"Bielsa es todo un obseso del fútbol, pero me hizo crecer"
Lorenzo Reyes
"Sin el fútbol lo mismo estaría en la cárcel u otra cosa", dice el chileno, que proviene de familia humilde, y añade: "En la vida se me ha dado todo muy rápido". "En el Betis sabían más de mí que yo mismo", asegura.
Lorenzo Enrique Reyes Vicencio (Santiago de Chile, 13-06-1991) ha dado el salto a Europa tras brillar en el Huachipato y en el combinado nacional, donde pretende asentarse ahora. De origen humilde y muy vinculado a su familia -son diez hermanos-, Lolo Reyes, como pone en su camiseta, quiere devolver la confianza que han depositado en su figura.
-¿Cómo han sido sus primeros días en el Betis?
-Me voy adaptando muy bien, me falta un poco, pero me voy sintiendo mejor. En los tres o cuatro primeros días me costó algo la parte física, después de haber estado un mes y medio parado, pero ya he avanzado en eso también. Estoy mejor físicamente y me falta soltarme con el balón.
-¿Está siendo el Betis lo que esperaba?
-Lo que esperaba y mucho más. El Betis es un gran club, tanto emocionalmente como psicológicamente, porque me han ayudado en todos los aspectos.
-¿Qué le parece el estilo de juego del equipo?
-De la manera de ver el fútbol del míster es muy ofensivo, creo que están los jugadores para eso y, además de ser excelentes jugadores, son buenas personas.
-¿Qué le ha pedido a usted el entrenador?
-Siempre fui el volante más defensivo y estoy acostumbrado a eso, a estar por delante de los centrales y guardar la posición. Es parecido a lo que hacía en mi anterior equipo, guardando las proporciones, porque acá se ataca mucho más de lo normal. Hay que guardar el cero en nuestra puerta y eso a la larga depende de los que defendemos.
-En muchos entrenamientos ha hecho pareja con Nosa Igiebor, ¿cómo se compenetra con él con la barrera del idioma?
-Si bien no hablamos el mismo idioma, siendo futbolista se entiende con los movimientos de cada jugador. Me ha tocado mucho con él y con los demás volantes. Todos son buenos jugadores y hay que luchar mucho para conseguir un puesto acá.
-¿Le ha tenido que agarrar de la camiseta alguna vez para que no se vaya tan arriba?
-Es lo que te decía, acá son volantes mucho más ofensivos y hay que tener la disposición de defender también, y si no está el compañero tratar de cubrirlo para que no se note su ausencia.
-Marcelo Bielsa lo comparó con Mascherano, ¿es por esa cualidad suya de hacer la raya?
-No sé si me parezco mucho y es un halago que me comparase con él, pero me sacrifico mucho por el equipo y espero ponerme al 100% para demostrar que puedo dar mucho más aún.
-Tengo entendido que Bielsa lo llamó a usted para que entrenase con la selección cuando él estaba al mando.
-Éramos un grupo de sparring, donde hacíamos los trabajos y compartíamos fútbol con el primer equipo, que era la selección.
-Hay un jugador que militó en el Athletic (Javi Martínez) que comentó hace poco que un jugador profesional debería estar al menos una vez en la vida a las órdenes de Bielsa. ¿Es tan especial como dicen?
-Es una experiencia única, a mí me sirvió para crecer mucho futbolísticamente y también como persona. Mucho más sobre fútbol, mete un ritmo que es impresionante y eso ayuda a crecer.
-Y está muy encima del jugador, por algo lo llaman El loco...
-Es uno de los mejores entrenadores del mundo, es un obsesivo como dices, quizás se pase de la línea, pero por lo mismo es tan bueno, conoce cada detalle de cada jugador.
-¿Qué papel jugó usted en el Mundial de Sudáfrica?
-Entrené en Chile con los partners y luego viajamos al Mundial 14 sparrings, donde ya le dije, demostramos los trabajos que había que hacer a la selección adulta y nos medíamos con la absoluta en los entrenamientos.
-Usted jugaba en Huachipato, un equipo modesto de Chile. ¿Se imaginaba dar el salto a Europa tan pronto?
-Si le soy sincero, no esperaba esto tan rápido, pero se me ha dado así como todo en mi vida, en lo futbolístico. Y veo que hay que seguir creciendo. Quiero adaptarme rápido para devolver la confianza a este club que apostó por mí. Como le dije anteriormente, me han pasado las cosas muy rápido en el fútbol y lo he afrontado de muy buena manera y espero que sea igual acá.
