Cáritas alerta de que el colchón familiar ha empezado a romperse

La ONG católica denuncia que cada vez se ve más a los 'sin techo' "como parte del mobiliario urbano".

Uno de cada tres andaluces vive por debajo del umbral de la pobreza
Uno de cada tres andaluces vive por debajo del umbral de la pobreza
Fernando Pérez Ávila

19 de noviembre 2013 - 14:31

Cáritas alertó este martes de que el colchón familiar que tanto ha amortiguado los efectos de la crisis económica está empezando a romperse. "Las familias están jugando un papel importante, con abuelos que con su pensión mantienen a sus hijos y sus nietos, pero se está notando ya demasiado el peso de la situación y en algunos casos se han roto ya esos vínculos familiares". Así lo expuso este martes la secretaria general de esta ONG católica en Andalucía, Auxiliadora González Portillo, durante la presentación de la campaña Nadie sin salud, nadie sin hogar, en la víspera del día de las personas sin hogar, que se celebra este miércoles.

Los datos estadísticos ofrecidos por Cáritas avalan la impresión de los responsables de la organización. En Sevilla, por ejemplo, el 95% de las personas sin hogar que son atendidas habitualmente no tienen ya ningún tipo de relación con su familia. Cáritas Diocesana de Sevilla tiene en marcha actualmente tres proyectos de atención a los sin techo en la capital. Por un lado hay dos iniciativas parroquiales con voluntarios que salen cada noche a atender a quienes viven en la calle, mientras que el proyecto estrella de la organización es el centro Amigo, que el año pasado atendió a 142 personas. Este centro funciona como un hogar para los indigentes, quienes viven y son atendidos allí, a diferencia de los dos proyectos parroquiales, en los que los voluntarios son los que salen a la calle en busca de personas sin casa.

Estas dos iniciativas en marcha son un proyecto denominado Levántate y anda, organizado por la parroquia de San Vicente y que acaba de cumplir diez años. Sus voluntarios atienden cada día a 15 personas, que suelen vivir en el centro y pasan el día pidiendo por las calles comerciales de esta zona de la ciudad. De ellos, el 87% son hombres y sólo el 13% mujeres y el 62% inmigrantes. El otro proyecto, denominado Lázaro, es muy reciente y parte de la parroquia de San Sebastián, en el Porvenir. Fue puesto en marcha hace apenas dos meses, pero ya atiende a diario a diez personas.

El presidente de Cáritas Andalucía, Anselmo Ruiz, destacó que en los últimos años ha observado que la insensibilidad de la sociedad ante la pobreza es mayor. "Cada vez se habla menos de las personas sin hogar. Son tantos los problemas a nivel social y económico que padecemos que ya estas personas parecen formar parte del mobiliario urbano", apuntó el responsable de la ONG católica en Andalucía. Además de esta falta de sensibilidad creciente, Cáritas percibe que cada vez es más joven la gente a la que atiende. Muchos de ellos son extranjeros que pasaron su adolescencia en algún centro tutelado pero que al cumplir la mayoría de edad se encontraron en la calle y sin recursos, que proceden de Malí, Ghana o Burkina Faso, principalmente. También hay niños que se han criado ya en la calle, hijos de extranjeras que llegaron a España embarazadas y nacieron ya en este país.

Sin embargo, el número de extranjeros sin hogar es inferior en Sevilla al de la media de Andalucía, ya que la población inmigrante es muy inferior a la de provincias como Huelva y Almería. En Sevilla ha descendido el número de extranjeros atendidos, ya que muchos se han vuelto a sus países de origen o a otras zonas de Europa al no encontrar trabajo. Los inmigrantes suponen un 38% del total de los atendidos en el año 2012, a diferencia de la media andaluza, que indica que dos de cada tres atendidos son extranjeros.

La edad media de las personas que se beneficiaron de la ayuda de Cáritas en Sevilla el año pasado es de 42 años, muchos presentan enfermedades como sida y tuberculosis, trastornos de salud mental, desnutrición grave y adicciones a drogas y alcohol. El 97% de ellos se encuentran sin vivienda o con infravivienda, viviendo en naves industriales o casas abandonadas. El 95% no tienen relaciones familiares, el 65% presenta una situación de exclusión que se ha mantenido a lo largo de los años, y el 97% se encuentran sin ningún tipo de recursos económicos, según los datos ofrecidos por el director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala.

La secretaria general de la ONG, Auxiliadora González Portillo, quiso poner rostro a estas estadísticas e hizo un duro retrato de las personas sin hogar. "Son personas con una esperanza de vida 25 años inferior a la media. Tienen heridas ulceradas porque nadie se las cura. Nos damos cuenta al oírlos respirar que padecen bronquitis o neumonía, o al oír cómo le crujen los huesos al caminar sabemos que padecen algún tipo de enfermedad ósea. Apenas les quedan dientes. Su dieta y su higiene son deficientes, están expuestos a focos de infección", detalló esta responsable de Cáritas. La organización cuenta en Sevilla con 28 profesionales y 110 voluntarios y dedicó el año pasado 1.121.946,3 euros a la atención de personas sin hogar. Este dinero procede tanto de recursos propios como de las distintas administraciones públicas.

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