La Universidad restaurará los murales de Hohenleiter del Teatro Coliseo
Las obras, salvadas de la piqueta por Francisco Arquillo, llevan 37 años en un sótano de la Facultad de Bellas Artes.
La Comisión de Patrimonio de la Universidad de Sevilla ha decidido poner fin a los 37 años de abandono de los tres murales que Francisco Hohenleiter de Castro pintó para el desaparecido Teatro Coliseo, que como adelantó este periódico se encuentran almacenados en un sótano de la Facultad de Bellas Artes.
Según aseguró ayer la directora del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) y presidenta del Comité de Patrimonio, Concha Fernández, durante la última reunión del organismo se decidió iniciar en breve un proyecto para conocer exactamente el estado de estos murales que Hohenleiter pintó para el salón de honor del Teatro Coliseo, edificio del que sólo queda la fachada exterior, ya que su interior fue completamente derribado a mediados de los años 70 para acoger la sede de una entidad bancaria.
Una vez conocido el estado en el que se encuentran estas pinturas de gran formato, que se salvaron de la piqueta gracias a la acción del hoy profesor emérito de la Universidad de Sevilla Francisco Arquillo, se procederá a elaborar una "propuesta de restauración", tal como dijo Concha Fernández. "Todavía estamos al inicio del proceso", aseguró Fernández, "ya que aún tenemos que documentar bien la obra, proceso en el que será importante la aportación del profesor Arquillo".
Una vez que se finalice la restauración de las tres obras, la Hispalense decidirá la nueva ubicación de las mismas. "Primero tendremos que consultar con la vicerrectora de Infraestructuras, Pastora Revuelta, para encontrar un lugar idóneo por sus dimensiones e importancia", afirmó la directora del Cicus.
Los murales de Hohenleiter guardadas en la Facultad de Bellas Artes, que aún permanecen tapadas con las gasas que se le aplicaron para su extracción, responden a la intención del pintor de hacer en el Coliseo una apología del teatro español. Así, estas obras, realizadas con la técnica del temple a la clara de huevo sobre mortero de yeso, se titulan Corral de comedias del siglo XVII, El retablo de Maese Pedro, inspirado en los capítulos XXV y XXVI del Quijote; y Los intereses creados, homenaje a la obra de Jacinto Benavente, premio Nobel de Literatura en 1922.
Estas pinturas, junto a un grupo de azulejos de gran valor, se salvaron gracias a la labor de la Universidad de Sevilla y, recientemente, han sido objeto de estudio por parte del pintor y licenciado en Bellas Artes Ricardo Jiménez Ruiz, quien en su investigación dio la voz de alarma sobre el abandono que sufrían las piezas en el sótano 1 de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla.
De hecho, la anterior conservadora de la Hispalense, María Fernanda Morón de Castro, llegó a plantear la restauración y reubicación de las piezas, proyecto que no quedó en nada al cesar de su cargo una vez que Antonio Ramírez de Arellano relevó a Joaquín Luque en el cargo de rector.
Ricardo Jiménez destaca en su estudio que los tres murales "demuestran una madurez innegable" en la obra de Hohenleiter y recuerda que son obras concebidas en unos momentos en los que los interiores de los teatros se concebían de manera "muy rica y cuidada".
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