Un informe del Arzobispado revela que Santa Catalina no corre "riesgo evidente"
Patrimonio
La restauración queda en el aire tras reconocer Asenjo que un estudio encargado por él mismo asegura que el estado de la iglesia no es tan alarmante como se creía. Zoido dice que habrá que analizar la nueva situación.
Un nuevo informe abre un escenario distinto en Santa Catalina, dando paso a otro episodio de esta especie de culebrón en el que se ha convertido la restauración del templo, joya del mudéjar. Su futuro, ahora más que antes, es incierto.
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, señaló este miércoles la existencia de un informe técnico sobre el estado real de la iglesia de Santa Catalina que revelaría que el templo, cerrado al culto desde hace ocho años, "no corre un riesgo evidente" como para llevar a cabo un actuación de urgencia. En declaraciones a una emisora de radio, el prelado sevillano reconoció que, aunque no existiera ese riesgo para la estabilidad del edificio, "sí era recomendable rematar la obra y todo el interior". Al hilo de estas declaraciones, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, señaló que está a la espera de conocer estos nuevos datos, para poder concretar la aportación que hará el Ayuntamiento, aunque ya afirmó que tenía reservado un millón.
Tras la revelación de Asenjo se abre un nuevo escenario para la iglesia de Santa Catalina, pendiente de su rehabilitación integral tras una primera fase en la que se actuó en las cubiertas. El arzobispo se mostró dispuesto a aportar 1,1 millones de euros, de los tres que se requieren, para la culminación de los trabajos, aunque insistió en que no existiría ese "riesgo evidente". Para ello, basó su exposición en dos informes, uno de la Academia de Bellas Artes y otro encargado por él mismo "a un arquitecto eminente en materia de restauración", cuyo nombre no desveló, que le habría confirmado "que no existe ese riesgo". Asenjo también abogó por que el Ayuntamiento colabore con el millón que también comprometió y espetó a la Junta de Andalucía a que "también aporte y brinde una contribución", aunque "comprende" las dificultades actuales por la crisis económica.
Por su parte, Zoido indicó que está a la espera de conocer el informe revelado por el arzobispo para conocer la patología de Santa Catalina, como paso previo para una intervención, aunque aseguró que mantiene su compromiso: "Tenemos reservado para aportar un millón de euros, aunque si la patología es mucho menor de lo que dijeron, pues ya veremos. Pondremos lo que nos corresponde porque no lo vamos a pagar todo". El alcalde también espera que la Junta "tenga la sensibilidad suficiente para ayudar a conservar en Sevilla el variado y denso patrimonio" y añadió que también pedirá la participación del Gobierno central.
Por otra parte, este miércoles se cumplió un siglo de la declaración de Santa Catalina como monumento nacional, una efemérides que llegó con el templo cerrado y sin perspectivas, más después de conocerse el nuevo informe, de que pueda reabrirse a corto o medio plazo. Después de culminar a principios de 2011 la primera fase de la restauración, que se centró en las cubiertas por las que se filtraba el agua, a comienzos de este verano, el arquitecto y redactor del proyecto integral, Francisco Granero, alertó de que la iglesia necesitaba una intervención urgente al hundirse el suelo por la cesión de varios pilares. El coste global de los trabajos se fijó en tres millones de euros, de los que uno debería ser empleado sin demora en atajar este riesgo de derrumbe. El informe encargado por el propio arzobispo contradice este extremo y rebaja la voz de alarma. La rehabilitación integral tendrá que seguir esperando.
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