El rector teme que el paro suponga un desprestigio para la Hispalense

Movilizaciones contra los recortes

Ramírez de Arellano hizo un llamamiento a los alumnos para que reflexionen sobre si la interrupción de las clases daña la imagen de la universidad. Cuestionó la correcta redacción de Reglamento de Estudiantes.

El rector teme que el paro suponga un desprestigio para la Hispalense
El rector teme que el paro suponga un desprestigio para la Hispalense
Juan Parejo / Sevilla

24 de mayo 2012 - 15:56

Una cuestión de imagen. El rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, se mostró este jueves preocupado por la percepción que puedan tener los ciudadanos y la opinión pública acerca del parón universitario de quince días, que comenzó este jueves, por los recortes en educación promovidos por el Gobierno central. Ramírez de Arellano pidió a los estudiantes que realizaran una "reflexión" sobre las consecuencias negativas que esta acción puede suponer para la Hispalense, "porque la institución se juega mucho en cuanto a imagen y prestigio".

El rector realizó estas declaraciones en Osuna, donde los equipos de gobierno de las universidades de Sevilla y Málaga -con su rectora, Adelaida de la Calle, al frente- mantuvieron una reunión de trabajo encaminada a relanzar el Campus de Excelencia Internacional (CEI) Andalucía Tech, al considerarlo una "gran herramienta para el desarrollo, vertebración y generación de riqueza en Andalucía". Los rectores apostaron por la "internacionalización" y la "asociación con el sector privado" para la transferencia del conocimiento a través de nuevas empresas.

Durante el encuentro con los periodistas, Ramírez de Arellano aseguró que el paro académico decidido por los estudiantes es "completamente legal", porque se ha aplicado una norma que está en los estatutos de la Universidad de Sevilla: "No estamos ante un problema de legalidad. Es un precepto que ha pasado por una revisión de la Junta de Andalucía y que está previsto en el Reglamento General de Estudiantes, aprobado por el Claustro. Todos estamos de acuerdo y unidos en que el decreto-ley crea muchos problemas para las universidades. Nos estamos jugando mucho". El rector centró su discurso en reflexionar sobre si la medida causaría una imagen positiva para los propios estudiantes y el conjunto de la universidad, y se cuestionó si así se ganaban el favor de los ciudadanos: "La percepción que puede tener la sociedad de lo que está pasando puede no ser positiva".

Sobre la corrección del reglamento, expuso que no se pueden cambiar las normas "a mitad del partido", aunque advirtió que "habrá que reflexionar sobre si está bien escrito o no". Ramírez de Arellano reconoció que trató de hacer ver a los estudiantes sobre la conveniencia de una acción que podría causar una merma en el prestigio social de la institución, y se preguntó a quién beneficiaba más que este paro se prolongara muchos días: "Los estudiantes tienen que reflexionar con seriedad sobre el paro, siempre revisándolo en función de la repercusión que tenga. Tenemos que ser muy sensibles a lo que piensa la sociedad sobre nuestras actuaciones".

Respecto a los recortes que tendrán que aplicarse en los presupuestos de las universidades, tanto Ramírez de Arellano, como Adelaida de la Calle, aseguraron que las universidades no son contrarias y que la austeridad se verá reflejada en que tienen que ahorrar 130 millones de euros. La rectora de Málaga y presidenta de la Confederación de Rectores Universitarios de España (Crue), señaló que "siempre hemos estado dispuestos a hacer aquello que la sociedad requiera y si ahora hay que ser austeros, lo seremos".

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