El Consejo de Europa difunde que en Sevilla los niños "se desmayan" de hambre

Nils Muiznieks, responsable de Derechos Humanos en el Consejo de Europa, refleja en un informe con tintes tremendistas su "consternación" por las tasas de pobreza infantil.

Nils Muiznieks, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
Nils Muiznieks, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
P. G.

10 de octubre 2013 - 05:03

"Durante su visita a Sevilla, el comisario se mostró consternado al saber que los niños se desmayaban en la escuela debido a la falta de comidas apropiadas, y que llevaban la misma ropa durante tres semanas consecutivas, a causa de la pobreza". Éste es uno de los puntos recogidos en el informe que firma el letón Nils Muiznieks, comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa, tras su visita a España del 3 al 7 de junio de este año.

Su viaje tuvo dos paradas, Madrid y Sevilla, ésta última, indica en el texto, "con el fin de comprender mejor los efectos de la política de austeridad fiscal en una comunidad autónoma que se ha visto gravemente afectada por las consecuencias de la crisis económica", según consigna Muiznieks en este dossier que se hizo público este miércoles y que es de acceso libre.

La visita del comisario, explica la introducción de este trabajo que supone un severo toque de atención para las medidas aplicadas por los gobernantes estatales y autonómicos, prestó "particular atención" a dos grupos sociales "particularmente vulnerables": los niños y las personas con discapacidad.

Para radiografiar la realidad española -y la andaluza- el comisario europeo, junto a su delegación, celebró debates con las autoridades españolas así como distintas organizaciones no gubernamentales, nacionales e internacionales. Así, Muiznieks mantuvo conversaciones, entre otros, con la ministra de Sanidad, Ana Mato; el secretario de Estado de Justicia, Fernando Román; el subsecretario de Educación, Cultura y Deporte, Fernando Benzo; el embajador para los Derechos Humanos, Juan Manuel Cabrera además de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril y los responsables de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

En su parada en Sevilla, Muiznieks se citó con la "delegada" -aquí se refiere a consejera- de Educación del Gobierno andaluz, María del Mar Moreno; la de Salud y Servicios Sociales, María Jesús Montero además del Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo. Además, el comisario "se reunió con numerosos representantes de organizaciones de la sociedad civil en el ámbito de los derechos humanos tanto en Madrid como en Sevilla". También quiso escuchar a los impulsores del centro educativo Ángel Rivière para niños con autismo y el centro de día Ángel Díez Cuervo, para adultos autistas, en Sevilla.

Es decir, de su reunión con todos estos portavoces, del intercambio de impresiones y del estudio de los datos -como que Andalucía registra una de las tasas más elevadas de niños menores con 16 años que corren el riesgo de caer en la pobreza (37,4% en 2011 según los registros del Observatorio de la Infancia)-, el comisario europeo coligió que en Sevilla "los niños se desmayaban en la escuela debido a la falta de comidas apropiadas", una observación de las más de 150 que desarrolla este informe.

La afirmación, plasmada con categórica rotundidad, llama la atención o, incluso, alerta por cuanto se realiza en un documento del Consejo de Europa rubricado por un comisario de dilatada trayectoria: nacido en EEUU pero nacionalizado en Letonia, fue ministro de la cartera dedicada a integración social, derechos de las minorías y se incorporó al Consejo Europeo en 2012.

Respecto a los datos en que se apoya para sostener esta tesis, Muiznieks no indica en ningún momento el porcentaje de población que estaría sufriendo esta gravísima situación, la de llegar desfallecidos a sus aulas, ni tampoco el nombre del colegio o colegios donde se estaría produciendo estas situaciones o, en última instancia, la persona o personas que habrían informado de estas inciendencias. Por cuanto de la lectura de este informe -y dependiendo el grado de conocimiento de la realidad sevillana- se entendería que los niños sevillanos acuden, de manera generalizada, "con la misma ropa durante tres semanas" y "se desmayan en la escuela" de hambre.

Cabe señalar que la visita de Muiznieks coincidió en el tiempo con la puesta en marcha, el 3 de junio, del decreto de medidas extraordinarias para la lucha contra la exclusión social de la Junta de Andalucía -un plan iniciado a principios de junio pero cuyo debate y efecto altavoz en medios de toda España arrancó semanas antes-, que garantizaba tres comidas al día: al almuerzo ya facilitado en los comedores escolares se sumaba el del desayuno en el aula matinal y el reparto de merienda. En una primera fase, y según cifró el Gobierno andaluz, atendería a 55.000 niños en las áreas especialmente desfavorecidas de la geografía andaluza. Sólo en Sevilla, el plan de las tres comidas atendería a 36 colegios, 26 en la capital y los 10 restantes de otros municipios de la provincia. De hecho, Muiznieks acoge "con agrado" que en 2013, en Andalucía las autoridades hayan adoptado medidas urgentes contra la exclusión social que ascienden a 120 millones de euros.

El informe de Derechos Humanos del Consejo de Europa revela que "los recortes efectuados en los presupuestos sociales, educativos y de salud han conducido al preocupante incremento de la pobreza de las familias de España". Entre otras recomendaciones, el comisario pide a España "que no se excluya a ningún niño de la atención sanitaria independientemente de la situación legal de sus padres" o que se habiliten alojamientos alternativos cuando se produzcan desahucios de familias con hijos.

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