Centenarios en plenitud de condiciones

Vivimos la generación más longeva de la historia. La esperanza de vida de los españoles es cada vez mayor; en poco más de un siglo ha subido de los 35 años, en 1900, a los 82 previstos en 2013. Y según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística en 2012 había 8.680 personas con más de 100 años en España, 11.200 personas en 2013 de los cuales el 85% son mujeres, cifra que se calcula que será el doble en un decenio.

Los demógrafos denominan a este fenómeno la cuarta edad. Galicia es una de las zonas geográficas más envejecidas del mundo (con un 22% de la población por encima de los 65 años), pero el mayor número de personas con cien años se encuentra en Cataluña. En esta comunidad hay registradas 1.651 personas con un siglo o más de vida. Le siguen Andalucía con 1.606, Madrid con 1.437, Castilla y León con 1.301 y Galicia con 1.176.

En el mundo hay unos 200.000 centenarios declarados (en muchos países es imposible la contabilidad debido a la falta de registros exactos de fecha de nacimiento) pero dentro de 50 años el número habrá ascendido a más de 32 millones. Japón es el país que cuenta con más centenarios con un 1 por 100 en su población. Los científicos expertos en envejecimiento se preguntan cuáles son las razones de este aumento de la longevidad. Mantenerse despiertos intelectualmente y físicamente con aficiones como la lectura, los pasatiempos, las plantas, el paseo o el baile han contribuido a que estas personas vivan su tercera edad en buenas condiciones. Es el caso de Angelita Valero, nacida en Arganda del Rey (Madrid) y criada en Velada (Toledo), que acaba de soplar su tarta de 100 cumpleaños. Su madre también llegó a los cien años, según recuerda, con lo que tendría cierta predisposición genética para la longevidad, pero sus hijos afirman que sobre todo, ha tenido determinación y voluntad por seguir activa.

El presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), Emilio Ibáñez, habla incluso de llegar a la frontera de los 120 como una realidad. Mantener hábitos de vida saludables desde joven haría que pudiéramos sacar lo mejor de nuestro cuerpo, hasta alcanzar esas edades. Detrás de esta longevidad hay factores genéticos, pero también ambientales. Una predisposición genética, mucho ejercicio físico y mental, la dieta rica en fruta y baja en grasas, y además, parece determinante cierta actitud ante la vida, ser positivo, tener ganas de vivir. En este sentido, Ibáñez asegura que también "es muy importante tener un estado emocional feliz que contribuya a un excelente funcionamiento del sistema inmunitario, ya que es básico para prevenir enfermedades que puedan debilitar al sistema nervioso. Es decir, las personas que padecen estrés, ansiedad y depresión en estado crónico son más propensas a contraer graves enfermedades porque el sistema inmunitario no genera las suficientes defensas para protegernos con efectividad, pero tampoco es bueno tener una vida relajada, sin ciertas dosis de estrés, que nos ayudarán a superar los cambios y a fortalecer nuestra salud".