Jordi Figueras contra las lesiones

La mala suerte se ha cebado con el Betis. Al lógico retraso de algún fichaje en zonas que Mel considera críticas y sin surtir del todo, como el centro de la defensa y el medio defensivo, se están uniendo contratiempos en forma de lesiones y, para colmo, ayer un contratiempo en el recién llegado Lolo Reyes, que al final al menos no fue grave.

El joven mediocampista chileno sufre un esguince de grado I-II en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha que lo tendrá apartado de los terrenos de juego por un período que oscilará entre tres y cinco semanas, aunque el chileno viajará a Inglaterra y, en siete días, será examinado de nuevo.

Fue la gota que colmó el vaso y que puso a la secretaría técnica que encabeza Vlada Stosic a trabajar aún más intensamente para firmar en los próximos días un centrocampista defensivo, una vez que a primera hora de la tarde cerró ya el de Jordi Figueras, central del Brujas, para la defensa. Respecto al medio, éste no será el francés del Niza Didier Digard, que durante el día de ayer acercó posturas con el club galo para poder prolongar su contrato después de su gran temporada. Se escaparía así uno de los principales deseos de Mel para esta posición.

Con todo, el nombre del día fue el de Lolo Reyes, quien sobre las diez y media de la mañana se echaba la mano a la cara interna de su rodilla y se quejaba sobre el césped del campo dos de Montecastillo. El futbolista chileno se lesionó solo, al realizar un centro que dejó varada su pierna sobre el césped e impidió el giro de su rodilla al bloquearse.

Tras ser explorado de inmediato por el doctor Tomás Calero, éste solicitó un buggy de los que se utilizan para jugar al golf y trasladó al futbolista al hotel, donde lo exploró más concienzudamente y le aplicó hielo en la articulación dañada. A primera hora de la tarde, tras el almuerzo de la plantilla al que Reyes acudió cojeando mínimamente pero por su propio pie, el galeno y el jugador partieron para realizarle pruebas complementarias a una clínica sevillana.

Si ya desde los primeros momentos se sabía que tenía afectado el ligamento lateral interno de su rodilla derecha, las pruebas arrojaron el diagnóstico definitivo, que fue casi el más leve posible para el futbolista, ya se llegó a temer por una rotura grave que lo hubiese dejado varado unos meses.

Mientras esto ocurría en Montecastillo, en las oficinas heliopolitanas se ultimaba el fichaje de un defensa central que paliara en cierta medida la baja de efectivos y las carencias en la zona. El catalán Jordi Figueras era el mejor colocado, aunque la secretaría técnica barajaba otros nombres e incluso trataba de negociar con el Barcelona si la cesión de Bartra era posible a estas alturas. Ocurre que los azulgrana tampoco están sobrados de efectivos en esa zona y no quieren desprenderse tan pronto de Bartra. Es un caso similar al del preferido de Mel, el madridista Nacho, quien hoy parece imprescindible tras la baja de Albiol y la más que posible de Fabio Coentrao, pero que en unas semanas puede variar sensiblemente su rol y pasar a ser un futbolista con la condición de listo para ceder.

Por todo esto, al final el club llegó a un acuerdo con el Brujas por Jordi, quien firmará con el Betis por cuatro temporadas y viajará a Inglaterra para empezar su trabajo con el equipo verdiblanco. El zaguero ya pernoctó ayer mismo en un hotel cercano al Benito Villanmarín y hoy pasará el examen médico en Sevilla. Será presentado, seguramente, el lunes.

Volviendo al parte médico, la de Reyes no fue la única desgracia de la mañana, toda vez que Rubén Castro no pudo entrenarse debido a unas molestias en los isquiotibiales de su pierna derecha. En el entrenamiento vespertino del jueves, el delantero se canario se echó la mano al glúteo tras un excelso recorte sobre Caro, aunque siguió jugando. El delantero no jugó anoche en Coria y tampoco lo hará hoy en Isla Cristina. Ya en Inglaterra regresará a los entrenamientos tras revelar las pruebas efectuadas ayer que no sufre ninguna rotura muscular en la zona.

La lesión de Amaya sigue más o menos los plazos previstos. A mediados de la semana que viene comenzará el trabajo de campo y a finales de la misma o primeros de la siguiente se reintegrará al grupo. Con todo, su rodilla derecha le va a impedir disputar los primeros amistosos en tierras británicas.

La única nota positiva en este sentido la puso Matilla, quien ya se ejercitó en solitario con balón unos minutos tras hacerlo antes en el gimnasio y podría incluso disputar unos minutos ante el Sporting de Braga hoy en Isla Cristina, aunque igual que en el caso de Rubén Castro, y al tratarse de partidos sin nada en juego, Tomás Calero se mostró partidario de reservarlos a ambos para los encuentros de Inglaterra.