"Soy cabezón y voy a lo mío; no miro las críticas"

Ni su extensa trayectoria en el Betis salva a Arzu de convertirse en el centro de las miradas y, normalmente, para recibir malas críticas. Pero el nazareno asegura que ha aprendido a convivir con las mismas y que su pensamiento sólo pasa por ascender con el Betis.

-Primero, ¿cómo está Arzu?

-Bien. Ha sido una pena lo de esta semana, pero seguimos con la misma mentalidad. Tenemos una buena oportunidad el sábado de demostrarle a la gente que este equipo es sólido, aunque haya algún tropiezo en el camino. Veo al equipo preparado y estoy deseando que llegue el partido para comprobar cómo reaccionamos tras una derrota.

-¿Le ha dado muchas vueltas a la falta del empate?

-Entiendo que sea una jugada comentada, pero veo que siempre el seguimiento es hacia mí... Menos mal que no estuve en Las Palmas, que se empató en el descuento con una falta parecida. Es normal que una semana en la que el equipo ha perdido se busquen culpables, pero soy cabezón, voy a lo mío y no miro las críticas. Seguiré buscando mis minutos.

-Una parte de la afición le silba, ¿le duele ese comportamiento?

-La afición es soberana y no puedo hacer nada. Trato de llevarlo de la mejor manera posible, voy a seguir a mi ritmo y nada más.

-Algunos lo comparan con Guti por esa relación de amor-odio con la afición...

-No es eso... No quiero más polémica. Me ha tocado a mí y ya está. Pero eso no quiere decir que vaya a querer menos a la afición del Betis. Estoy tremendamente agradecido, tengo un cariño especial al club y si el día que me vaya ellos se quedan a gusto y yo también... Yo seguiré queriendo al Betis igual. Profesionalmente me ha tocado vivir esto y ya está.

-¿Le puede pesar su renovación y su alta ficha actual?

-Para nada, era injusto cuando estaba en la otra situación, ¿ahora es injusto porque estoy mejor? Esto último incluso creo debería haber llegado antes.

-No tuvo clara su renovación...

-Estuve mirando cosas para irme, porque llegó un momento en que no quería estar aquí. Pero si firmé el contrato era porque quería quedarme. No es que lo hiciera pensando en que pasasen los años rápido sino que estoy a gusto, tengo a mi gente y la ilusión de seguir jugando en el Betis.

-¿Le molesta que la gente no valore que usted decidió quedarse en el Betis en Segunda mientras otros pedían irse?

-Cuando me quise ir no era por lo económico... No le doy importancia, sino que he hecho lo que he querido y asumo las consecuencias, las buenas y las malas. No pensé que me fueran a querer más por quedarme en Segunda. Hice lo que pensaba que era mejor para mí. Cuando no esté aquí las cosas se verán de otra manera. La gente, o parte de la gente, tiene su opinión y yo tengo la mía también. Llegará el día en que quieran borrar a los chavales que están empezando. Esto es un ciclo.

-¿Ése es el consejo que le da a los más jóvenes?

-Les digo que hoy en día en la Prensa todo son halagos, pero que vean verdaderamente que el grupo tiene que estar unido en los malos momentos, que aquí desgraciadamente han pasado muchos. En eso se están curtiendo. Les digo que lo lleven con calma, que están viviendo la cara buena del fútbol y que la disfruten, pero que aprendan de los momentos malos, que van a llegar también.

-¿La clave de este año está en esa mezcla de jóvenes y veteranos?

-No sabría decir el secreto, pero hay gente nueva, el entrenador... Se ha hecho una pretemporada buena y se ha empezado con hambre. Se ha aprendido del año pasado que con el nombre no se gana y se ha ganado en regularidad. Quizá no va unido, pero que el equipo haya empezado bien ha quitado muchos problemas. Si hubiéramos empezado mal, se diría que los veteranos están contaminando el vestuario. Aquí en Sevilla todo es un cotilleo y parece salsa rosa.

-¿Tanta importancia le otorga al entorno en los resultados?

-Aquí en Sevilla se maneja mucha Prensa y no quiero echar culpas, pero en un momento dado hubiera sido un cóctel explosivo. Ahora, por ejemplo, no se ensalza cómo se lleva el vestuario y lo que no quiero es que si llegan los malos momentos se achaque a eso.

-¿Siente que el relevo generacional ha llegado al vestuario?

-Por lógica tiene que llegar ese momento. Los años van pasando y entra gente nueva. Los chavales están metidos y hay un ambiente muy sano. A mí me gusta.

-Se lesionó durante la pretemporada, ahora es suplente... ¿Es ésta su campaña más complicada?

-En alguna otra también comencé con lesión y me costó entrar. Ahora entiendo mi rol, me he recuperado con un equipo que está ganando, hay compañeros que lo están haciendo bien y tienen su momento. Yo ya tendré el mío y trataré de aprovechar esos minutos. Soy consciente de lo que firmé y confío en mí.

-Como capitán, ¿cómo lleva el tema extradeportivo?

-Intentamos no inmiscuirnos demasiado para que nadie se vea afectado. Este grupo es joven y fácil de llevar. Aquí venimos a trabajar, a que haya armonía y no alguien cabreado. Los nuevos también nos han ayudado en eso.

-¿Le molestó que Oliver criticase a gente de otras temporadas?

-Es un tema que ya aclaramos en privado y quedó zanjado. No creo que haya que hablar de polémicas. Tenemos un problema evidente, que es el económico, y esperemos que se solucione.