte que dio paso a una drástica caída a partir de abril de 2012. Desde entonces los índices se han mantenido en el mismo nivel. Inalterables. Los expertos consideran que el hecho de que no se haya producido una nueva bajada obedece a que en 2013 se ha detectado una "evolución positiva" del PIB, cuya influencia se refleja en el comportamiento de la movilidad urbana seis meses después.
Esta correlación lleva a pensar que en el presente año acabará con un repunte de los atascos. De hecho, ya hay síntomas que lo evidencian. De este modo, las tasas de variación interanual están cada vez más cerca de ser positivas, algo que ya se ha conseguido en la comparativa de la densidad de tráfico en las ciudades entre el tercer y cuarto trimestre de 2013. Por tanto, todo hace prever que en este año los atascos vuelvan a ser denominador común en los accesos a las ciudades y en las vías urbanas, situación de la que no escapará Sevilla.
Por ahora, la capital andaluza se mantiene estable en cuanto a la congestión de tráfico -como ocurre con Madrid y Zaragoza-, sin embargo, ya hay otras ciudades, como es el caso de Barcelona y Bilbao, en las que los últimos trimestres de 2013 se han saldado con un repunte de los atascos. Valencia es la única de las ciudades analizadas en las que se ha detectado una bajada en este ámbito.
En el alivio de la densidad de vehículos dentro de las ciudades también ha influido el encarecimiento de la gasolina, que ha provocado que quienes conservan su puesto de trabajo opten por el transporte público.
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