"Siempre quise ser central; tenía el espejo de mi tío Ricardo"

Paulao

Paulao Afonso Santos Júnior (06-05-1982, Lago Santa, Minas Gerais, Brasil) llegó al Betis en enero como solución de emergencia y se ha convertido en pieza clave de la permanencia, aspecto clave para que su futuro continúe en verdiblanco.

"Siempre quise ser central; tenía el espejo de mi tío Ricardo"
"Siempre quise ser central; tenía el espejo de mi tío Ricardo"

Su aspecto de seriedad y firmeza encuentra un resquicio para la ternura en el lugar donde se realiza esta entrevista, el Colegio Internacional Alminar, donde precisamente estudia su hija, a la que mantiene en brazos buena parte del tiempo. Paulao se muestra cercano con los más jóvenes que acuden a cazar una fotografía o un autógrafo e incluso bromea con dos chicas brasileñas que también estudian en dicho colegio.

-Se le nota feliz en Sevilla. ¿Pensó que se adaptaría tan rápido a una nueva ciudad?

-Las cosas comenzaron bien y eso fue importante para mí y para mi familia. Estoy ilusionado y ojalá que continúe así.

-De fútbol ni hablemos. Parece que lleva en España toda la vida...

-Esperaba que la Liga española fuera de esta forma, desde fuera se ve como un campeonato muy bueno y competitivo. La plantilla del Betis también la conocía y sabía que con trabajo nos saldrían bien las cosas, y así es como debemos continuar.

-¿Es su techo de rendimiento lo que hemos visto hasta ahora?

-Pienso que puedo dar más. No hice apenas pretemporada, luego tuve una serie de lesiones y por eso creo que tengo un margen de mejora en el Betis.

-Lo que no se entiende es por qué no triunfó en Francia.

-Son cosas que acontecen en el fútbol. Tuve muchas dificultades tanto con el país como en el propio club. Tuve un caso con el entrenador y preferí apartarme porque no quería un enfrentamiento. Aquí estoy mucho mejor que allí, me encanta el club, la ciudad y el país, porque la Liga española es el mejor campeonato del mundo.

-Hábleme de sus inicios, porque no lo ha tenido sencillo hasta llegar al Betis.

-Siendo muy joven, en el Atlético Mineiro tuve un problema con una grave lesión. Cuando me recuperé, estuve en otros equipos humildes de Brasil (América y Gama) y de allí fue a otro de Portugal (Naval). Las cosas cambiaron en el Braga, donde tuve la mejor parte de mi carrera deportiva, fui vicecampeón nacional y vicecampeón de la Europa Liga.

-¿Soñaba de joven con jugar en las ligas europeas?

-Nunca pensé que podría salir de Brasil. Las cosas fueron aconteciendo en mi vida de una manera rápida. Pasé por Portugal, Francia, ahora España y sólo quiero ser feliz y disfrutar. Era feliz pero siempre soñaba con dar un salto para jugar grandes encuentros. Y ahora en el Betis puedo disfrutar de eso, de jugar con el Madrid o el Barcelona, es un sueño hecho realidad.

-¿Cómo se hizo futbolista?

-Es una cosa que me viene de familia. Mi tío fue jugador de fútbol y también me fijé en él. En Brasil en la mayor parte de las familias hay un jugador de fútbol y yo no fui diferente.

-Y cómo un brasileño elige ser defensa. ¿Jugó alguna vez en otra posición?

-Siempre jugué donde mi tío, que era defensa central. Yo me miraba en él, tenía su espejo, porque fue un súper jugador y preferí jugar en la posición en la que él destacaba. Siempre lo miré a él, en cada detalle. Jugando era impresionante y aprendí mucho viéndolo jugar. Se llama Ricardo y entre 1997-1998, él jugó en el Corinthians y Palmeiras, los grandes equipos de Brasil en aquella época. Era una referencia para mí.

-¿Tuvo usted algún otro ídolo cuando era joven?

-No, nunca me fijé en nadie aparte de mi tío.

-Y de los actuales, ¿tiene algún futbolista preferido?

-Me gusta mucho Thiago Silva, del Milan.

-En el vestuario se le ve como uno más desde el principio, incluso bromeando en los viajes.

-Iriney me ayudó bastante a integrarme en el equipo. Son personas increíbles, que me ayudan bastante y eso también ha sido importante para estar feliz aquí.

-Desde fuera impone respeto, ¿Se ve en el futuro como un líder del vestuario?

-Soy una persona tranquila, no me siento un líder. Procuro hacer todos los días un trabajo serio, ayudar a los compañeros en el campo y nada más.

-Lo que sí parece seguro es que su futuro está en el Betis...

-No sólo depende de mí, también del Saint-Etienne y del Betis. Estoy muy tranquilo, haciendo las cosas bien y ya se verá si puedo permanecer aquí. Estoy muy feliz y si están felices conmigo, mejor.

-Usted ya disputó competiciones europeas con el Sporting de Braga. ¿Se imagina haciéndolo con el Betis?

-Me encantaría jugar en Europa con el Betis. Gracias a Dios he jugado Champions y una final de la Europa Liga y es algo impresionante. Vamos partido a partido y ya veremos cómo terminamos el campeonato. Buscamos la permanencia y aún no está conseguida matemáticamente.

-No se sale usted del discurso del club...

-Vamos partido a partido, quedan cinco encuentros por delante para el final y ya veremos qué pasa. Los directivos dijeron que el objetivo era salvarnos, seguir en Primera y hasta que matemáticamente no esté conseguido no pensaremos en otra cosa. Ahora bien, si tenemos opciones de más, no renunciaremos a conseguir lo máximo.

-Cambiemos a otro punto caliente. ¿Le han hablado del derbi?

-Todavía no demasiado, pero tengo ganas de conocer el ambiente de aquí.

-Usted sí habrá disputado partidos parecidos en otros países...

-En todos los clubes que pasé existían derbis importantes. En Brasil uno increíble, que era Atlético Mineiro y Cruzeiro, y en el Braga también existía una rivalidad muy fuerte con el Guimaraes.

-Usted al menos ya sabe lo que es ganar en el campo del Sevilla. ¿Recuerda ese partido?

-Fue un partido brillante, importante, las cosas salieron bien para el Braga, ganamos allí y aquí también.

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