Los motoristas de la Policía Local exigen a Zoido un plus de peligrosidad

Los motoristas de la Policía Local de Sevilla han iniciado una campaña de protestas contra el Ayuntamiento para exigir un plus de peligrosidad. Este complemento salarial lleva años pendiente y fue aprobado ya en el mandato anterior, después de que un policía sufriera un gravísimo accidente estando de servicio. La muerte del agente Sergio Rodríguez-Prat el pasado mes de diciembre ha reactivado las protestas de los agentes, que aseguran sentirse discriminados con otros colectivos municipales.

Un grupo de motoristas se concentró ayer en la Plaza Nueva con una pancarta en la que podía leerse "Zoido no cumple". Hacía referencia a que el alcalde se comprometió, tras el accidente de Sergio Rodríguez-Prat, a visitar la unidad de Tráfico-Motoristas. El pasado día de los Bomberos, uno de los agentes tuvo ocasión de hablar con Zoido y de recordarle que tenía aún pendiente aquella visita y de que la situación en la unidad era cada vez más tensa. El regidor se comprometió a visitar esta semana a los policías, pero finalmente no lo ha hecho. Su visita está prevista para la semana que viene.

Mientras tanto, los policías están planteándose realizar los servicios en coche y no en moto, así como pedir traslados a otras unidades o no renovar sus carnés de conducir las motos de gran cilindrada si el Ayuntamiento no les abona este plus que llevan años solicitando. El presidente del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en Sevilla, Manuel Bustelo, explicó ayer a este periódico que en la unidad existe un profundo malestar desde hace tiempo. "Ya el mismo día que falleció Sergio Rodríguez-Prat celebramos una asamblea, en la que él estuvo presente puesto que fue antes del accidente, en la que se puso de manifiesto que los policías que van en moto se exponen a una peligrosidad mayor que el resto de agentes y del personal del Ayuntamiento", apuntó Bustelo.

El sindicato mayoritario en la plantilla de la Policía Local sevillana admite que aún no han cuantificado la cantidad que supondría el plus para cada agente. En principio el Ayuntamiento se niega a pagar esta compensación por la maltrecha situación económica actual, si bien admite la peligrosidad existente en el trabajo de los motoristas. "Ha habido varios accidentes graves, no sólo el de Sergio. Otros compañeros han tenido que jubilarse con una incapacidad, otros han sufrido fracturas graves y alguno no puede hoy día ni coger a su hijo en brazos", añadió Bustelo.