Mel se defiende sin atacar a Stosic
"No es cierto que elegí a Matilla y Amaya en vez de Michu y Chico", dice · "Vlada y yo queremos lo mejor para el club", añade

La relación entre Vlada Stosic y Pepe Mel se ha visto de nuevo salpicada por la polémica. El director deportivo se siente atacado, como él mismo ha reconocido en varias ocasiones, por la política de fichajes seguida el pasado verano y, en más de una ocasión, se ha mostrado ya incapaz de morderse la lengua cuando debe defenderse, como le ocurrió el pasado lunes en los micrófonos de Onda Cero, cuando insinuó un par de cosas que, lógicamente, no han gustado a Mel, quien supo responder ayer sin querer hacer sangre pero defendiéndose.
La génesis de los desencuentros, que nunca han llegado a provocar una ruptura en la relación profesional ni personal de ambos -en los viajes es habitual verlos sentados en la misma mesa hablando e incluso situarse juntos en el avión-, radica en el inicio de la competición y se acrecentó con las primeras derrotas.
La mayoría de los fichajes realizados en verano o no jugaba o rendía por debajo de lo presupuestado, de ahí que surgiesen unas críticas hacia la secretaría técnica que a Stosic le costaron encajar, por cuanto alguno de los fichajes habían sido con la aprobación de Mel e incluso otros a propuesta suya, caso de Amaya, uno de los centrales de la plantilla.
Harto de esta situación y, con vistas al mercado invernal, se celebró una reunión el pasado 20 de diciembre en la que, además de ambos, estuvieron Miguel Guillén, José Antonio Bosch, León Lasa y los administradores concursales, en la que se delimitaron las parcelas, que no evitaron algún malentendido con Agra, el único fichaje de invierno junto a Paulao.
Aunque el caso parecía resuelto, en la tertulia de Onda Cero se prendió la chispa nuevamente. "El problema es que si Mel quiere meterse en los detalles, yo no, ésa es la diferencia", dice Stosic al hablar de los fichajes y antes de que le preguntaran si es cierto que Mel eligió a Matilla y Amaya en vez de a Michu y Chico. Entonces, el serbio, como sin darle importancia, responde: "Sí, pero, mira, si vamos ahora por este camino es para meterse en un lío. En el mundo del fútbol no existe ni un director deportivo, ni un entrenador, ni un sabio que elija siempre lo mejor para su equipo. Siempre va a haber equivocaciones, aunque a lo mejor sea buen jugador, pero por lo que sea no se mete en el grupo y ya está".
Mel no quiere entrar en polémica alguna con Stosic y lo deja claro, pero sí responde a la mayor. "No es cierto que yo eligiese, porque jamás tuve esas opciones, esa alternativa para elegir a uno u otro jugador. Ese planteamiento no es cierto", responde Mel, quien no entra en más y alaba el trabajo de Stosic: "Estamos en buena sintonía y tanto la secretaría técnica como yo queremos lo mejor para el club. Sé que están trabajando bien y en todos los clubes hay aciertos y errores en los fichajes".
Los centrales
Lo cierto es que en la baraja de centrales, una vez firmado Mario, no sólo estaban las posibles incorporaciones de Amaya y Chico y que el preferido de todas las partes era el defensa del Genoa. Con todo, las dificultades para su cesión, debido a su elevada ficha, llevaron a que Mel pusiese encima de la mesa el nombre de Amaya, una vez él mismo había descartado a Jarosik, que quedaba libre en el Zaragoza. Por aquel entonces, también se hablaba de Abraham (Basilea), pero igualmente el club consideraba excesivo pagar casi un millón de euros por su fichaje.
En vistas de que faltaba por firmar otro central más -de hecho, luego llegaría Ustaritz- y que apenas había tiempo, Mel tomó la iniciativa y, con el consentimiento de Stosic, decidió hablar con Amaya personalmente para convencerlo y lograr su cesión desde el Wigan. Quizá, con más tiempo, el Genoa hubiese aflojado por Chico, pero también la secretaría técnica pudo haber pujado por él tras lograr la cesión de Amaya o a la par y, por consenso, no lo hizo.
Los mediocampistas
Michu quedó libre en el Celta a final de temporada y hasta el 26 de julio no firmó por el Rayo Vallecano. Es decir, cualquier equipo de Primera División, y no sólo el Betis, lo tuvo a su alcance. En el club verdiblanco, la primera opción de Mel era Matilla -igual que ocurría en el Granada- porque se pretendía un sustituto para Beñat y su juego es más similar. Conseguido éste el 25 de junio -junto con Fabricio y la cesión de Jefferson Montero-, Michu estuvo aún un mes en el mercado sin que ningún club lo contratase.
Mel quería un segundo centrocampista y podría o no haber sido el hoy rayista -también tanteó el Betis a Antonio Tomás-, pero el club centró entonces su política de refuerzos en firmar otro defensa central y en la delantera. Chica, Mario, Amaya, Fabricio, Matilla y Jefferson fueron los seis primeros en llegar, en junio. Luego arribarían el citado Amaya, Santa Cruz, Ustaritz y Tosic.
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