El "páramo" de Hércules

"Habrá que ir pensando sustituir el nombre de la Plaza de Alameda de Hércules por el de Páramo de Hércules". La Asociación Vecinal del Casco Norte La Revuelta vuelve a dar la voz de alarma ante la paulatina desforestación de un espacio de la ciudad cuya remodelación se inauguró hace apenas tres años y que costó la friolera de 10 millones de euros a las arcas municipales.

No es un problema nuevo pero sí un problema que va a más. Ya el año pasado los vecinos detectaron 40 ejemplares secos, derribados por el viento o, simplemente, arrancados sin que, posteriormente, se repusiesen por parte de los servicios municipales. Tras una campaña de denuncia con carteles que colgaban de los ejemplares secos como cadáveres de ahorcados, la Junta Municipal de Distrito aprobó por unanimidad la reposición del arbolado, algo que el anterior equipo de Gobierno (PSOE-IU) nunca cumplió, más bien lo contrario: "Queríamos que replantasen los árboles y lo único que conseguimos fue que los talaran", comenta con sarcasmo Kiko Sánchez, miembro de la asociación vecinal.

Tras cinco meses en el gobierno, el actual Ayuntamiento, dirigido por el PP, tampoco parece que haya tomado cartas en el asunto. Según fuentes muncipales consultadas por este periódico, "el problema es que el anterior gobierno no dejó un solo euro para el mantenimiento del arbolado, por lo que, actualmente, no podemos hacer nada". Según estas fuentes, en el próximo presupuesto "habrá una partida para esta cuestión", aunque no pudo precisar la cantidad ni los plazos. Como los vecinos ya se esperaban de alguna manera esta respuesta, proponen una solución: "Que el Ayuntamiento proceda de la misma forma que el alumbrado navideño: hacer una adjudicación para final de este año y primeros días del siguiente y así imputar el gasto al ejercicio del año que viene". No tienen duda: sembrar árboles en la Alameda "es más prioritario que sembrar efímeras plantas de pascua", afirmación que lleva implícita una crítica al reciente anuncio del Ayuntamiento de Sevilla de destinar 300.000 euros a la poda de árboles singulares y a la siembra de plantas decorativas por las próximas fiestas navideñas.

"Con la llegada del frío otoñal es el momento adecuado para proceder a replantar en los espacios donde estaban los árboles que se han secado. Procede por tanto que el Ayuntamiento reponga toda la arboleda perdida", alegan con criterios técnicos los vecinos.

Mientras tanto, el paisaje que queda es el de un gran número de alcorques vacíos en el que proliferan las malas hierbas y que sirven de refugio para todo tipo de basuras. Un panorama poco alentador para la que se supone una de las principales zonas de esparcimiento del casco antiguo.