-Usted viene de una familia numerosa de origen humilde, dejó su ciudad muy pronto... ¿Cómo afecta eso a su carrera?
-Eso indica que hay sacrificio de por medio, es difícil estar en una ciudad que no es la tuya. Imagínese estar en otro país sin el apoyo de la familia, que para mí es incondicional. El apoyo siempre lo tengo, pero que no esté aquí se me hace difícil.
-Tengo entendido que su infancia no fue fácil y que algunos amigos suyos no acabaron bien. ¿Qué hubiera sido de usted sin el fútbol?
-Fue una infancia muy difícil, vengo de un lugar súper humilde y por desgracia algunos amigos no eligieron el mejor camino. Si le soy sincero, no sé si hubiera estado allí si ahora estaría preso u otra cosa. Gracias a Dios se me dio este camino, lo supe aprovechar y estoy aquí. Desde que tengo memoria, fuera de mi familia, el fútbol es lo que más me importa, es todo para mí y tomo cada decisión para que me vaya bien en el fútbol.
-Volvamos al Betis. ¿Jugar en una competición europea fue otro aliciente para fichar?
-Es un desafío para nosotros, los que vienen de fuera tienen que dar un poco más y eso espero hacer. Jugar en Europa es un desafío único, tenemos que dar lo mejor de cada uno para pasar a la fase de grupos, que es el objetivo de todos.
-¿Qué conoce ya del Betis?
-La hinchada, que es muy numerosa, el estadio es magnífico. Los compañeros son muy buenas personas y estoy gratamente sorprendido con ellos.
-Jugadores como Cañas o Beñat, de su posición, ya no siguen. ¿Está preparado para tener ese foco sobre su figura?
-Hay una presión extra por eso, pero yo no vengo a reemplazar a nadie, vengo a aportar lo mío, a luchar cada día para demostrar que puedo ser un aporte por el equipo.
-¿Qué compañero le ha sorprendido más?
-No quiero individualizar porque hay muchos jugadores de muy buen pie, que corren mucho, no me gustaría olvidar a alguien. El grupo es magnífico, tanto los jugadores como el cuerpo técnico me han acogido muy bien. Se hacen chistes para que la adaptación al equipo sea más sencilla. Estoy en otro país y eso me ayuda emocionalmente.
-El Betis lleva tres años creciendo, ¿qué objetivo se marca?
-Me he enterado que estos tres años hemos ido en progreso, va a ser difícil, porque la pasada temporada fue muy buena para el Betis. Pero estamos trabajando muy duro, muy humildes para lograr los desafíos que nos hemos propuesto, que es mejorar la campaña pasada.
-¿Le ha sorprendido que se trabaja mucho con balón?
-La pretemporada allí se hacía sin balón, pero duraba mucho menos que acá. Aquí será un mes y medio aproximadamente y en Huachipato son 15 días. Hacer físico con el balón ayuda mucho.
-¿Qué me dice de Bryan Rodríguez, que parece que puede ser su compañero otra vez?
-Si viniera acá aportaría mucho, las cualidades que tiene son el juego aéreo que te mata. Aquí nadie se puede relajar, pero la calidad la tiene y si él quiere puede romperla acá.
-Usted comentó hace poco que le sorprendió el seguimiento que le había realizado el Betis. ¿Cómo ocurrió eso?
-No lo había visto nunca, fue impresionante, sabían más de mí que yo mismo. Eso te da a entender que aquí se trabaja muy bien en todos los aspectos y por algo es uno de los mejores equipos de España. Me sorprendió mucho y si confiaron en traerme aquí es por algo.
-¿Qué objetivo se marca en el Betis?
-A corto plazo, ayudar al equipo, eso es lo primero. Si al equipo le va bien, a todos nos va bien.
-Y supongo que consolidarse en la selección...
-Eso se dará sólo si hago las cosas bien acá, quiero adaptarme bien y la selección vendrá sola. Sampaoli ve a todos los jugadores chilenos y el que lo haga bien, irá. En ese sentido estoy muy tranquilo.
-No le he querido preguntar todavía por Medel ¿Está cansado de esa comparación?
-No me enojo, Medel ha dejado su huella en el Sevilla. Yo estoy aparte y quiero dejar mi huella en el Betis. Para los chilenos es un referente, lo ha hecho muy bien. Juega un poco más atrás en la selección. Yo quiero llegar a su nivel y mejorarlo, porque siempre quiero más, pero demostrarlo más que hablarlo.
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