"Puedo ser un líder, pero no como Joaquín; él es el niño del club"
Didier Digard. Futbolista del Betis.
"Tenía que haber venido antes", responde el francés cuando se le pregunta por su estancia en Sevilla, una ciudad a la que se está adaptando a la perfección desde su fichaje por el Betis.

Abandona de los últimos el vestuario de la ciudad deportiva, pero atiende sin prisas e intentando explicar cada respuesta. Así se comporta Didier Digard (Gisors, Francia, 12-07-1986), que, pese a que entiende cada pregunta en castellano, solicita la presencia de un traductor en francés. No quiere que nada se le escape, lo mismo que le ocurre sobre el césped.
-¿Qué significa para usted el fútbol?
-Es un placer, pero con el tiempo se ha convertido en mi trabajo. Comenzó como un sueño de niño, algo para estar con los amigos, a lo que trasladé mis ganas de ganar.
-¿Cuándo supo que sería futbolista profesional?
-Querer ser futbolista surgió de forma natural. Siempre me gustó estar con la familia y jugar al fútbol. Estuve en el centro de formación y fui dando paso a paso hasta llegar arriba. Yo iba siempre a dar la lata a los demás para jugar. Tuve la suerte de que mis padres siempre me dejaran jugar con mis amigos. Nunca abandoné el amor al fútbol e hice de ello mi trabajo.
-¿Existe tradición futbolística en su familia?
-No hubo influencias de tipo familiar, aunque mi padre seguía mucho al PSG. Sabía que cuando me fui allí lo haría feliz. La familia es algo muy importante y estoy contento de haber podido darle esa alegría. Nunca me presionaron, cuando aún tenía 12 años debía abandonar a mis padres para jugar en Le Havre y hacer dos horas de viaje. Pero me dejaron elegir a mí: podía ir o no. Lograron con ello que fuera feliz, la vida en comunidad tan pronto fue enriquecedora.
-¿Ve fútbol por televisión?
-Sí, todos los partidos que puedo. Si puedo quedarme en el sofá todo el día viendo partidos, lo hago. Me encanta. Yo seguía la Liga española, ahora lo hago más para ver la forma de jugar de los equipos.
-¿Tuvo algún referente?
-Cuando uno es pequeño le gusta ver a los equipos que ganan. Crecí con la generación Zidane, luego me fui fijando en los jugadores que jugaban en mi posición. Vieira y Makelele eran referencias y también Xavi o Iniesta. Seedorf y Gerrard también me atraían, jugadores que marcaban diferencias. Como ahora Busquets.
-Usted fue padre con 16 años. ¿Eso lo hizo madurar antes?
-Haber tenido niños pronto te da la responsabilidad sobre una vida y una familia. Fue beneficioso. Nunca fui alguien que saliera, estaba acostumbrado a la vida familiar. Es algo que llevo conmigo y me ayudó a no desviarme y centrarme en mi objetivo.
-¿Influye esto en ese carácter de líder que exhibe ahora?
-Siempre lo tuve. Desde joven, fue algo que no cambió. En mi caso fue algo natural, en mi familia todos tenemos un carácter fuerte.
-Usted fue internacional con las categorías inferiores de Francia y pronto saltó al PSG. ¿Qué le ocurrió para que se frenase esa progresión?
-Tuve muchas lesiones cuando firmé por el PSG. Hay gente a las que la naturaleza dejó tranquilo y progresó. Es difícil. Pese a todo estoy contento y trabajo cada día para hacerlo de forma seria. Las lesiones condicionan. Hoy los jugadores que juegan en Francia son gente que no se lesiona. Pogba no se lesiona, tampoco Matuidi, ni Cabaye. El fútbol es así. Pero no tengo lamentos sobre ello. Creo en Dios, es el que te da y te quita. Quizás haya pasado por pruebas que luego me servirán en la vida y que otros no encontraron. El fútbol es importante, pero no es lo más importante.
