Una mujer apuñala a su bebé

La Guardia Civil detiene a la agresora, que salió desnuda a la calle. Es una estadounidense de 35 años, esposa de un militar de Morón. La agresión ocurrió en la vivienda familiar en Utrera.

Fernando Pérez Ávila

10 de febrero 2016 - 14:10

Utrera/Los clientes del bar El Espeto, en el Paseo de Consolación de Utrera, tomaban café ayer por la tarde con sus teléfonos móviles en la mano. Intercambiaban vídeos y fotografías en los que aparecía una mujer completamente desnuda andando por la calle y gritando en inglés. En los vídeos no se escucha bien lo que dice, pero algunos testigos aseguran que entendieron palabras como kill o Jesus. En la escena, ocurrida sobre las doce del mediodía, la mujer camina por el Paseo de Consolación, levanta los brazos y chilla. Se tira al suelo y se cruza con un corredor que la esquiva. Luego se levanta y cruza la calle hasta llegar a la puerta del pabellón municipal Pepe Álvarez, donde aborda a una señora mayor, que se la quita de encima como buenamente puede.

La actitud de la mujer desnuda era cada vez más agresiva. Varios ciudadanos que vieron que no estaba en sus cabales llamaron a la Guardia Civil para informar de lo que ocurría. Una patrulla del instituto armado acudió a la llamada y comprobó la veracidad de la denuncia. Los agentes trataron de calmar a la mujer, que estaba cada vez más nerviosa. Los guardias decidieron llevarla a su casa para que al menos pudiera vestirse, y luego ya decidirían qué podían hacer con ella.

Los agentes la llevaron a su casa, al otro lado del Santuario de Consolación, en una zona de nueva construcción llamada El Naranjal de Castillo. La mujer, de 35 años y de nacionalidad estadounidense, es la esposa de un militar americano destinado en la base de Morón. El hombre se encontraba en ese momento en su puesto de trabajo. La familia vive en una casa de la calle Antonio de la Barreda, una vía apartada y tranquila de casas pareadas por las que, a primera hora de la tarde de ayer, apenas pasaba gente. Nadie respondía a los telefonillos de las viviendas habitadas de esta calle, mientras que en otras todavía permanecen los carteles de Se Vende y Se Alquila junto a unos números de teléfono. Un lugareño explica que es un barrio en el que casi todos los que viven son militares americanos destinados en la base de Morón. Sus mujeres, si las tienen, apenas salen a la calle o se mezclan con la población local, dice.

Cuando la Guardia Civil llevó a su casa a la señora que se había paseado desnuda durante un buen rato por las calles de Utrera, los agentes se quedaron en la planta baja mientras dejaban que la mujer subiera al piso superior para vestirse. No sabían que había un bebé en la casa. De pronto, apenas unos segundos después de que la mujer subiera las escaleras, oyeron gritos en inglés y el llanto de un niño pequeño. Los guardias subieron rápidamente y descubrieron a un bebé de diez meses con varias puñaladas por todo el cuerpo. La madre permanecía a su lado con el cuchillo con el que la había atacado. La mujer admitió haber sido la autora de las puñaladas.

La rápida intervención de la Guardia Civil salvó probablemente la vida de la niña. Los agentes taponaron las heridas del bebé y pidieron a su central que avisara cuanto antes al servicio de emergencias sanitarias del 061. Una UVI móvil de este departamento atendió a la niña y la trasladó al Hospital Infantil del Virgen del Rocío, donde permanecía ingresada a la hora de cierre de esta edición con pronóstico grave pero estable. La madre fue detenida por la Guardia Civil y trasladada hasta el área de Psiquiatría del mismo hospital, donde quedó ingresada. Los investigadores tratan de averiguar si la agresión se produjo antes de que la mujer saliera desnuda a la calle o bien después, mientras los guardias esperaban a que se vistiera. De momento no se le ha podido tomar declaración aún a la madre.

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