Un oasis en el desierto

Pasear a según que horas por Sevilla se convierte en el periodo estival en una cuestión de valentía, y hacerlo sin un refrigerio, una insensatez. Por eso una empresa de helados Frigo se ha encargado de repartir a las horas en las que se registraban los picos máximos de calor unos polos para aliviar a los sevillanos y más extranjeros que a esas horas recorren la ciudad.

Con el eslogan Equipo de rescate, han repartido desde las 13:00 hasta las 19:00 alrededor de 1000 helados que han hecho las delicias de los acalorados viandantes. “Es una idea estupenda pero debería hacerse en más puntos de la ciudad. El calor es extremo y es un alivio”, comenta un maño bajo el termómetro del paseo de las Delicias que marcaba los cuarenta grados unos minutos después de que la cifra fuera objeto de una fotografía.

Esta iniciativa coincide con la activación de alerta naranja en todo el Valle de Guadalquivir por parte de la Agencia Estatal de Metereología (AEMET).

Y es que la ola de calor que derrite la ciudad estos días coge por sorpresa a cualquiera aunque se venga repitiendo año tras año desde siempre. “El invierno es muy largo y a todos se nos olvidan las temperaturas tan altas que alcanzamos en Sevilla en verano. Siempre pasa igual”, asegura una señora que saca el paraguas de manera indiferente ya sea noviembre como pleno julio.

Ideas como ésta hacen que la ida o venida del trabajo sea más llevadero en una ciudad en la que el número de fuentes es inversamente proporcional a las temperaturas que marca el mercurio.