El Cabildo Catedral no teme un robo como el de Santiago

Un sistema de cámaras vigila las 24 horas todas las dependencias y capillas

Diego J. Geniz

10 de julio 2011 - 05:03

Un templo vigilado las 24 horas. La Catedral hispalense cuenta con un sistema de seguridad para impedir robos como el que se ha producido esta semana en Santiago de Compostela. El principal templo de la archidiócesis sevillana está dotado de una red de cámaras en dependencias y capillas que graban cualquier movimiento, a lo que se suma el personal que vigila las diferentes salas catedralicias día y noche. No en vano, el gasto en seguridad supone casi el 31% de lo que el Cabildo Catedral desembolsa al año en el funcionamiento del templo metropolitano. A ello se une el seguro de todo el tesoro catedralicio. Medidas que, pese a su perfección, no son del todo infalibles.

La desaparición del Código Calixtino ha reabierto el debate sobre la seguridad de la que están dotadas las catedrales españolas. Este manuscrito se hallaba custodiado en una caja blindada, una medida que no ha sido suficiente para que fuera robado. Ahora la Policía Científica se afana en visionar las imágenes grabadas por las cámaras, aunque ya algunos expertos en patrimonio religioso han alertado del precario sistema de vigilancia que tienen la mayoría de los templos españoles.

La pregunta que se han hecho un buen número de sevillanos estos días es si un robo de estas características podría producirse en la Catedral. El deán del templo metropolitano, Francisco Ortiz, aclara al respecto que desde 1992 la Catedral cuenta con un sistema de seguridad que se ha ido actualizando constantemente: "El templo está vigilado las 24 horas. Tanto de día como de noche las cámaras están grabando imágenes en el templo, salas y capillas". La empresa encargada de la videovigilancia es Securitas, que también se encarga de suministrar el personal. "El número de vigilantes contratados varía en función de los actos que se organicen. Un día normal trabajan unas siete personas, mientras que en las jornadas de grandes actos la cifra llega hasta los veinte", señala Francisco Ortiz, quien recuerda que cuando el templo se cierra siempre permanece, al menos, un guardia de seguridad en su interior toda la noche.

La seguridad en el templo metropolitano supone uno de los principales gastos del Cabildo Catedral. Según el último informe económico de la Archidiócesis de Sevilla, en 2010 se emplearon 922.313,31 euros en contratar servicios profesionales independientes, un desembolso que conforma, en su mayor parte, la vigilancia de la Catedral. Este gasto supone casi el 31% de la partida destinada al funcionamiento del principal templo sevillano.

Por encima de él sólo se sitúa el gasto en conservación, reparación y seguros (956.248,27 euros). Aquí también entra la seguridad. El deán de la Catedral refiere al respecto que el tesoro catedralicio cuenta con un seguro general, al que se añade el que se realiza por cada pieza que es prestada para una exposición. "Cada vez que un objeto catedralicio forma parte de una muestra externa se tasa y se le realiza una póliza. Sin estar asegurada no sale de la Catedral, ya sea un cuadro de Murillo o un simple cáliz".

Estas medidas de seguridad -tanto de cámaras como de personal y seguros- se aplican al tesoro catedralicio, la biblioteca capitular y la colombina. En cuanto al tesoro, hay que tener en cuenta que la Catedral hispalense posee uno de los más amplios de Europa. Tan sólo en orfebrería cuenta con 900 piezas, mientras que en tejidos, el volumen de ropajes litúrgicos se eleva a unos 2.000. Y todo ello sin contar las imágenes, cuadros, frescos y mobiliario que conforman la sala capitular, las dos sacristías y el pabellón donde se expone todo el legado artístico de uno de los templos más grandes de la cristiandad.

En cuanto a la biblioteca capitular, hay que recordar que está compuesta por unos 70.000 volúmenes, con más de 100 incunables (libros impresos antes de 1501), donde destacan los códices litúrgicos medievales, algunos donados por Alfonso X El Sabio. La biblioteca colombina, por su parte, contiene fondos de entre 1496 y 1539 y supone una de las colecciones humanistas más imporantes del mundo. Fue fundada por Hernando Colón, hijo del famoso navegante.

El sistema de seguridad con el que está provista la Catedral y ambos archivos no tiene más de 20 años. Hasta poco antes de 1992 las medidas que existían al respecto eran bastante insuficientes. Prueba de ello es un artículo que se publicó en el diario El País en 1986 donde se alertaba de la escasa protección de la biblioteca colombina. Esta insuficiencia se dio a conocer después de venirse abajo parte de su techumbre. En dicha información se especificaba que las salas de este archivo no tenían luz eléctrica y que los volúmenes carecían de cualquier protección.

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