El adiós vuelve a posponerse
El Juzgado Mercantil número 1 de Sevilla debería haber fijado este miércoles el día de la junta, pero se aplaza hasta la próxima semana.

Se defiende como gato panza arriba, pero sus días en el Betis están contados. El ilegítimo reinado del okupa Luis Oliver, tenía en este miércoles su fecha de caducidad, pero tendrá que esperar. Todo estaba en manos del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla, que tenía previsto fijar en la mañana de este miércoles la fecha para la celebración de la junta extraordinaria de accionistas que en su día solicitase la asociación de béticos de base Por Nuestro Betis (PNB) y que va a resultar clave para el futuro inmediato de la sociedad. No onstante, desde el Juzgado de los Mercantil se ha anunciado el aplazo de dicha convocatoria. Además, como el juez que instruye el caso se marcha de mini vacaciones hasta la próxima semana, no será como mínimo hasta entonces cuando se sepa el día de la asamblea bética.
Oliver llegó al Betis el 7 de julio y en su afán por apoltronarse y asumir todo el poder fijó una junta extraordinaria para el 20 de agosto que, tras el auto de medidas cautelares de la juez Mercedes Alaya, no llegó a convocar, ya que su efecto hubiese sido el contrario, al provocar su salida de la sociedad que dirige de forma ilegítima y con apenas seis acciones. Medio acorralado por la oposición, los administradores, la juez y la afición, fijó una nueva asamblea para el 30 de noviembre sin la más mínima intención de celebrarla, como se dedujo el pasado lunes de las palabras del nuevo presidente, Jaime Rodríguez-Sacristán, quien ya anunció que la única vía sería la judicial.
Pues ésta debía de haber llegado este miércoles, ya que Eduardo Gómez López, titular del citado juzgado de lo Mercantil, tenía previsto tomar desde este jueves unas breves vacaciones y algunos de sus ayudantes ya habían manifestado sotto voce que este miércoles era el día, pero finalmente no ha sido así.
Las fechas que se barajan no son muchas, ya que la premura de tiempo existe por el catastrófico estado en que se encuentra el Betis en todos los sentidos. Al tener que haber un plazo mínimo de un mes entre la convocatoria y la celebración y unos cinco días para que el solicitante, en este caso PNB, tenga tiempo de publicarla en el Boletín del registro Mercantil (Borme) y en un diario local, no parece posible que ésta se pueda celebrar antes del 26 de noviembre. Por ser viernes, quizá sea fijada la fecha del 29-N, ya que las asambleas suelen adentrarse en la madrugada del día siguiente.
El juez, amén de la fecha, designará a un presidente para dirigir la junta extraordinaria, que suele ser un profesor universitario o un abogado, de cierto prestigio en la ciudad; y un secretario, habitualmente un notario. Ambos, en principio, serían los únicos ocupantes de la mesa y los que velarán, posiblemente junto a algún agente de la autoridad, por el buen discurrir de la asamblea, de la que debe salir el nuevo consejo de administración bético, en principio, con el GPH (Rafael Gordillo, Juan Manuel Gómez Porrúa y Luis Huidobro) al frente y un mínimo de cuatro consejeros más.
Todo se remonta al pasado 4 de mayo, cuando PNB solicitó notarialmente la convocatoria, de la que Manuel Ruiz de Lopera hizo caso omiso. Fue el 14 de septiembre cuando la asociación de béticos de base recibió la providencia del juzgado. Agotados por parte de Oliver y sus adláteres todos los intentos para dilatar el pronunciamiento del juzgado, hoy verá el navarro qué fecha le es señalada para, presumiblemente, tener que decir adiós a su oscura etapa en el Betis, ya que fuentes próximas al navarro indican que no le ha quedado más remedio que rendirse, aunque tratará de aprovechar el mando que ostenta, gracias a los cómplices Sacristán y Manuel Castaño, entre otros. Tampoco se descarta que Oliver, a posteriori, trate de impugnar la Junta en base a algún defecto de forma que tratará de buscar, pero esa maniobra, indican quienes lo conocen, no sería más que una última pataleta.
En el orden del día, que consta de unos 15 puntos, según fue solicitado por PNB el 4 de mayo, destacan básicamente la modificación de los estatutos de la sociedad, el informe económico de la misma y el cese y nombramiento de nuevos consejeros. Hay que recordar que, ratificados en una junta general, hoy en día el Betis sólo cuenta con tres consejeros, Manuel Castaño, Jaime Rodríguez-Sacristán y Francisco Nuchera. Empero, no está incluido en el orden del día el cambio del nombre del estadio, por lo que éste se llamará Ruiz de Lopera hasta la junta ordinaria de diciembre.
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