-Luego pasó a Inglaterra, donde tampoco se consolidó...
-Allí el problema fue una entrada que provocó perderme casi todo el año desde febrero. El club luego descendió y no había finanzas para pagar mi salario. Había que liberar jugadores y me tuve que ir.
-El año pasado volvieron a reaparecer esas lesiones y ahora en el Betis también. ¿Le llega a obsesionar ese asunto?
-El problema del año pasado es que mi carácter hace que quiera ayudar al equipo estando en peligro de lesionarme. Incluso sin estar preparado, forzaba. Eso fue un problema y en la segunda parte de la temporada, por primera vez en mi carrera, pensé en mí. Me fui a Italia, tuve un programa especial y luego jugué cada partido sin problema. Aquí fue complicado el inicio de campaña porque no podía hacer todo eso, pero ya sí. El club me dio tiempo y todos están contentos.
-¿Teme que le pueda ocurrir otra vez lo mismo?
-Es muy diferente la lesión de este año. Lo del pasado curso fue ponerme en peligro yo mismo. No lo lamento porque es mi carácter. Cada partido que arriesgué, lo ganamos, y era lo más importante para mí. Ahora no pasará, sé lo que tengo que hacer para estar bien, es trabajo cotidiano y lo tengo que hacer porque me hace más falta que a otros. Es para mi trabajo, algo con lo que sueñan millones de personas.
-¿Se va encontrando ya con ese ritmo que usted sabe que necesita para rendir?
-Sólo está uno al 100% cuando encadena partidos. Necesito jugar para estar bien, pero me siento bien ya en los entrenamientos y en el amistoso del jueves.
-¿Dónde coloca el techo del equipo para este año?
-Lo más importante es mantenerse lo más rápido posible. Coger puntos y confianza, luego todo es posible. Todos nos ven luchando por la permanencia y es lo lógico, pero luego espero que poco a poco encadenemos buenos resultados sin ponernos un tope. Los béticos merece una buena clasificación.
-¿Qué le ha llamado la atención del Betis, tanto de la institución como de la plantilla?
-Lo que más me ha sorprendido del club es todo el fervor que tiene alrededor. No esperaba que fuera tan reputado, tan mediático y con tantos aficionados en todos sitios. También estoy contento con el profesionalismo que hay, pero la atmósfera de alrededor es lo que me sorprendió.
-Cuando ve a un jugador tan joven como Dani Ceballos... ¿Le recuerda a sus inicios?
-Cuando comencé a jugar, lo hice como él, ganando el Campeonato de Europa con Francia. Yo no tenía en mi club a muchos jugadores con experiencia, Dani tiene la suerte de tener a muchos ahora con él. Sí, también me recuerda a esos momentos.
-¿Le ha hecho alguna recomendación?
-Hablo mucho con él, lo importante es que sepa lo que tiene que hacer. Para mí, debería quedarse aquí. Está en un club en el que la gente lo quiere, lo ama, es como en el amor de pareja. Pienso que su mejor momento para irse será cuando haya progresado más. Sus cualidades las tendrá siempre. Aquí está visible en la Liga, en un club popular y sigue yendo a la selección. Si no lo convencemos, lo ataremos (bromea).
-Su compatriota N'Diaye está rindiendo ahora a un gran nivel. ¿Se ve jugando junto a él?
-Todos tenemos perfiles diferentes. Cuando juegue conmigo, Alfred podrá tener más libertad para correr y llegar a todos sitios. Yo controlo y organizo más el juego y guardo mucho más la posición.
-Usted señaló que la idea de juego del míster le gustaba. ¿Qué le ha solicitado?
-Mel me pide que haga lo que sé hacer. Me eligió por mis cualidades, espera que las explote para el equipo y espero que sea así. No buscaré hacer otras cosas.
-¿Se parece a los entrenadores que tuvo en su carrera?
