"A mi hijo de 5 años le gusta más el fútbol que los dibujos animados"
Nacho
Nacho, un enamorado del fútbol que duda en hacerse entrenador por no renunciar a vivir y educar a sus hijos en Málaga. El lateral izquierdo, que finaliza su contrato en 2015, quiere "pasear la bandera del Betis por Europa".

-Hablemos de su etapa en el Betis. Llegó a un equipo de Segunda, ¿le costó dar el paso?
-Fue una decisión difícil porque llevaba varios años en Primera División y tenía ofertas, pero me animé porque el club al que venía era el Betis, que siempre me pareció simpático y que sabía que volvería pronto a Primera.
-Es decir, esperaba esta línea ascendente...
-Incluso fuera de Sevilla se sabe que el Betis es un grande. Cualquiera querría venir aquí a jugar y mi decisión no fue equivocada.
-¿El broche a su etapa bética sería jugar en Europa?
-Jugué dos partidos de la liguilla previa con el Getafe, ante el Tottenham y el Twente, pero nada tiene que ver con lo que sería volver por todo lo alto con el Betis.
-Repasemos su carrera. Ascendió a Segunda A con el filial del Málaga y se dio a conocer.
-Llegué al Málaga B con 18 años, ascendimos dos veces y nos mantuvimos. Debuté ya con el primer equipo, pero me salió la opción del Levante y me fui con una opción de recompra.
-¿No le dolió que no confiasen en usted en su casa?
-Me dolió porque mi ilusión de chaval, como malagueño que soy, era hacerme un hueco en el primer equipo. Pero me tocó salir y demostrarlo fuera para tener la recompensa de volver.
-Empero, juega una temporada entera como titular y lo vuelven a traspasar, al Getafe.
-El club lo pasaba mal económicamente y se vio obligado. Me fui en un paquetito junto con Alexis. Pero el año, con Schuster, fue muy bueno y jugamos la final de la Copa del Rey. Luego con Laudrup comencé jugando y en invierno me fui cedido a la Real Sociedad. Había jugado siete partidos y no podía quedarme en Primera.
-Al final de aquel año, al Málaga por tercera vez...
-Tapia, que me había tenido en el filial, tiró de gente conocida porque económicamente la cosa no estaba bien allí. Para mí era una opción muy buena volver cedido al Málaga. La verdad es que es una situación atípica que uno entre y salga tantas veces de un equipo (Este invierno hubo una pequeña intentona para que relevara a Monreal).
-¿Es una espinita clavada no haberse consolidado en su equipo, más ahora en ese gran Málaga?
-Tengo envidia sana, pero el Betis vive una situación similar. Ellos también entraron en ley concursal y han ido creciendo, por eso veo al Betis reflejado y por qué no entrar en Europa este año o el próximo.
-Usted es interior izquierdo, pero casi siempre tuvo que jugar de extremo y ahora lleva unos años de lateral, ¿cómo se ve ahí?
-Ahora muy bien. Me he acostumbrado a la posición, aunque al principio me costaba cambiar el chip de atacar y ayudar al compañero, porque el lateral es lo contrario: defender y subir cuando se pueda. No fue fácil y me alegro de haberlo conseguido, creo que fue bueno para el equipo y para mí.
-¿Le ha venido bien tener por fin competencia esta temporada?
-La competencia siempre es buena para uno y para el equipo, porque te obliga a tener intensidad y al entrenador le ofrece variantes ante lesiones y sanciones.
-¿Ve a Álex Martínez el futuro lateral izquierdo del Betis?
-Es un jugador muy completo, rápido, con técnica, inteligente, se posiciona muy bien y tiene muy buen golpeo de balón. Por supuesto que tiene mucho futuro aquí.
-¿Qué le pide Mel a un lateral? ¿De qué habló con ustedes en Montecastillo hace unos días?
