"Muchos nobles se inventaban un pasado por simple supervivencia"

los invisibles

Juan Cartaya Baños. El historiador documenta y enumera los 32 caballeros fundadores de la Real Maestranza de Caballería, una de las pocas que sigue tres siglos y medio después

Francisco Correal

19 de enero 2013 - 01:00

GANÓ el premio Archivo Hispalense de la Diputación Provincial con su historia de la Maestranza de Caballería. Maestrantes por caballeros. Juan Cartaya (Sevilla, 1965) ni es maestrante ni tiene caballos.

-¿Para ser maestrante hay que saber montar a caballo?

-Yo creo que no. La institución tiene hoy una función distinta.

-A diferencia de otras Maestranzas, ¿por qué la de Sevilla se mantiene?

-Como estamento, la nobleza supo adaptarse a los tiempos. Desde 1248, con la conquista fernandina y el reparto alfonsí.

-¿Es casual que se funde en 1670, un año antes de que hagan santo a Fernando III?

-Para los nobles sevillanos, Fernando III encarnaba los valores caballerescos. Cuando Felipe IV viene a Sevilla, el caballero veinticuatro Juan Ramírez de Guzmán le da un Memorial para que defienda en Roma la candidatura de Fernando III a los altares.

-¿Casan los ideales caballerescos con los botines?

-Son los códigos de la frontera. Antes y ahora. No hay ideales sin botín como toda ideología se sustenta en unos recursos.

-1492 lo asociamos con el descubrimiento de América. Es el año que mueren Rodrigo Ponce de León y Enrique de Guzmán.

-Los titulares de los dos linajes de la ciudad que encarnan la disputa entre Enrique IV y la reina Isabel que se salda con la desaparición del modelo feudal.

-Ese año llegan a Sevilla miembros de la casa real nazarí...

-Es anecdótico. Se van para el Magreb. En Granada, muchos moriscos se convierten, se cambian de nombre, compran títulos.

-¿Y en Sevilla?

-En Sevilla no hay moriscos. En 1248 la ciudad está vacía. Van llegando judíos.

-¿Quién representaba la modernidad en aquella guerra civil de 1471-1474?

-Los modernos son los Reyes Católicos. Modernos por distintos.

-Enumera por primera vez los nombres de los 32 fundadores de la Maestranza de Caballería.

-Por un error de transcripción historiográfica, León y Manjón hizo en 1905 un censo de 31. Confundió a dos hermanos y se olvidó de Rodrigo de Vivero.

-32 maestrantes. Casi como los concejales actuales...

-Llegaron a ser ochenta. Compraban los títulos al rey, que vendía de todo: cargos, hidalguías.

-¿A qué le ve más futuro, a los toros o al mecenazgo?

-Son compatibles.

-¿Hay personajes de novela?

-Son vidas de novela en el sentido más literal de la expresión. Muchas de esas familias recurren a la ficción, se inventan un pasado por pura supervivencia. Los Almonte habían tenido muchos problemas; a uno de ellos, Antón González de Almonte, lo castigan en difunto, ya muerto queman su estatua y la de su mujer y expolian el patrimonio de sus herederos. Tuvieron que reinventarse, muchos se marchan al Perú, hacen dinero y a través de la Chancillería de Granada se inventan un linaje gallego.

-Patricios sevillanos. ¡Vaya plebe!, diría Romanones...

-En Sevilla no hay enfrentamiento muy graves. Es una nobleza relativamente benévola, con excepciones como el motín del Pendón Verde o el de la Feria.

-¿El crepúsculo de los dioses?

-Hay un comportamiento barroco extremo en la fundación de la corporación poco después de una peste terrible y antes de que los barcos de Indias se vayan a Cádiz y no vuelvan a venir a Sevilla.

-¿A quién cuenta sus historias?

-A mis alumnos de los Padres Blancos y de la Escuela de Hostelería, donde doy Humanidades.

-¿Para futuros cocineros?

-Y dueños de algunos de los mejores restaurantes. He tenido alumnos con estrellas Michelín, como Ángel León o el dueño de Abantal.

-¿Qué queda del siglo de Oro?

-Los siglos de Oro. No valoramos lo que fue Sevilla. Ciudad espejo de otras, mirada, codiciada y no sólo por sus riquezas. Era la Nueva York de la época, con negros, mulatos, indios, gente de Flandes, florentinos como Bucarelli.

-¿Por qué les urge Felipe II a aprender a montar a caballo?

-Porque la nobleza había abandonado sus deberes militares. Su razón de ser y existir, la milicia.

-¿Se habían hecho objetores?

-Se habían acomodado, aburguesado, con un anacronismo.

-'Para ejercitar la maestría de caballos'. Parece el Far West...

-Es que Sevilla era un puro western de banderías, peleas, la presencia diaria de la muerte. Los aristócratas no se lo pensaban para sacar la espada.

-¿Un personaje de los 32?

-El marqués de la Mina. Tuvo mucho y lo perdió todo.

-¿Le han llamado rancio?

-A los que creen que es un libro de heráldica o genealogía, les digo que es una historia social que puede abrir llagas.

-¿Sus autores favoritos?

-Lampedusa, Cervantes y Mateo Alemán. En el archivo del Palacio Arzobispal encontré el documento sobre cómo y cuándo murió en México en 1614. Pobre como una rata, hubo que pedir limosna para enterrarlo.

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