Los recortes dejan sin recursos a los barrios con más paro de Sevilla

La desaparición de la escuela taller y de los cursos prelaborales y la drástica reducción en la plantilla de trabajadores sociales lastra la salida al mercado laboral de cientos de jóvenes de Tres Barrios-Amate.

Un grupo de jóvenes pasa la mañana jugando a las cartas y charlando.
Un grupo de jóvenes pasa la mañana jugando a las cartas y charlando.
Fernando Pérez Ávila

05 de noviembre 2012 - 05:03

Los recortes que las tres administraciones están aplicando en sus políticas sociales están dejando prácticamente sin recursos la zona con más paro de la ciudad, la de Tres Barrios -denominación que engloba a Los Pajaritos, la Candelaria y Madre de Dios- y Amate. Con un desempleo que supera el 70%, decenas de jóvenes sin trabajo ni estudios se están viendo afectados por medidas como la desaparición de la escuela-taller y los cursos prelaborales, la retirada de las bonificaciones para los comedores escolares o la reducción del personal de servicios sociales.

Mientras tanto, los vecinos siguen reclamando la puesta en marcha de un plan integral que se aprobó en el año 2009 y sigue paralizado por falta de fondos. Ante la escasez de recursos aportados por la administración, son los vecinos quienes están asumiendo una serie de tareas necesarias para evitar que estos barrios terminen de hundirse. La asociación de vecinos Tres Barrios, presidida por Salvador Muñiz, ha organizado estos días, en colaboración con la Cruz Roja un reparto de 2.200 kilos de alimentos. A ello se une la labor de Cáritas de las distintas parroquias y el trabajo de la plataforma cívica Tres Barrios-Amate a la hora de luchar porque se mantengan los escasos medios públicos que siguen en la zona.

El verdadero drama es el desempleo, que afecta a una de cada cuatro personas en edad de trabajar. Es, con diferencia, el sector con más paro de Sevilla. "Hemos pedido los datos oficiales a Empleo y estamos a la espera. Pero si antes, cuando no había crisis, aquí el paro era del 50%, ahora no dudamos en que está por encima del 70%. Nuestra oficina de Empleo es la que tiene más parados de la provincia de Sevilla y la segunda de toda Andalucía", dice el portavoz de la plataforma Tres Barrios-Amate, Fernando de Armas. No hay más que dar un paseo por el barrio para confirmar sus palabras. Decenas de jóvenes pasan la mañana en la calle, jugando a las cartas o al dominó, bebiendo cerveza, fumando y charlando, o simplemente plantados en una esquina.

La desaparición de la escuela taller es inminente. En ella estudian 30 jóvenes, que se forman en materias como albañilería, fontanería, jardinería y pintura. El curso actual está a punto de terminarse y, en principio, será el último. No hay fondos para seguir adelante con esta iniciativa, que se había mantenido ininterrumpidamente desde 2004 y que en su día ocupó a más de 60 chicos del barrio. "No es solamente los jóvenes que en ella participan y los ingresos que puedan aportar a sus familias, es también el efecto llamada que supone. Ahora mismo son 30 chavales, y a esos 30 los ven sus hermanos pequeños o sus amigos y tienen un espejo en el que mirarse. Si no existe algo en que puedan, esos chicos se perderán irremediablemente", apunta el representante vecinal.

El curso termina en febrero y no hay garantías de que se renueve. Los vecinos temen que el local en el que se imparten, el antiguo colgio de San Fernando, quede sin uso. "Eso podría ser el final de todos estos proyectos, puesto que el edificio puede ser ocupado, o cerrado por la Administración, y entonces será mucho más difícil retomar estos trabajos", apunta Salvador Muñiz.

Al cierre de la escuela taller le acompañan la desaparición de un taller de empleo para parados de larga duración y los proyectos de Andalucía Orienta, que llegó a tener tres oficinas en la zona. También se ha paralizado un curso para desempleados con una cierta cualificación que se impartía mediante el programa Redes. Pese a que estas prácticas no encajan tanto con el perfil de los parados de este barrio -la mayoría sin cualificación-, era un recurso más disponible. El recorte presupuestario del Ayuntamiento y la Junta mantiene en vilo todos estos programas sociales.

La iniciativa que los representantes vecinales consideran fundamental es la de los talleres prelaborales, que son una serie de cursos destinados a adolescentes que han fracasado en la escuela y reciben una formación para el futuro. Los jóvenes de Los Pajaritos, la Candelaria, Madre de Dios y Amate reciben clases de esteticismo, peluquería y pintura.

"Son cursos que han recibido más de 300 solicitudes. Aunque no tengan luego efecto en la creación de empleo, son esenciales porque ayudan a crear unos hábitos. Si se cortan, podemos estar volviendo a los años ochenta, a chavales que se pierden en una espiral de delincuencia y droga", explica De Armas. El problema es que estos cursos dependían de Sevilla Global, que está actualmente en proceso de liquidación. El Ayuntamiento está estudiando la manera de mantener estas sesiones, pero no hay dotación presupuestaria suficiente.

Otro tijeretazo es el que la Consejería de Educación ha aplicado a las bonificaciones de los comedores escolares. Los vecinos temen que este recorte se traduzca directamente en que haya niños que dejen de comer en sus casas por falta de ingresos en la familia. "En el comedor estábamos seguros de que por lo menos hacían una comida buena al día. Ahora hay niños que van a padecer un déficit alimentario. Esto es especialmente preocupante porque los menores tienen prohibido el acceso a los comedores públicos". La única forma de compensar este recorte estaría en el economato social que gestiona Siglo XXI, que ofrece alimentos a precios asequibles a las familias que son derivadas allí por la unidad de trabajo social. En la misma situación está la llamada aula matinal, donde dejan a sus hijos los padres que salen a trabajar o a buscar trabajo cada mañana antes del horario escolar.

La Unidad de Trabajo Social (UTS) también está en una situación muy precaria. La administración ha invertido más de medio millón de euros en reformar el mercado de Los Pajaritos para dotar a la UTS de una nueva sede. Sin embargo, a día de hoy quedan trabajando en este departamento seis personas, que podrían quedar recortadas a los tres funcionarios de la plantilla municipal si se confirma el despido del personal contratado parcialmente. El dinero de los fondos sociales que debe aportar la Junta no llega y el Ayuntamiento lleva varios meses adelantando la cantidad necesaria para mantener la UTS. "Ya nos han dicho que éste es el último mes. Sabemos que el dinero de la Junta puede llegar en enero, pero a lo mejor es tarde".

A todos estos recortes se unen las reclamaciones históricas de un barrio que carece de infraestructuras. No dispone de centro cívico, por lo que todas las asambleas o reuniones vecinales han de celebrarse en los salones parroquiales. De nada sirvió que una serie de representantes vecinales recorriera todas las asambleas de Sevilla para que una moción para la construcción del centro cívico de Tres Barrios-Amate fuera la más votada en la historia de los presupuestos participativos de Sevilla. Este grupo de vecinos, siguiendo el espíritu de la desaparecida Rufina Borrego, asume como puede las tareas que deja sin cumplir la administración.

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