Moneo: el arquitecto valiente
Aniversario · El edificio de Helvetia cumple 25 años
El Ayuntamiento elogia la perfecta integración con la Torre del Oro y la Giralda del edificio de ladrillo que acoge la sede nacional de Helvetia, antes Previsión Española.
El Ayuntamiento de Sevilla destacó este miércoles la valentía del arquitecto Rafael Moneo (Tudela, 1937) de diseñar un edificio respetuoso con la Torre del Oro y con la Giralda y al mismo tiempo integrado perfectamente en el entorno. Moneo explicó en el acto del 25 cumpleaños de este inmueble que su idea fue diseñar un edificio sencillo y claro, sin lujos pero decente. Y añadió que si se mira desde la calle Betis (imagen superior) es "un friso" de la Torre del Oro.
En palabras del teniente de alcalde Gregorio Serrano (PP), que excusó al regidor municipal por estar de viaje en la ciudad rusa de San Petersburgo, "hay que ser muy valiente para atreverse a ponerle un fondo a la Torre del Oro y hacerlo como lo ha hecho".
Hoy parece mentira que esta obra de ladrillo prensado y aplantillado, cuya fachada recuerda a las murallas almohades, levantara críticas de algunos sectores de la ciudad durante su construcción (1982-1987). La aceptación actual del edificio es, para Moneo, "su mayor recompensa como arquitecto".
En 1983, Sevilla todavía no había respirado la modernidad que trajo la Exposición Universal de 1992. El Paseo de Colón era una zona desierta, sin coches, y sin el quiosco de veladores actual, como recuerda el periodista Sebastián García, que vio a diario el avance de la obra del edificio de Moneo porque trabajaba en el Cristina y vivía a dos pasos, en Reyes Católicos.
Hoy es la sede social de Helvetia en España. En origen lo fue de Previsión Española. Al acto de acudieron sus máximos responsables: los actuales, como José María Paagman (director general de Helvetia Seguros), y los anteriores como Rafael Atienza (ex presidente de Previsión Española y de Helvetia Seguros). Paagman destacó que le parecía difícil entender "a pesar de la sensibilidad y la prudencia del edificio" que no fuera visto con buenos ojos por algunos sectores y alguna prensa. También resaltó la vida que tiene el patio interior del edificio, visitado por miles de turistas.
Atienza nunca pensó que volvería a esta casa después de 25 años y señaló que el edificio de Moneo ha resistido mejor el paso de los años que los que acudieron a su inauguración en 1987. Risas. También habló de la modestia franciscana del arquitecto. Moneo se refirió minutos antes a la amistad que le une con Rafael Atienza y su esposa, Soledad Becerril, desde la construcción de este edificio.
Moneo cerró el acto recordando que en 1983 la única grúa que se levantaba en la ciudad estaba en esta obra por la crisis económica que sufría el país. Sevilla vivía en una atonía completa y nadie pensaba la evolución económica que luego tendría. Recordó también que la idea de construirlo fue del presidente José María de León y de Rafael Atienza. Moneo tampoco se olvidó de citar a los otros artífices del edificio: el arquitecto Gonzalo Díaz-Recasens y el aparejador Antonio Cueto, que llevaban la dirección de obra. Los tres volvieron a verse este miércoles en el 25 aniversario, en la esquina del Paseo de Colón. Les queda la satisfacción de la obra bien hecha.
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