Miguel Rodríguez Durán, elegido jefe superior de la Policía Nacional

Miguel Rodríguez Durán será el nuevo jefe superior de Policía en Andalucía Occidental, sustituyendo a Antonio Jesús Figal, que ha cesado en el cargo. El nuevo máximo responsable de la Policía Nacional desempeñaba hasta ahora el cargo de comisario provincial de este cuerpo en Huelva, destino al que llegó tras pasar por la comisaría provincial de Burgos. En la etapa anterior del PP en el Gobierno, Miguel Rodríguez Durán ostentó la Jefatura Superior de Aragón.

El nuevo jefe superior es una persona de una dilatada experiencia como policía y además pertenece a una familia de gran arraigo en la Policía Nacional.

En su paso por Huelva, su último destino, tuvo que afrontar investigaciones como la de la desaparición y muerte de la niña Mari Luz Cortés, que quedó esclarecida con la detención y posterior condena de Santiago del Valle. En el año 2002, en Zaragoza, se salvó por cuestión de segundos de un atentado de ETA.

El jefe saliente, Antonio Jesús Figal, fue destituido ayer tras dos años al frente de la Jefatura, en la que sustituyó a Enrique Álvarez Riestra. En los próximos días podrían producirse más cambios en la cúpula de la Policía Nacional en Sevilla. Miguel Rodríguez Durán confesó ayer a este rotativo que está "feliz, satisfecho y con muchas ganas de afrontar los nuevos retos" que le proporcionará el nuevo mando tras 38 años de servicio en la Policía Nacional.

Granadino de nacimiento, el nuevo jefe superior de Policía de Andalucía Occidental ingresó en el Cuerpo en 1973. Aunque este mando policía califica su paso por la Policía con un "suficiente alto", debido a su prudencia y modestia, a juicio de todos los que lo conocen, merece cuanto menos un sobresaliente.

El cargo de jefe superior de Andalucía Occidental le llega a los 62 años. Pero hasta llegar aquí han pasado 38 años, cuando se estrenó como inspector en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera. Su periplo por la provincia de Cádiz prosiguió en La Línea de la Concepción, donde fue comisario local, y finalizó en la capital, donde ejerció como comisario provincial. En ese momento abandonó Andalucía para ponerse al frente de la Policía de Aragón, donde en junio de 2002 estuvo a punto de perder la vida en el atentado con coche-bomba de El Corte Inglés de Zaragoza. Era su día libre y estaba dando un paseo por la capital maña cuando recibió el aviso. Vestido de paisano se introdujo en el centro comercial y coordinó todo el operativo policial, consiguiendo desalojar el edificio en cuestión de minutos.

Miguel Rodríguez bajó hasta el segundo sótano y tuvo que insistir a varias personas para abandonar sus compras y atendieran las órdenes que les daba un agente sin uniforme. Tuvo que llevarse a una mujer en volandas. Precisamente en esa planta subterránea se hallaba el coche-bomba. "Explotó cuando yo estaba a sólo cien metros" de él, mucho antes de lo previsto, relata el nuevo jefe policial.

De Aragón migró a Burgos para ser comisario provincial, y de allí, a Huelva, donde se instaló en 2007. Su carisma, su humildad, su excelente educación y su mano izquierda le permitieron meterse en el bolsillo a toda la comisaría onubense. Aunque reconoce que el contacto con el fenómeno terrorista "siempre te marca", nada ha dejado una huella tan profunda en Rodríguez Durán como la desaparición y muerte de Mari Luz Cortés, la pequeña de cinco años de El Torrejón a la que arrebató la vida el pederasta Santiago del Valle en enero de 2008. "Ha sido lo más duro de mi carrera, con un gran coste personal", confesaba en una reciente entrevista concedida a este rotativo.

A sólo tres años de cumplir los 65 años, Miguel Rodríguez ve como un auténtico regalo la ampliación de la edad de jubilación policial: "Pensaba que me iba a ir antes, estoy muy contento de poder quedarme". Ahora, lejos de retirarse, asumirá el ilusionante reto de tomar las riendas de la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía en Andalucía Occidental.