El Ayuntamiento manda in extremis e incompleto el informe que pidió la Unesco
El Consistorio asegura que ya ha remitido el texto al Ministerio, pero sin analizar el estado de conservación del Archivo de Indias.
In extremis o, incluso, fuera de plazo. El informe que el Gobierno español debía enviar con fecha tope de ayer 1 de febrero a la Unesco sobre el estado de conservación de los tres bienes de Sevilla declarados Patrimonio Mundial (Alcázar, Catedral y Archivo de Indias) se encontraba este miércoles por la noche, al cierre de esta edición, en tierra de nadie: el Ayuntamiento afirmaba que ya lo había remitido a la Secretaría de Estado de Cultura para que, a su vez, lo reenvíe a la Unesco; el Estado decía que aún no lo había recibido pero que lo esperaba para, "inmediatamente", trasladárselo al organismo internacional.
La importancia de este informe que ha sido redactado por técnicos municipales de Cultura y Urbanismo (y que se presume positivo para los intereses de Sevilla) no es baladí, pues será uno de los textos que se tendrán en cuenta durante la próxima reunión en San Petersburgo del Comité de Patrimonio Mundial, donde se decidirá si la construcción de la Torre Cajasol afecta a los tres monumentos sevillanos incluidos en la lista de Patrimonio Mundial.
Por la mañana, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, mantuvieron "una comunicación" en la que el primer edil sevillano se comprometió a mandar urgentemente el informe a Madrid para que, desde allí (el Estado es el único interlocutor que reconoce la Unesco) se remita a París, ciudad donde se encuentra la sede del organismo cultural de la ONU.
Sin embargo, durante la jornada se puso de nuevo en evidencia la descoordinación entre el Consistorio y el Estado en esta peliaguda cuestión de la Torre Cajasol. Fuentes municipales informaron a este periódico de que el contenido del informe remitido por el Ayuntamiento no recoge ningún análisis sobre el Archivo de Indias debido a que "su titular es el Estado y, por tanto, son ellos los que deben informar". Sin embargo, fuentes del Ministerio de Cultura aseguraron tajantes: "El expediente de Patrimonio Mundial es sólo uno, aunque incluya a los tres monumentos, y el gestor del mismo es el Ayuntamiento de Sevilla, que es el que tiene que informar. Nosotros sólo actuamos aquí de meros intermediarios". Algo más que cuestionable, ya que es el Estado (y ninguna otra administración) la que responde ante la Unesco como firmante del tratado de adhesión al organismo. Al final, lo cierto es que el informe se ha concluido tarde e incompleto.
Todo lo relacionado con dicho informe se ha desarrollado en la más completa de las confusiones. Un buen ejemplo de lo dicho es que el mismo concejal de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Gregorio Serrano, uno de los hombres fuertes del gobierno local de Zoido, decía todavía este martes por la mañana que "habrá que aclarar quién tiene que emitir el informe".
Por otra parte, el secretario de Icomos España, Víctor Fernández Salinas, uno de los más claros enemigos de la Torre Cajasol, afirmaba ayer que "la Junta de Andalucía sigue esperando a Godot. Es increíble que la administración que tiene entre sus competencias la protección del patrimonio histórico se haya lavado de esta manera las manos".
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