-Refrescamos temas tácticos, de saber posicionarnos y hacer la cobertura cuando suba el otro lateral... De no subir los dos a la vez para no dejar la defensa desprotegida y de elegir los momentos de ataque y que no se suba por subir.
-Lo de elegir las subidas se le da bien a usted y, además, es preciso con los centros...
-Lo importante es defender y no estar continuamente subiendo porque al final te cogen la espalda, sino saber cuando un compañero te va dar el pase a la raya y entrar y sorprender. Ahí está la clave.
-¿Se fijó en algún futbolista en sus inicios como lateral?
-No. Hacía más caso al míster, él es el que te va a poner el domingo.
-¿De los de hoy se queda con otro reciclado, Jordi Alba?
-Pero él es mucho más veloz que yo y, además, en el Barça se ataca más que se defiende. Pero es un referente, porque elige bien las subidas; de todos se copia lo bueno.
-Pues yo le veo algo de Iniesta.
-A ver...
-Que nunca se apura con el balón, incluso estando rodeado. ¿Nunca se pone nervioso?
-(ríe). Es carácter, eso va con mi forma de ser. Y puede que sea una virtud, sí.
-En negativo, que esa templanza a veces puede ser excesiva tranquilidad, ¿no?
-Puede ser, a veces parece como que me da igual, ¿no?
-Sí, que juega como dormido...
-(ríe). Quizás el que no me conozca y me vea por primera vez pueda pensar que soy un poco pasota, pero es todo lo contrario, es mi forma de asumir la concentración.
-¿Le falta algo de velocidad?
-Sí, pero a mi edad ya poco se puede hacer. Trato de suplirla con concentración y una mejor colocación en el campo.
-Y con regate, otra forma de eludir contrarios...
-Lleva razón, con habilidad también se suple la falta de velocidad.
-Tácticamente, es de los mejores. Dígame otro compañero.
-Me resulta difícil. El Betis está muy compenetrado y sincronizado. Y eso es mérito del cuerpo técnico. Trabajamos mucho jugar con las líneas juntas, la transición defensa-ataque, bascular hacia una banda y que nadie se despiste... Y si a alguno le pasa, otro compañero lo corrige, hay muy buena comunicación entre nosotros.
-Noto que le gusta el fútbol, ¿ve muchos partidos?
-Sí, y con mi hijo más. Porque le gusta mucho y le da igual que sea Segunda o el partido que pongan.
-¿Qué edad tiene su hijo?
-Cinco años.
-¿Y ya le gusta el fútbol?
-A mí me gustaba desde que tenía cuatro.
-Comprendo. Pero me refiero a sentarse a ver partidos...
-Sí, claro. Él antes que ver los dibujos animados prefiere el fútbol.
-¿Y cuándo usted juega...?
-Él suele ver mis partidos, aunque con los horarios a veces se los graba la madre si son muy tarde y los ve luego en diferido.
-¿No será muy crítico con su padre?
-No se crea... No conmigo, pero sí con el equipo. A veces me pregunta: ¿Papá, qué le pasa al Betis? Porque ve que hemos salido como dormidos y nos están dominando; eso no le gusta porque ve que no jugamos hacia adelante. Me sorprende que a esa edad tenga ya esos conceptos.
-El niño será un figura. Y usted, ¿se ve como entrenador?
-Me lo pregunto a veces cuando estoy con mi mujer o mis amigos. No sé, por un lado significaría seguir vinculado al fútbol pero por otro me gustaría estar unos años en Málaga y asentarme allí un tiempo y no ir de ciudad en ciudad.
-Pues empiece en Málaga entrenando a niños.
-Eso sí, con chavales en ese plan me lo planteo y luego ya se verá cuando mis hijos sean mayores, porque acabar de jugar e irme por ahí a entrenar no lo veo hoy.
-Antes aún le quedan cosas por hacer como futbolista, ¿no?
-Sí, lo que hablamos al comienzo: pasear la bandera del Betis por Europa. Sería algo inolvidable.
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