Desayuno con diamantes

Vísperas de reyes

Los Reyes Magos cumplieron con el ritual del rosco de Reyes informativo acompañados por la plana mayor de la Cabalgata.

Desayuno con diamantes
Desayuno con diamantes
Francisco Correal

04 de enero 2013 - 07:27

De Felipe II a la calle San Fernando junto al hotel Alfonso XIII. Tres reyes en la magia del tiempo desde el traslado a partir de esta noche del pabellón hasta la antigua Fábrica de Tabacos, epicentro de la Universidad Hispalense. Magia nocturna para la noche más mágica con otra real terna que ayer cumplió con el rito de este desayuno con diamantes en La Raza. Bisutería de roscos de reyes, versiones nata y chocolate, el blanco y negro de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Por orden de cortejo, el kilómetro y medio que según Pedro Lisén separa al coche-guía del último monarca, sus majestades ofrecieron sus últimas impresiones antes del momento de la sensación verdadera, que diría Peter Handke. Alfonso Carmona (Melchor) no entiende cómo el National Geographic no ha publicado todavía un reportaje sobre los preparativos de una Cabalgata cuyo montaje se inició, según su director Manuel Sainz, el 1 de julio. Carmona es pediatra, ha vacunado a miles de niños en Costa de Marfil y otros países africanos y en ese sentido es el único rey con antecedentes.

José Luis Escañuela, presidente de la Federación Española de Tenis, va a jugar el primer partido de triples de su vida como rey Gaspar. Por las calles de Sevilla y cuando visiten el hospital Macarena, repartirá camisetas firmadas por Rafa Nadal. No podrá hacer como José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, que cuando fue rey mago contó con la asistencia de Fernando Romay. "Yo no traigo tenistas, van casi todos camino de Australia".

Eduardo Dávila Miura se cortó la coleta de torero el día del Pilar de 2006 en la Maestranza, haciendo el paseíllo con Miguel Ángel Perera y José Mari Manzanares. Ser rey Baltasar es como tomar la alternativa, paseíllo epifánico con reyes de Oriente, vulgo Luis Montoto, rematado "con la vuelta al ruedo más larga y bonita de toda mi vida". Y con la corona de su abuelo, el ganadero que fue Baltasar hace cuarenta años.

Una ciudad itinerante de 3.000 personas, 700 de ellas beduinos, se movilizan para hacer realidad este sueño que vio la luz por primera vez el 6 de enero de 1918. "No sólo fue obra de José María Izquierdo", dice Alberto Máximo Pérez Calero, presidente del Ateneo, "ahí estaban Javier Lasso de la Vega, Gustavo Bacarisas y la sección de Bellas Artes". La primera rociada de caramelos irá al cielo, para la ateneísta Carmen Calleja, que presidió la sección de Ciencias Morales y Políticas de la institución.

Ínclitas razas ubérrimas, con el poema de Rubén Darío que legitima un establecimiento que abrió sus puertas en 1932, se encarnan en monarcas llegados de los confines más lejanos. Con la filigrana de cientos de manos anónimas, los treinta años de Fernando Salazar como fotógrafo de la magia, el celo de Víctor Padilla en la dirección artística y de Jesús Corral en el diseño de las nuevas carrozas.

En las cuentas, esta Cabalgata costará un 15% menos que la del año pasado "pero será mucho más bonita", en palabras de su director, que ofreció una lección magistral sobre los inconvenientes de los caramelos de cristal, que se cargan las máquinas de Lipasam, y las ventajas de los de goma. "Sevilla es la única ciudad en la que un tío más serio que El Viti se puede tirar diez minutos hablando de caramelos", ironizó con afecto Gregorio Serrano en representación del Ayuntamiento.

Lo demás está por llegar. Ilusión. Esperanza. O con Moby Dick: "Empuñar los remos y aferrar el alma". Y por GPS. Oriente total.

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