-Tuve muchos técnicos y fueron todos muy diferentes. Lo particular de Mel es su amor por el Betis. Sentimos que es un apasionado y que tiene ganas de conseguir grandes cosas aquí.
-¿Cuál le enseñó más?
-Aprendí de todos. Es difícil elegir a uno. Es cierto que tengo más cariño hacia uno que tuve en Niza. Cogió al equipo cuando pasaba por dificultades y él tenía un cáncer (René Marsiglia). Lo que hizo fue de locos, una cosa increíble.
-Y Joaquín. ¿Le sorprendió el cariño que le tienen en todos los campos?
-Aporta de todo. Fuera del campo y también dentro. Llega cada día con una sonrisa y está contento de estar aquí. Nos da confianza porque sabemos que los aficionados confían en él y eso se transmite a nosotros. Sobre el césped también nos da muchas cosas. Hace pases decisivos, marca y nos muestra que aún es un gran jugador.
-¿Se imagina siendo tan líder del Betis como él?
-Pienso que Joaquín es irreemplazable como líder. Es el niño del club, hizo sus primeros años aquí y creció aquí. Para eso hace falta mucho tiempo. Puedo ser un líder, pero nunca se puede comparar a eso. Joaquín es Joaquín.
-¿Cómo se encuentra en Sevilla?
-La vida aquí es perfecta. Hace buen tiempo, la gente nos apoya, nos anima, el club está bien organizado y la ciudad es bonita para visitar. Tendría que haber venido antes (bromea).
-Pues hace dos temporadas estuvo muy cerca...
-No fue decisión mía no venir, fue cosa del club. Quizás por venir más tarde, también me marche más tarde. El buen momento quizá sea ahora, en Francia ya hice lo que debía hacer. La Liga es el campeonato más fuerte y el que más evolucionó. Necesitaba un reto y quería un sitio con presión.
-Usted tuvo más ofertas. ¿Por qué eligió al Betis?
-Eduardo (Maciá) hizo bien su trabajo. Sabía que el entrenador me quería. Me presentaron un proyecto y me pareció el más completo. Quería lo que me presentaron, un proyecto de volver a dar a este club el pasado que tuvo. No hubiese venido aquí si no creyera en este proyecto. Ir a un sitio sin presión no era lo mío. Cuando renové con el Niza todos me dijeron que por qué lo hacía. Dije que para jugar en Europa, y terminamos cuartos. Espero que todos juntos podamos crecer.
-Está finalizando esta entrevista y ni hemos hablado del Sevilla, ni de Krychowiak....
-Sé lo que significa un derbi. Son como finales, se ganan. Como decía el entrenador, queremos dar la vuelta a la tortilla, hacer del Betis el club de la ciudad. En afición ya lo somos y ahora queremos ser los mejores sobre el campo.
"No comprendo que intentaran ensuciar a Gasol"
No sólo aparece Didier Digard como un apasionado del fútbol, sino que también aprovecha su tiempo libre, además de para pasear por Sevilla, para seguir otros deportes como el baloncesto. "Me gusta mucho", confiesa el francés, que aguantó las bromas de sus compañeros tras la victoria de España ante Francia en el pasado Campeonato de Europa disputado en su país. "En el vestuario fue complicado tras la derrota ante España", explica, tras bromear en castellano nada más formularse la pregunta. Eso sí, su rostro y el tono de sus palabras cambian cuando se le cuestiona sobre la polémica surgida en el país galo con Pau Gasol. "No tiene sentido. Ha demostrado todo en el día a día. Da la impresión que no ven la NBA, es un jugador extraordinario, el mejor en su puesto desde siempre. No comprendo que hayan intentado ensuciar su nombre. Es una pena, espero que lo paguen. Representa a su país de la mejor manera y también lo hace en el extranjero", expone el bético, dejando claro que su amor por el deporte está por encima de otras cuestiones.
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